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Rajoy traslada a Salgado su disposición a participar

El Gobierno convoca para el jueves una primera reunión con todos los partidos

GONZALO LÓPEZ ALBA

El Gobierno, con su presidente a la cabeza, puso ayer manos a la tarea de disipar la impresión de que la comisión anunciada para negociar un pacto contra la crisis no pasa de ser una maniobra táctica que se quedará en agua de borrajas.

Veinticuatro horas después de su anuncio en el Congreso, José Luis Rodríguez Zapatero reunió a sus tres negociadores Elena Salgado, José Blanco y Miguel Sebastián para establecer el método de trabajo y las prioridades, y, sobre todo, demostrar que está 'absolutamente implicado en conseguir estos grandes acuerdos'.

La primera reunión con todos los partidos se celebrará el jueves y el Gobierno cuenta con la participación del PP, al que reconocerá su primacía en la oposición como primer convocado a las sesiones bilaterales que se abrirán a continuación.

Así se lo trasladó en la tarde de ayer la vicepresidenta segunda al presidente del PP, durante una conversación telefónica en la que, según dijo Elena Salgado, Mariano Rajoy se mostró 'correcto e interesado', aunque no le aclaró a quién o quiénes designará como representantes. El Gobierno no quiere que sean más de dos, pero espera que tengan 'un nivel de representación importante', acorde con el del equipo negociador designado por Zapatero.

La impresión que Salgado obtuvo de su charla contrasta con las declaraciones del responsable de Comunicación del PP, Esteban González Pons, que calificó de 'pachanga' la comisión.

No obstante, la vicepresidenta segunda reiteró que el Gobierno 'va a hacer todo lo posible' para incorporar al PP al 'gran acuerdo marco' que pretende en torno a las cuatro áreas planteadas por Zapatero: empleo, déficit, créditos e industria. La posibilidad de que el presidente convoque al líder de la oposición la dejó abierta, aunque según fuentes gubernamentales tendría más sentido como colofón de la negociación que como preámbulo.

Salgado intentará cerrar hoy los contactos para ultimar cuanto antes la composición de la primera mesa de trabajo. A ella se incorporará, como representante del PSOE, su portavoz en el Congreso, José Antonio Alonso.

A esa primera reunión 'de todos', el Gobierno aportará 'un documento muy abierto', con 'las líneas de trabajo' ya esbozadas por el Ejecutivo para que sirvan de punto de partida 'a las aportaciones que esperamos de todos'. Para reforzar la idea de que va en serio, se ha buscado para la negociación una instalación que albergue también de forma permanente, durante los dos meses de plazo puestos por Zapatero, a los 'equipos técnicos'. Se trabajará 'mañana y tarde', y, según vino a decir Salgado, lo que haga falta.

Será un edificio dependiente del Ministerio de Fomento, en la calle Zurbano, lo que ayer ya llevó a algunos a apresurarse a hablar del pacto de Zurbano. Por si no resulta,Salgado proclamó que el Gobierno 'no va a dejar de gobernar, ni antes ni durante ni después de estos dos meses'.

Tras la reunión de hora y media con Zapatero, Salgado se sometió durante más de 30 minutos a preguntas de los periodistas y se atuvo a la doctrina oficial para explicar la ausencia de María Teresa Fernández de la Vega y Celestino Corbacho: 'Es una comisión fundamentalmente económica y los temas laborales están en el Diálogo Social'.

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