Sylvinho, algo más que un padre para el vestuario

Hacía diez días que Sylvinho se olía que sería titular en la final de Roma. La semana antes del partido de Liga contra el Mallorca, Guardiola hizo un aparte con el brasileño: "Sylvio tienes que estar preparado, es muy probable que juegues en Roma".

"Desde ese momento, planeamos con Pep cómo administrar los minutos en los partidos que quedaban hasta la final para que llegase en mi mejor forma", desvela el defensor. "Necesitaba rodaje porque apenas había jugado, pero teníamos que ir con cuidado con las lesiones y la carga de trabajo", abunda el brasileño.

Y por fin llegó el día. Y el miércoles a las siete de la tarde, cuando no faltaban ni dos horas para que comenzara el encuentro contra el United, Guardiola confirmó el once a sus jugadores.

"Fue increíble, uno de los mejores partidos que uno puede jugar y ganar; llevaré en mi corazón este encuentro para siempre", aseveró el lateral tras superar el berrinche de felicidad que le embargó sobre el césped del Olímpico de Roma cuando terminó el encuentro. "En el fútbol, como en otras profesiones, hay días buenos y días muy tristes, pero yo siempre digo que lo importante es perseverar, porque al final llegan duelos así... Yo sabía que mi experiencia sería importante", proclama.

Es probable que la final de Roma sea el último partido que Sylvinho juega con la camiseta del Barça, un colofón de oro para el palmarés que se ha labrado como azulgrana. Un hasta luego, pues el club prevé contar con él para otros menesteres.