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Miles de civiles libios huyen de los bombardeos de la OTAN en Sirte

Habitantes de la ciudad natal de Gadafi denuncian que la Alianza ha atacado hospitales, escuelas y viviendas

 

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Sirte , la ciudad natal de Gadafi, se ha convertido en los últimos días en una ratonera sobre la que llueven las bombas de la OTAN y los proyectiles lanzados tanto por las brigadas gadafistas como por las tropas rebeldes.

En medio de la guerra que sigue viva en esta parte de Libia, miles de civiles han quedado bajo el fuego cruzado y a merced de las bombas aliadas que, según testimonios de libios que han logrado huir de la ciudad, no sólo han destruido objetivos militares y posiciones gadafistas, sino que también han segado vidas de civiles en hospitales , escuelas y edificios de viviendas. Unas denuncias que, de confirmarse, reducirían a mero ejercicio de hipocresía al servicio de un fin militar derrocar a Gadafi el mandato de la ONU que proclamaba que el objetivo de la operación era precisamente proteger a los civiles libios.

'Ha sido peor que espantoso', relataba al diario The Times Riab Safran, de 28 años, un libio que hacía cola en una larga fila de vehículos para escapar de la ciudad. 'Han atacado todo tipo de edificios: escuelas y hospitales', denunció Safran, en alusión a los ataques aliados.

Aunque este joven aseguró que no podía distinguir entre los bombardeos de la Alianza y los ataques de las tropas del Consejo Nacional de Transición (CNT) libio, sí explicó que cree que fue una bomba de la OTAN la que destruyó parte de su casa el sábado. Desde entonces, su familia ha estado durmiendo en la playa para tratar de ponerse a salvo.

Mohamed Ali Alum Sekily, otro libio que ha logrado escapar de Sirte, declaró también al diario británico: 'Las bombas de la OTAN están matando civiles; ¿dónde están las Naciones Unidas? ¿Dónde está el mundo musulmán para detener este genocidio contra el pueblo de Sirte?'. Este hombre afirmó que seis miembros de su familia han muerto, aunque no quiso precisar cómo.

El lunes, la OTAN reconoció haber concentrado en Sirte sus operaciones en los tres días anteriores. Entre el viernes y el domingo, sus aviones llevaron a cabo 367 misiones aéreas y 132 ataques sobre Sirte.

Sin embargo, la Alianza asegura que sus objetivos han sido varios centros de comunicaciones, armamento e instalaciones militares. El portavoz de la misión en Libia de la OTAN, Rolland Lavoie, aseguró ayer que los bombardeos aliados han sido 'muy cuidadosos', con armas de precisión, pues su mandato de la OTAN es 'proteger, no poner en peligro a los civiles'.

La intensificación de los ataques aliados sobre Sirte explica en gran parte el avance de los rebeldes, que ayer anunciaron que ya controlan la zona este de la ciudad y puntos estratégicos como el puerto y la Universidad Etthadi.

'No hay duda alguna de que Sirte será liberada como muy tarde en las próximas 48 horas', aseguró a Efe el portavoz rebelde Shams Eddine.

Según este portavoz, uno de los factores que ha permitido la entrada de los rebeldes en Sirte ha sido la salida de cientos de familias que han logrado huir a través de 'corredores de seguridad' que los rebeldes dicen haber abierto.

Tanto las tropas del CNT libio como la OTAN acusan por su parte a los gadafistas de utilizar a la población como 'escudos humanos'. Un extremo confirmado por residentes de Sirte como Yusef, un hombre que logró huir de la ciudad junto con su esposa y que relató cómo los gadafistas disparan a la población para impedir que huyan de la ciudad.

Touhami Zayani, comandante de la brigada El Faruk de las tropas rebeldes, aseguró más tarde a Reuters que un notable de Sirte, que no identificó, negociaba con él una tregua en nombre de los gadafistas: 'Me llamó y me dijo que quería un corredor seguro para que las familias y los milicianos [de Gadafi] dejaran la ciudad'.

En medio de las acusaciones cruzadas de los dos bandos y de la Alianza Atlántica, lo que queda claro es que en Sirte se está produciendo un éxodo. Según datos recogidos por la ONU, 1.700 personas han huido ya de este enclave de importancia estratégica.

Las Naciones Unidas confirmaron también el lunes que ninguna organización humanitaria cuenta con personal dentro de Sirte ni tampoco de Beni Walid, el otro bastión aún en manos de los soldados leales al dictador.

'Ninguna agencia humanitaria, ONG o la ONU ha podido cruzar la línea de combate y entrar en Sirte o Beni Walid para comunicar lo que está pasando allí realmente', deploró el coordinador humanitario de la ONU para Libia, Panos Mountzis, en una rueda de prensa en Ginebra.

Mountzis explicó que el personal humanitario está ubicado a las afueras de esas ciudades y en las carreteras que conducen a ellas, en las que se ofrece ayuda, particularmente alimentos y medicinas, para atender a todos los que consiguen escapar. En esas circunstancias, es muy difícil comprobar las acusaciones de los dos bandos, así como las denuncias de los civiles que aseguran que los bombardeos aliados han asesinado a civiles.

De cualquier manera, la situación en Sirte preocupa enormemente a las organizaciones internacionales: los testimonios que describen una ciudad sin agua, electricidad, alimentos ni asistencia médica alguna hacen temer una catástrofe humana.

'Estamos muy preocupados por la gente que está en Sirte y Beni Walid', precisó en un comunicado Georges Comninos, presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja en Libia.

Los acorralados habitantes de estas dos ciudades han pedido socorro por teléfono y correo electrónico. Estas personas han confirmado que en Sirte ya no queda casi comida ni medicamentos.

La falta de agua es aún más preocupante pues, según un hospital de Harawa, una ciudad cercana a la que han llegado habitantes huidos de Sirte, las epidemias han empezado ya a hacer su aparición.

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