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La patronal sigue cerrada al acuerdo social

El Gobierno ofrece una rebaja de medio punto permanente en las cotizaciones y otro punto temporal en 2010, pero la CEOE lo rechaza. Crece la inquietud entre los sindicatos

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En la más absoluta discreción y a contrarreloj, el Gobierno y los interlocutores sociales negocian un acuerdo que sigue planteando objeciones tanto en la patronal como en los sindicatos. Ayer, tras varios desencuentros que amenazaban con poner en jaque el proceso de diálogo social, el Ejecutivo presentó un tercer borrador que pretende servir de base para sellar un acuerdo antes de agosto. Su principal novedad tiene que ver con las cotizaciones a la Seguridad Social: propone una rebaja estructural de medio punto en contingencias profesionales, a la que en 2010 se añadiría un punto adicional limitado sólo a ese ejercicio, y ha recibido críticas de todos los implicados en las conversaciones.

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La propuesta no convenció a nadie, pero provocó el rechazo total de la patronal CEOE, que al menos formalmente sigue exigiendo un recorte de cinco puntos.

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La oposición de la patronal se produce a pesar de que la medida supone un avance respecto a la primera propuesta oficial, del 25 de junio, que planteaba una sola reducción de medio punto. En el segundo documento, del 13 de julio, el Gobierno dejaba "pendiente" la cifra y ahora ha decidido elevarla para intentar satisfacer a CEOE. La patronal no quiere dar su brazo a torcer y considera insuficiente la nueva oferta del Gobierno, aunque fuentes cercanas a la negociación aseguran que ha matizado su rechazo a una rebaja tan alejada de sus planteamientos. Los sindicatos, por su parte, no acaban de verlo claro. El secretario de Comunicación de CCOO, Fernando Lezcano, advirtió de que podría traer "problemas serios" para las arcas de la Seguridad Social, mientras que UGT analizará hoy con detenimiento el nuevo escenario.

Gobierno, patronales y sindicatos vivieron ayer una jornada intensa. Por la mañana, el director de la Oficina Económica de la Moncloa, Javier Vallés, se reunió con el presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y después de comer mantuvo un encuentro con los secretarios de Acción Sindical de Comisiones Obreras, Ramón Górriz, y de UGT, Toni Ferrer.

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A las siete tuvo lugar una cita tripartita de carácter técnico que se prolongó durante más de dos horas y en la que el Ejecutivo presentó formalmente a los agentes sociales el tercer borrador del diálogo social.

El aspecto más polémico fue la rebaja de hasta 1,5 puntos en las cotizaciones sociales, que tendría un coste de 4.800 millones de euros para las arcas públicas según los cálculos del Ejecutivo. Los sindicatos tampoco recibieron con agrado que el nuevo texto no haya introducido cambios en la ayuda de 420 euros mensuales para los parados que han agotado las prestaciones. Se mantiene, por tanto, la oferta inicial, que apuesta por una aportación de seis meses, frente a los 12 que reclaman CCOO y UGT.

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El borrador tampoco concreta más puntos como la nueva regulación de las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) y la incapacidad temporal, aunque revisten menos importancia de cara a un futuro acuerdo.

Durante la reunión tripartita de anoche, las partes acordaron celebrar mañana un nuevo encuentro que previsiblemente tendrá lugar antes de la cena que celebrarán en Moncloa el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y los primeros espadas de los sindicatos y de las patronales: Díaz Ferrán (CEOE), Jesús Bárcenas (Cepyme), Ignacio Fernández Toxo (CCOO) y Cándido Méndez (UGT).

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La cena será una reedición del que se desarrolló de forma secreta el pasado 20 de mayo y que sirvió para dar un impulso a una negociación que llevaba dos meses en el dique seco. La única diferencia entre el encuentro de mañana y aquella cita es que entonces no estuvo presente el máximo responsable de Cepyme. Ahora, Bárcenas, confía en que las diferencias se solucionen pronto: "Supongo que se aparcará la situación, porque el presidente está poniendo toda la carne en el asador", señaló ayer.

El presidente del Consejo Económico y Social, Marcos Peña, también se muestra optimista: "Los momentos finales de una negociación son los más delicados de todo el proceso", dijo en los Cursos de Verano de la Complutense en El Escorial, informa Jorge García.

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A su juicio, no cabe esperar un acuerdo "milagrero" entre Gobierno, sindicatos y patronales, pero "no existen ni buenos ni malos", lo que ocurre es que "cada uno intenta defender sus intereses", subrayó. En su opinión, "hay una voluntad de acuerdo por parte de todos los implicados" y eso provocará que "antes o después se consiga un pacto".

Los sindicatos advirtieron ayer al Gobierno de que no aceptarán una congelación de los salarios de los funcionarios por considerar que llevan años perdiendo poder adquisitivo. Los portavoces de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras (FSC-CCOO), de la Federación de Servicios Públicos de UGT (FSP-UGT) y de CSI-CSIF se mostraron totalmente contrarios a esa hipótesis y aseguraron que no aceptarán una congelación “de forma pacífica”, informa Servimedia. Este año, los funcionarios tuvieron una subida de sueldo del 3,6%.

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