Después de su paso por Barcelona, el próximo 12 de febrero llega al Teatro Arlequín "Cantando desnudos!", la polémica comedia musical de Robert Schrock, que en su versión española dirige Máximo Hita, en la que ocho hombres actúan totalmente desnudos y cuyo casting final se celebró hoy en Madrid.

El propio Hita estuvo hoy en el Teatro Arlequín para presenciar uno de los casting finales, al que han acudido una docena de candidatos -escogidos entre más de 80 hombres- de donde saldrán dos de los ocho protagonistas de "Cantando desnudos!".

"De momento no estoy muy nervioso, porque sólo tenemos que hacer una prueba de baile, otra de improvisación y una de canto", decía a Efe instantes antes de la prueba Óscar Piñeiro, uno de los candidatos a protagonizar la obra, mientras que Luis Cortadellos aseguraba que lo de desnudarse le daba "exactamente igual" porque ya está "muy acostumbrado" a ir sin indumentaria "todos los veranos en Ibiza".

Sin embargo la tranquilidad se tornó en cierto rubor cuando los candidatos comprobaron que la prueba de canto tenían que realizarla desnudos y delante de las cámaras -aunque tampoco estaban obligados a hacerlo-.

Aunque el musical original, "Naked boys singing!", que se estrenó en Los Ángeles hace ocho años, escandalizó la cartelera teatral norteamericana, la obra sigue representándose semanalmente desde entonces en Nueva York.

A pesar del éxito que ha tenido en Estados Unidos, Hita explicó hoy a la prensa que en la versión española del musical hay mucho más humor, el guión tiene "un toque feminista" y trata de mostrar "cuáles son los problemas que preocupan a los hombres, como el culto al cuerpo, el amor, el desamor o el pudor".

"La obra original tiene un significado distinto en Estados Unidos; allí, que un hombre se desnude, es un reto", apuntó Hita, quien asegura que su versión "no es tan gay, está pensada para que la vea todo el mundo, ya que los guiones tienen un doble sentido y mucho humor".

El director ha afirmado que "Cantando desnudos!" es una obra que intenta "despertar las hormonas femeninas que hay en el hombre" a través de varios "sketchs" cuyo hilo conductor es que los intérpretes están desnudos.

A pesar de que pueda parecer una obra destinada a un público femenino, gay o amante de la curva praxitélica, lo cierto es que Hita ha resaltado que no es un espectáculo "de coreografías espectaculares" y que lo principal en esta obra es la voz, la interpretación, el baile "y, por último, el desnudo".