Este artículo se publicó hace 13 años.
Rato espoleó la "innovación financiera"
Los discursos del exgerente del FMI evidencian que priorizó los mensajes positivos en la burbuja
Belén Carreño
¿Supo interpretar el FMI que dirigía Rodrigo Rato las señales de la peor crisis financiera de la historia? ¿Conocía el vicepresidente económico del Gobierno de Aznar las opiniones discordantes en su organismo? O, en realidad, ¿alimentó la especulación financiera con los productos de alto riesgo que desataron la recesión económica?
La publicación el miércoles del informe de auditoría sobre el trabajo del FMI entre 2004 y 2007, los años de mandato del actual presidente de Caja Madrid, han puesto en entredicho el papel del español que ha llegado hasta ahora a un cargo más alto en los organismos internacionales. El informe revela cómo las debilidades internas de la institución, y el pensamiento hegemónico imperante, impidieron alertar de la crisis, una de las principales misiones que tiene el Fondo.
EEUU, Reino Unido e Italia fueron los que más presionaron al FMI
Los discursos del actual presidente de Caja Madrid durante su mandato evidencian que no supo o pudo anticiparse a la crisis que estaba formándose y que, en sus intervenciones, alentó la "innovación financiera" que terminó provocando el descalabro de los mercados de capitales. Este último punto es uno de los que critica con más dureza la Oficina de Evaluación Independiente (OEI).
Con motivo de unas jornadas de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) en Mallorca en marzo de 2007, Rato realizó una defensa de los hedge funds, los conocidos como fondos de inversión libre o de alto riesgo, con cuyas operaciones se jugó la estabilidad financiera mundial. Los hedge funds "aportan beneficios obvios: han añadido liquidez al mercado y han ayudado a transferir el riesgo a una variedad mucho mayor de inversores dispuestos a asumirlo. En ese sentido han contribuido a la estabilidad y también han ayudado a reducir la ineficiencia de los mercados", defendió Rato.
Lo que se conocía entonces como "ineficiencias del mercado" significaba que había productos de baja rentabilidad, o de difícil colocación por su alto riesgo, que gracias a estos instrumentos financieros encontraron vía libre para colocarse y diseminar créditos fallidos en los balances de entidades crediticas de todo el mundo.
El círculo de Rato dice que el informe es una maniobra de Strauss-Kahn
Meses antes, algunos expertos, como el propio economista jefe del FMI, Raghuram Rajan, habían advertido de los excesos que se estaban cometiendo en el mercado del crédito mediante esa aparente ilusión óptica de que los bancos sacaban los riesgos de sus balances, cuando en realidad sólo los derivaban creando una burbuja. Sin embargo, ante aquella audiencia financiera en Palma de Mallorca, Rato prefirió mostrarse confiado en la solidez y pericia del sistema financiero: "El panorama es brillante, especialmente en el sector financiero, que se encuentra en medio de un espectacular periodo de cambio".
El optimismo de Rato se extendía al resto de la economía. "Este es un momento de grandes oportunidades en el sector financiero y en la economía mundial. Si los gobiernos y el sector privado logran aprovechar las oportunidades que tienen ante sí, superar los retos y controlar los riesgos, las perspectivas de que continúe la prosperidad a escala mundial son excelentes", dijo.
Seis meses después, el 24 de septiembre de 2007, cuando los primeros temblores del terremoto financiero habían sacudido ya los mercados mundiales (dos hedge funds del banco de inversión Bear Stearns quebraron, se suspendió a dos fondos de BNP Paribas y Northern Rock habló de quiebra por los impagos en las hipotecas) Rato volvió a dar otro discurso en España, invitado por el Club Roma. En esta intervención, el político del PP prestó atención a las "perturbaciones" financieras, pero las relativizó en pro de la flexibilidad. "En mi opinión, las recientes perturbaciones no constituyen un motivo para renunciar a los beneficios de la innovación financiera y la globalización", aseguró.
El exdirigente del PP cree que el personal cambió bajo su mandato
Esta forma de espolear la innovación financiera se mezcló con otros defectos de organización en el Fondo que se señalan en el informe externo. Básicamente, la forma de trabajar de los técnicos en "compartimentos estancos", la "autocensura" y las presiones políticas externas.
Aunque muchos de estos fallos se habían detectado en auditorías anteriores, no hubo cambios durante el mandato de Rato. Sin embargo, en uno de sus discursos de despedida el propio Rato expresaba así su paso por el Fondo: "Naturalmente, un director gerente no es el dueño del FMI: simplemente lo administra por un tiempo y en el mejor de los casos ayuda a que un personal comprometido y unos miembros interesados trabajen en armonía".
El vicepresidente defendía además la capacidad de reacción de sus subordinados: "El mundo exterior a veces cree que el personal de las instituciones internacionales es reacio a cambiar. Esto no es cierto en el caso del personal del FMI. Cada vez que les he pedido que cambien, han respondido al desafío. De hecho, han ido más allá: ellos mismos han sido el motor de cambio de la institución".
El director gerente del FMI pide que los países se impliquen más en el organismo
Presiones políticasEn cuanto a las presiones políticas, el propio Rato ha confesado a su círculo más cercano que el primer ministro británico, Gordon Brown, le amonestó sobre el contenido de sus informes. Según fuentes próximas al FMI, EEUU, Reino Unido e Italia fueron los países que más "presionaban" para sesgar la línea de los informes en aquel periodo.
Con todo, el círculo próximo a Rato lamenta que no se hayan tenido en cuenta los informes que alertaban de los desequilibrios mundiales (referidos a los balances por cuenta corriente), o que no se reconozca el espaldarazo que Rato dio a la supervisión financiera, llevándola del G-7 a una comisión que lideró el exgobernador del Banco de España.
Las mismas fuentes señalan que este informe ve la luz al final del mandato del actual director gerente, Dominique Strauss-Kahn, que suena como posible candidato a la presidencia francesa. Según estas fuentes, Strauss-Kahn quiere aparecer como el líder que logró cambiar el FMI y solucionó la crisis. El francés, sin embargo, salió ayer en defensa de su predecesor al asegurar que "esto ha sido un fallo de la comunidad internacional" y no de Rodrigo Rato, y pidió que los líderes mundiales se impliquen más en el organismo para que este mejore.
El otro español que no alertó del crash financieroEl ex director gerente del FMI, Rodrigo Rato, no fue el único español con un alto cargo de responsabilidad en la vigilancia de los mercados financieros antes del estallido de la crisis. La mano derecha de Rato, Jaime Caruana, gobernador del Banco de España en las legislaturas de Aznar, organizó y coordinó la supervisión financiera. Sin embargo, la aproximación de Caruana a la supervisión financiera internacional no fue tan prudente como la que había ejercido en España. Sus informes destacaron la "solidez" de los grandes bancos y alabaron la "diversificación" de sus negocios. También se ensalzaban los progresos en "gestión de riesgos" y las "nuevas posibilidades" que habían traído los productos hipotecarios.
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