Este artículo se publicó hace 13 años.
S&P pone en revisión las notas de 15 países de la eurozona
Se trata de un movimiento sin precedentes que podría terminar con un recorte de las calificaciones en los próximos tres meses
La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's (S & P's) ha enseñado de nuevo los dientes. Esta misma noche ha anunciado que cambia su pronóstico para la nota de 15 economías de la zona del euro. El castigo va claramente para Alemania y Francia, que son dos de los principales países europeos que mantienen la triple A, es decir, el sobresaliente como posible destino de inversiones.
La agencia estadounidense puso en perspectiva negativa al Estado alemán y al francés, y también al resto de países con triple A. Asimismo, afecta a la calificación de España, AA-, cuya nota también pone en perspectiva negativa.
La crisis de deuda que afecta a los países del euro es el argumento que exhibe la primera agencia de calificación de rating. "El estrés sistémico en la zona euro ha aumentado en las últimas semanas y ha llegado a tal nivel que una revisión de todos los soberanos eurozona calificación está justificada ", dijo la agencia en un comunicado. La decisión final dependerá del resultado de la cumbre del próximo viernes.
No es la primera vez que Standard & Poor's intenta interferir con sus anuncios en las decisiones políticas de la eurozona. Ayer, su cambio en las perspectivas de las calificaciones se produjo justo después de la cumbre bilateral en París entre la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
La jugada a Europa de Standard & Poor's es un movimiento sin precedentes que podría terminar con un recorte de las calificaciones en los próximos tres meses.
Ayuda a GreciaPor otra parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó ayer el sexto tramo de ayuda a Grecia de 2.200 millones de euros, que forma parte del primer paquete de rescate conjunto con la Unión Europea acordado en 2010 por valor de 110.000 millones de euros. Estos nuevos fondos se suman a los 8.000 millones aprobados en octubre por el Eurogrupo, después de que la llamada troika -la Comisión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo- diera el visto bueno a los planes de ajuste y al programa de reformas estructurales de Atenas. Este último desembolso era considerado indispensable para que Grecia pudiera afrontar el pago en diciembre de pensiones y salarios en el sector público.
Las ayudas se desbloquearon después de que tanto el Gobierno como la oposición griegos aceptasen, por escrito, cumplir las reformas pactadas y justo el día en que el Ejecutivo griego presidido por el tecnócrata Lukas Papadimos aprobó un nuevo presupuesto público que incluye un plan de recortes en el gasto y aumento de los impuestos de 10.000 millones, además de la participación del sector privado en la quita sobre la deuda griega, informa Yiannis Mantás.
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