Este artículo se publicó hace 13 años.
La misión humanitaria en Libia peligra si hay militares
La ONU ve con recelo la propuesta de la Unión Europea para mandar tropas de tierra y proteger a sus trabajadores
¿Militares protegiendo a los trabajadores humanitarios de la ONU en Libia? Para Naciones Unidas es un riesgo demasiado alto que puede poner en peligro toda la misión. Así lo considera la directora de ayuda humanitaria de la Organización, Valerie Amos, que ha pedido cautela a la hora de aceptar la propuesta de la Unión Europea.
"Tenemos que ser muy cuidadosos con que las líneas no se confundan", dijo Amos. Se refiere a que la presencia militar en los corredores humanitarios que la ONU está creando en Libia, pueden convertir a la misión en un objetivo de las fuerzas leales al régimen del dictador Muamar Gadafi, y, por tanto, ponerlos en peligro.
Las palabras de Amos llegaron justo después de que Francia, Reino Unido e Italia comunicaran ayer que enviarán especialistas militares a los rebeldes de Bengasi para ofrecerles su entrenamiento y ayudarles a organizar la logística en su lucha contra el dictador. La jefa de ayuda humanitara de la ONU dijo, además, que el hecho de que haya un cuerpo militar entre sus trabajadores, podría provocar que no todas las partes del conflicto reciban los productos que necesitan.
"Nuestra responsabilidad, siempre, es asegurar que nuestra ayuda se ofrece de manera imparcial", aseguró.Esto es, que para la ONU no puede haber diferenciación entre los civiles que apoyan al régimen y los que apoyan la revuelta contra Gadafi.
Civiles muertosPara Amos, que se desplazará hoy a Libia, la situación más preocupante es la de Misrata, donde los trabajadores de Naciones Unidas, a no ser que haya un alto el fuego efectivo, no podrán pasar. De hecho, si el régimen no se comprometiera a asegurar el paso de la ayuda a todas partes del país respetando la integridad de sus funcionarios, entonces quizá no quedaría más remedio que aceptar la protección de la UE.
En Misrata precisamente, es donde siguen produciéndose los enfrentamientos más encarnizados desde hace dos semanas. Allí murieron ayer dos fotoperiodistas y la alta comisionada de la ONU en derechos humanos, Navi Pillay, acusó al régimen de estar empleando bombas de racimo para asediar la ciudad.
Del otro lado, la agencia estatal Jana denunciaba este jueves la muerte de al menos 11 civiles en los bombardeos de la OTAN a las afueras de Trípoli. La noticia no ha sido confirmada por fuentes independientes, pero sin duda supone un nuevo golpe para la Alianza, que hace dos semanas pidió disculpas a regañadientes por haber matado a cuatro rebeldes durante un bombardeo y que recibió hasta las críticas del Vaticano por sus ataques aéreos en la capital.
La OTAN ha contestado esta mañana con un comunicado recogido por la agencia EFE en el que ha negado la muerte de civiles en sus bombardeos en la capital libia: "Hubo dos ataques aéreos cerca de las zonas señaladas, pero fueron contra objetivos militares y no cerca de centros de población civil. La OTAN no tiene constancia de que haya habido ninguna baja civil"
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