Este artículo se publicó hace 13 años.
Sin una reforma de las pensiones "no salen los números"
Rubalcaba ha insistido en la necesidad de poner sobre la mesa medidas para que los trabajadores de entre 30 y 50 años tengan garantizada una pensión en el futuro
En la senda emprendida por el Ejecutivo para llegar al 28 de enero, día en que se aprobará la reforma de las pensiones, con el mayor consenso posible, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado que el Gobierno "peleará" por alcanzar el acuerdo.
El vicepresidente primero insistió en que, sin cambios, "no salen los números". Así se expresó tras el Consejo de Ministros, momento en el que se refirió a la reunión de esta tarde del ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, con los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez. Una reunión que, según ha aclarado CCOO, no será decisiva, ya que con esta cita se inaugura una negociación "de carácter permanente" que "podría prolongarse" este fin de semana.
Respecto al encuentro, recordó que el Gobierno ya anunció su pretensión de iniciar contactos con los sindicatos, la patronal y los grupos políticos para que el proyecto de ley sobre la reforma de las pensiones tenga "el mayor consenso posible" cuando se apruebe el próximo 28.
"Nuestro ánimo es consensuarlo, porque es un tema muy importante"
Rubalcaba no quiso anticipar opiniones sobre el eventual resultado de la negociación con los sindicatos.
"Nuestro ánimo es consensuarlo, porque es un tema muy importante y clave para el futuro de nuestra sociedad", dijo al respecto.
Voluntad de diálogoInsistió en que es necesario poner sobre la mesa medidas para que los trabajadores entre 30 y 50 años tengan garantizada una pensión en el futuro, porque la actual demografía así lo exige.
Esta exigencia, dijo, constituye una "base racional" para empezar a hablar con los sindicatos sobre la reforma del sistema de pensiones y reiteró que al Ejecutivo "no le va a faltar" voluntad de diálogo.
Para ilustrar los cambios demográficos y dar una idea del envejecimiento de la población, se refirió a la familia del ministro de Fomento, José Blanco, que es hijo único, mientras que su padre tiene siete hermanos.
El vicepresidente quiso dejar claro que el sistema de pensiones actual es sólido y que su reforma no tiene nada que ver con los actuales jubilados, cuya pensión está garantizada "hasta que se mueran".
Dijo que tampoco tiene que ver con "aquellos a los que le quedan diez o veinte años para jubilarse", aunque reconoció que éstos sí podrían ver modificado "algún elemento de su pensión" con la reforma.
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