Este artículo se publicó hace 18 años.
La OTAN seguirá en Kosovo para evitar la violencia ante la anunciada independencia
Los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN se han comprometido hoy a mantener sus tropas en Kosovo, que tiene previsto declarar de forma inminente su independencia de Serbia, y han advertido de que responderán con contundencia a cualquier brote de violencia.
Los jefes de la diplomacia de los veintiséis socios de la Alianza han respondido así al desafío planteado por los dirigentes albanokosovares, que han anunciado reiteradamente que se separaran de Serbia, una vez que han fracasado los esfuerzos de la "troika" internacional que trató de impulsar un acuerdo entre las partes.
La secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, planteó a sus aliados la necesidad de que apoyen una transición "suave" en la provincia, que quedó bajo protección de Naciones Unidas y de la OTAN desde 1999, tras la expulsión del Ejército serbio, en virtud de la resolución 1244.
El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop, resaltó el compromiso de la Alianza para que la conflictiva provincia de mayoría albanesa pueda llegar a ser un lugar en el que "albanokosovares y serbios sean capaces de vivir juntos, en paz y sin temor".
Con este fin, los ministros han aprobado mantener la misión militar y reforzar sus 16.000 efectivos en caso necesario, una decisión que ya consensuaron ayer de manera informal, y que implica además su convencimiento de que la resolución 1244 continúa siendo una base legal suficiente.
Al margen de la cuestión militar, que es la que compete a la OTAN como organismo, queda por resolver el grado de consenso en la respuesta política de sus países miembros, aunque alcanzar la unanimidad entre los socios de la Alianza preocupa menos que hacerlo entre los de la Unión Europea, muchos de los cuales coinciden en ambos foros.
Es el caso de España, cuyo ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, rehusó hoy aclarar si estaría entre los países dispuestos a reconocer la independencia de Kosovo.
Moratinos dijo que las premisas del Gobierno de Madrid son "esperar", "buscar la unidad de la Unión Europea" y "respetar la legalidad internacional".
El ministro español expresó su deseo de que la unidad mostrada por la OTAN sobre cómo reaccionar a este conflicto territorial se traslade a la UE, en su búsqueda de una postura común sobre el futuro de esta zona de los Balcanes.
El Consejo Atlántico celebrado hoy coincide con la entrega al secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, del informe de la "troika" formada por EEUU, Rusia y la Unión Europea, que ha fracasado en el último intento de poner de acuerdo a serbios y albanokosovares sobre el estatuto de Kosovo.
Esta eventualidad ha desplazado el conflicto de Afganistán del foco de atención en la reunión ministerial, aunque también se ha analizado la escalada de violencia en el país asiático.
Los países de la OTAN coincidieron en la necesidad de mejorar la coordinación de los esfuerzos civiles y militares internacionales y de dar un "perfil más alto" a las personas que lideran la misión, al tiempo que ratificaron un compromiso "a largo plazo" en el país.
Otro de los grandes temas del día fueron las difíciles relaciones con Rusia, hasta el punto de que la Alianza admitió que están en una "fase de desafíos", tanto sobre el futuro de Kosovo como sobre su salida del Tratado de Armas Convencionales (FACE).
No se lograron acercar posiciones durante la reunión celebrada con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov.
Mejor resultado deparó el encuentro de los socios de la Alianza con el llamado "Diálogo Mediterráneo", en el que participaron Marruecos, Argelia, Túnez, Mauritania, Jordania, Egipto e Israel.
En este foro, el ministro Miguel Ángel Moratinos propuso que la OTAN tenga algún papel en el proceso de paz de Oriente Medio, una iniciativa que ha sido bien acogida inicialmente.
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