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"A los políticos les da igual. No van en metro, tienen coche oficial"

Los afectados del accidente de Valencia recriminan al PP que Camps ni siquiera los haya recibido

SERGI TARÍN

Existe una máxima en la Biblia donde se explica que aquellos que comparten sus alegrías, las multiplican, y quienes comparten sus aflicciones, las dividen. Sobre esta filosofía se asienta la Asociación de Víctimas 3 de Julio, que agrupa a 25 familias afectadas por el accidente de metro de Valencia, que se cobró 43 vidas e hirió de gravedad a 47 personas.

Critican que el metro aún sufra carencias de seguridad en la línea 1Ayer se cumplió el segundo aniversario del suceso y algunos familiares realizaron un descenso a lo más profundo de sus recuerdos. Se adentraron en el metro y recorrieron la línea 1 con el objetivo de completar el viaje que sus seres queridos jamás finalizaron.

Como una especie de vía crucis subterráneo, fueron parando en cada estación para guardar un minuto de silencio. Uno de los momentos más intensos se vivió cuando el vagón anunció con un afilado quejido su entrada en la fatídica curva de Jesús. Fueron apenas diez segundos de tensión, de miradas diseminadas entre las tinieblas de las vías, que las ventanillas del vagón proyectaban distantes.

Tras la llegada a la estación de plaza de España, algunos viajeros aliviaban su dolor cómo podían. Carmen Bonale se sujetaba las lágrimas con las manos mientras reprochaba al PP valenciano su indiferencia con los familiares: “Sentí un profundo dolor cuando vi a Camps celebrando en una fiesta el triunfo de la selección española mientras que a nosotros nunca nos ha querido recibir para darnos un poco de cariño”.

Las carencias de la línea 1
En el asiento de enfrente, Milagros Hernández, que perdió a su madre, lamentaba que el metro continúe presentando graves carencias en la línea 1, donde las mejoras tras el accidente se han reducido a la compra de nuevos vehículos sin que se tengan noticias claras de una ampliación en los sistemas de seguridad. “A los políticos les da igual. Ellos no tienen que jugarse la vida aquí abajo. Ya tienen sus chóferes y sus coches oficiales”. Los mismos coches oficiales que meses después del siniestro trasladaron a altos cargos del PP a algunas casas de los afectados. “Querían comprar nuestras voluntades, nuestro silencio. Un consejero me sugirió que, si callaba, mis hijos tendrían más fácil el acceso al puesto de policías nacionales”, asegura Pedro Edo.

«Querían comprar nuestro silencio. Un consejero ofrecIó ayuda a mis hijos»La llegada a Torrent, al sur de Valencia, de donde procedía la mayoría de las víctimas, fue otro momento especial en el trayecto. Ana, de 28 años, nació en esta población. El accidente la dejó en coma con más de una veintena de fracturas. Ahora es una asidua de los quirófanos. Miguel, su padre, forma parte de la comitiva: “Todos estamos en manos de psicólogos y psiquiatras desde entonces. Es muy difícil convivir con el dolor. Sobre todo si la justicia y las instituciones te cierran las puertas”.

El recorrido finalizó con una ofrenda junto a la parada de Jesús. Por la tarde se celebró una misa en la catedral de Valencia que generó malestar entre los afectados; a esa misma hora el arzobispo de Valencia y amigo de Camps, Agustín García-Gasco, oficiaba otra misa en Torrent en memoria de las víctimas. Contraprogramación que, según los familiares, responde a la orden dada por el PP de ningunearlos.

 

1. ¿Por qué Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) omitió en su informe que la unidad accidentada ya había descarrilado antes? ¿Por qué ha desaparecido el libro de averías de este convoy?
2. ¿Por qué la baliza del túnel de Jesús no estaba programada para que el tren se detuviera a más de 40 kilómetros por hora? Un hecho que, según los afectados, ha puesto en riesgo durante años la vida de miles de valencianos.
3. ¿Por qué se depositó el convoy siniestrado en las instalaciones de FGV –empresa a la que se estaba investigando–, a la vista de todo el mundo y al alcance de cualquier posible manipulación?
4. Los informes de la Sindicatura de Cuentas de 2004 y 2005 denuncian carencias de inversión en FGV, además de un fuerte endeudamiento. ¿Por qué nunca se ha solucionado este déficit?
5. ¿Por qué la jueza reconoce en su auto que no se invirtió lo suficiente para garantizar la seguridad de los usuarios y acto seguido archivó el caso responsabilizando únicamente al conductor?
6. ¿Por qué la jueza nunca tomó declaración a la policía científica que investigó el suceso ni tampoco a los supervivientes?

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