Este artículo se publicó hace 15 años.
El pasado azulgrana de Alonso
Mismos orígenes, diferentes destinos. Ambos jugaron en la Real, pero después escogieron caminos antagónicos. Perico, padre del madridista Xabi, jugó en el Barça de Maradona y Schuster
En 1981, cuando nació Xabi Alonso, su padre ganaba la primera Liga con la Real Sociedad. Un año después, y tras ganar la segunda, era traspasado al Barcelona, donde hizo equipo con los mejores futbolistas del mundo: Maradona, Schuster, Carrasco o Quini. "Pero no, Xabi no se acuerda de eso", comenta Perico, "todavía era muy pequeño". Quedan las fotografías, viejos recortes de prensa y tal vez algún vídeo. "Pero cuando Xabi y su hermano Mikel empezaron a tomar conciencia del fútbol fue en mis tres últimos años en el Sabadell, pues los sábados se venían conmigo a los entrenamientos en la Nova Creu Alta. Y entonces no se veía nada, si valían o dejaban de valer, porque tampoco nos hacíamos esa pregunta. Eran los clásicos chavales que jugaban a todo".
Perico (Tolosa, 1953) sólo era el padre entonces. Hoy, es padre y abuelo de un nieto que refuerza aún más su concepto de la vida: "No, no volveré a entrenar nunca más, ahora ya ha llegado el momento de disfrutar". Aún no es un hombre muy mayor. Quizá por eso tampoco le gusta tirar del pasado. "Mis hijos dirán que soy un batallitas, pero siempre pretendí evitarlo". Otra cosa es el viejo instinto. Cuando ve jugar a Xabi o a Mikel rápidamente piensa en lo que hubiera hecho él, porque uno es futbolista para toda la vida. "He tenido épocas en las que quizá he sido muy crítico con ellos, porque uno es tan perfeccionista y lo quiere todo para ellos...". Quizá por eso tampoco responde con un día concreto al preguntarle si ha visto a Xabi hacer el partido perfecto. "Sé que la última temporada ha sido magnífica para él y que ha completado un ciclo de cinco años muy buenos en el Liverpool, pero había llegado un momento en el que necesitaba salir de Anfield".
"Ahora lo difícil es hacer un equipo", avisa el progenitor "por experiencia"
Anfield, sin embargo, nunca será un recuerdo más, a pesar de que Perico, hoy sólo el padre de Xabi, no acabase una promesa. "Sí, porque prometí que me aprendería ese himno que tanto me emocionaba y todavía no lo he hecho". Pero aquellas tardes en Anfield están instaladas en su corazón, pues le recordaban al viejo campo de Atocha, a los ochenta, a aquel medio campo que formaba con Diego y Zamora. Son tiempos que Xabi apenas conoció. Xabi no es Perico, que era un mediocampista de raza, lleno de enérgicas voluntades. Xabi lo es de escuadra y cartabón, la cabeza siempre levantada, aunque su padre no participa de este debate. "Admito a los que dicen que las comparaciones son inevitables", señala, "pero yo les contestaría que son innecesarias".
Hay diferencias entre padre e hijo, eso es indudable. Perico se crió en Tolosa, "donde hay río, no mar". Por lo tanto, apenas jugó en la playa de La Concha. Xabi, sí. Cuando el padre se retiró, la familia se instaló en el barrio de El Antiguo de San Sebastián, no en Tolosa. Y fue a partir de entonces cuando se manifestó el ansia por el fútbol de Mikel y de Xabi.
Eran tiempos en los que Perico empezó a ejercer de entrenador. Llegó, incluso, a dirigir a la Real "y por muy poco no coincidí con Xabi. Pero fue mejor así, porque hubiese sido una situación delicada". Sí encontraba tiempo para ir a ver jugar a sus hijos, "y hasta para hacerles de taxista". Y fue cuando empezó a pensar, "quizá un poco egoístamente", si podrían llegar o no. Una vez que los dos, Xabi y Mikel, se embarcaron en esta misión, el padre señaló el mensaje: "Al principio lo vais a tener más fácil que otros chicos", les dijo. "El hecho de que yo haya sido futbolista os abrirá alguna puerta más. Pero después, si no funcionáis, no valdrá de nada". También les inculcó la filosofía de la que se alimentó él. "Las escaleras se suben paso a paso. Luego, siempre habrá un momento en el que te paras, pero hay que retardarlo al máximo".
"Yo no veo mayor comentario al fichaje de Xabi por el Madrid"
Y hoy Perico es un hombre sumamente orgulloso, que disfruta de esta llamada de Público no para hablar de él, sino de sus hijos y sobre todo de Xabi, quien casi 30 años después reproduce una historia parecida a la suya. Perico lo hizo con 29 años. Xabi es un poco más joven. La gran diferencia está en el uniforme: él llegó al Barcelona y el hijo lo hace al Madrid, "pero no le veo mayor comentario a eso. Sólo sé que en el pasado fui feliz de jugar donde jugué como ahora lo soy del destino de mis hijos. Hoy en día no es fácil estar arriba. Nunca lo fue. Y si mis hijos están ahí, no sólo hablo de Xabi sino también de Mikel en el Tenerife, es porque son muy completos".
Dos épocas muy distintasSin embargo, ya no hay paralelismo posible con su época, la maravillosa década de los ochenta, "porque hubo un momento en el que cambió todo, las instalaciones, los métodos de trabajo y hasta los balones". Y no siempre para mejor, "porque, por ejemplo, Anoeta no tiene el empuje que tenía Atocha". Pero "aunque ahora los futbolistas se cuiden más", Perico sabe que él hubiese valido para esta época. "El que era bueno entonces también lo sería ahora". Sobre todo, porque este hombre juzga a los futbolistas "a partir de su madurez". Y en ese sentido disfruta ahora cuando ve a su hijo Xabi, la serenidad con la que se comporta. "A los 27 años, está en el punto exacto y es un futbolista más completo que el que se marchó al Liverpool hace cinco años". Su padre le considera "preparado para todo", aunque le advierte: "Ahora viene lo más difícil, que es hacer un equipo con tan buenos futbolistas". Algo que ya vivió él en aquel Barça del 83. Perico irá al Bernabéu esta temporada, como fue a Anfield, y volverá a temblarle el corazón, "porque me cuesta controlar los nervios cuando juegan mis hijos".
"Llegó un momento en el que mi hijo necesitaba salir de Anfield"
Entonces reaparece el viejo futbolista o el padre que dirigió el camino. "Ahora, tampoco te creas que me llaman a menudo para pedirme consejo, ni Xabi ni Mikel". Y él sólo se limita a observar y "agradecer el cariño" con el que se trata a sus hijos. Porque Miguel Ángel Alonso, que así se llama, sabe que la vida también se hace de recuerdos, "de los buenos y los malos, todos te forman". La ventaja es doble: sus hijos piensan como él.
Sus fichasPerico Alonso Tolosa (1-2-1953)
Perico Alonso jugó en 20 ocasiones con la selección. Ganó dos Ligas con la Real y una Copa y una Liga con el Barcelona.
- Real Sociedad (1977-82)
152 partidos jugados
25 goles
- Barcelona (1982-85)
52 partidos jugados
4 goles
- Sabadell (1986-88)
67 partidos jugados
12 goles
Xabi Alonso Tolosa (25-1-1981)
Xabi ha jugado 56 partidos como internacional y es campeón de Europa tanto de clubes, con el Liverpool, como de selecciones.
- Real Sociedad (2000-04)
114 partidos jugados
9 goles
- Liverpool (2004-09)
141 partidos jugados
15 goles
- Real Madrid (2009-???)
1 partido jugado
0 goles
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