Este artículo se publicó hace 15 años.
No hallan relación entre las experiencias estresantes y el ACV
Por Amy Norton
Aunque existe la idea de queel estrés excesivo puede causar un accidente cerebrovascular(ACV), un nuevo estudio no halló evidencias de que lasexperiencias estresantes potencien el riesgo de sufrir un tipomortal de ACV.
El estudio, publicado en Stroke, analizó la relación entreel estrés y el riesgo de sufrir una hemorragia subaracnoidea,que ocurre cuando la rotura de un vaso causa un sangrado en elespacio que rodea el cerebro. Hasta la mitad de los casos sonfatales.
Es frecuente que la gente le atribuya al estrés losproblemas repentinos de salud, como un ACV, indicó el doctorCraig S. Anderson, del Instituto de Salud Internacional Georgey la University of Sydney, en Australia.
En el caso de una hemorragia subaracnoidea, dijo a ReutersHealth, es posible que un aumento súbito de la presión produzcauna ruptura en un aneurisma, que es una zona debilitada en lapared de una arteria.
A veces, esa hemorragia ocurre por un esfuerzo repentino,como durante el ejercicio o las relaciones sexuales, explicóAnderson.
Pero se desconoce si las experiencias estresantes elevan elriesgo de sufrir de un ACV.
El equipo de Anderson entrevistó a 388 sobrevivientes dehemorragias subaracnoideas sobre vivencias estresantes quehabían sufrido entre un mes y un año antes del ACV.
La encuesta se concentró en 12 tipos de situaciones, comola muerte de un familiar o amigo, la pérdida del trabajo ohaber sufrido un delito.
Luego, el equipo comparó las respuestas con las de un grupode control de 473 personas de la misma edad, que nunca habíansufrido una hemorragia subaracnoidea.
Y la mayoría de las situaciones no tuvo relación con elriesgo de sufrir la hemorragia.
Pero al analizar las experiencias del mes previo, dos tiposde estresores -los problemas financieros o legales y lacategoría "otros eventos importantes"- sí estuvieronrelacionados con un riesgo elevado.
El 10 por ciento de los sobrevivientes dijo haber tenido unproblema financiero o legal el mes previo a la hemorragia, adiferencia del 4 por ciento del grupo de control.
Pero al considerar factores como la hipertensión, eltabaquismo y el consumo de alcohol, la relación entre esos dosestresores y la hemorragia fue sólo "marginalmente"significativa.
Hubo también una asociación entre la aparición de unahemorragia subaracnoidea y haber sido víctima de un delito elaño previo (4 por ciento de los sobrevivientes y 1 por cientodel grupo control).
Por otro lado, el riesgo de sufrir la hemorragia disminuyóen quienes habían tenido un familiar o un amigo muy enfermo oque había sufrido un accidente el año previo.
Eso, según el equipo, se debe a que el estudio analizó 12tipos de experiencias, las pocas que estuvieron débilmenteasociadas con el riesgo de sufrir la hemorragia lo estuvieronsólo por azar.
El estrés, dijo Anderson, es muy difícil de medir para losinvestigadores. El estudio usó un enfoque que consiste enanalizar las tasas de los principales eventos que suelen causarestrés psicológico. Pero se desconocen las respuestasindividuales reales a esas situaciones.
Aun así, "podemos decir que 'las experiencias estresantes'no son un factor de riesgo importante de la hemorragiasubaracnoidea".
Para prevenirla, recomendó que la gente se concentre enevitar o tratar los factores de riesgo ya conocidos de lahemorragia cerebral, que son el tabaquismo y la hipertensión.
FUENTE: Stroke, online 15 de abril del 2010.
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