El presidente del Senado empezará hoy las consultas sin muchas expectativas

El presidente del Senado, Franco Marini, empezará hoy las consultas para examinar con los líderes políticos italianos si existe la posibilidad de cambiar la polémica ley electoral sin muchas expectativas, después de que la derecha, capitaneada por Silvio Berlusconi, se haya opuesto a la iniciativa.

En el enmarañado universo político italiano, esas expectativas pasan por ver que posición definitiva adopta la Unión de Demócratas Cristianos y de Centro (UDC), dirigida por Pier Ferdinando Casini.

La UDC se había distanciado de Berlusconi, su aliado tradicional, durante el verano y, tras la caída del Gobierno de Romano Prodi, ha mantenido una posición ambigua, al señalar que podía estar a favor de la reforma electoral.

Sin embargo, Casini se reunió anoche con Berlusconi en lo que parece haber sido una reconciliación y ahora podría inclinarse a favor de las elecciones anticipadas solicitadas por la derecha.

Pero al mismo tiempo, dentro de la coalición de Casini, dos parlamentarios, el senador Mario Baccini y el diputado Bruno Tabacci, anunciaron anoche que dejaban la coalición.

"El cambio de línea adoptado por Casini de forma absolutamente instrumental, en completo desacuerdo con el mandato congresual, nos impone actuar con coherencia y declarar nuestra voluntad de construir una alternativa", señalaron en un comunicado conjunto.

Baccini ha añadido hoy que "el país necesita de una gran coalición para salvarse".

La decisión es importante, especialmente en lo que respecta al senador, ya que fue en esa Cámara donde Prodi perdió la confianza por tan sólo cinco votos y donde gobernó durante veinte meses con dos escaños de diferencia.

A ese senador se podría unir Nuccio Cusumano, expulsado de la Unión de Demócratas para Europa (UDEUR), que se desmarcó del partido y dio su confianza a Prodi, lo que supuso su expulsión de la formación.

Pero aún cuando Marini consiguiera un apoyo suficiente por uno o dos senadores para la reforma electoral, estaría por ver si sería capaz de hacer frente a las críticas de la derecha, que en bloque se niegan a esa posibilidad, convencidos de su triunfo en unas elecciones anticipadas.

A su favor tendría que la necesidad de cambiar la ley electoral es reconocida desde fuera del mundo de la política, por ejemplo, por uno de los poderes fácticos del país, la patronal.

La importancia de la reforma estriba en el hecho de que el actual sistema electoral permite la entrada de partidos que apenas tienen un uno por ciento de la representación popular, pero poseen el poder capaz de derribar gobiernos, como en el caso de la UDEUR.

De hecho, el autor de la ley electoral, el ex ministro Roberto Calderoli, la calificó como "una cerdada".

Marini, que aún no ha fijado el calendario ni ha dado un tiempo para las consultas, comenzará las reuniones esta tarde a partir de las 16.00 hora local (15.00 GMT).