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Un testigo dice que Ortega Cano iba "achispaete" y "se tambaleaba" antes del accidente

Otras dos personas aseguran, en cambio que el acusado estaba 'totalmente normal' y 'para nada borracho'. La juez ha ordenado un careo entre algunos de los testigos para aclarar las versiones

EUROPA PRESS

Un hombre que trabajaba como camarero en el Hotel La Alquería de la localidad sevillana de Burguillos donde el extorero José Ortega Cano paró antes del accidente mortal donde falleció Carlos Parra asegura que, la noche de los hechos, coincidió con el exganadero en el establecimiento y pudo observar que iba 'achispaete' y que 'se tambaleaba un poco', dándole la sensación de que 'había bebido alcohol'.

Durante la tercera sesión del juicio que se celebra en el Juzgado de lo Penal número 6 de Sevilla, Juan José L.J. ha relatado que sobre las 22:00 horas del día 28 de mayo de 2011 se encontraba con su mujer y su hija en el hotel cuando observó allí al extorero, por lo que le saludó diciéndole 'buenas tardes maestro', pero el acusado 'no me contestó'. 'No lo vi capaz de mantenerse totalmente vertical, estaba un poco trastabillado', ha añadido, señalando que también lo vio con 'una copa de balón' en la mano llena 'de un líquido de color oscuro con hielo', punto en el que ha precisado que este tipo de copas 'se usan para bebidas espirituosas, alcohólicas'.

Al hilo de ello, este testigo ha señalado que, posteriormente, vio al exganadero en la explanada ubicada junto al hotel 'intentando abrir' la puerta del coche, pero 'le costaba trabajo'.

A la mañana siguiente, y cuando estaba trabajando en la barra del hotel La Alquería como camarero sirviendo a un cliente pudo escuchar al gerente del establecimiento diciéndole a dicho cliente 'he visto al maestro como no lo he visto nunca; mi señora le ofreció una habitación para que se quedara'. Este testigo, que anteriormente había trabajado como camarero en la finca propiedad del acusado, ha aseverado igualmente que 'no le ha servido nunca coca-colas ni aquarius', sino que 'normalmente' le servía 'whisky, vino o manzanilla dulce'.

Un segundo testigo, camarero también del hotel La Alquería de Burguillos (Sevilla) donde el extorero José Ortega Cano paró antes del accidente de tráfico donde falleció Carlos Parra, asegura que el acusado 'iba bajo los efectos del alcohol' y, una vez dentro del local, le pidió que le sirviera 'un Ballantine con coca-cola'. Durante su declaración este jueves, el testigo, Cristóbal R.O., ha narrado que sobre las 21:30 horas del día 28 de mayo de 2011 se encontraba trabajando como camarero en la barra de este hotel y vio al acusado entrar en el mismo, tras lo que le pidió que le sirviera dicha bebida 'en copa de balón', copa de la que 'le vio beber'.

Según ha dicho este testigo en el juicio que se celebra en el Juzgado de lo Penal número 6 de Sevilla, a Ortega Cano 'le costaba hablar, balbuceaba, se trababa e iba con los ojos rojos', añadiendo que el acusado ya había ido en otras ocasiones al hotel y 'nunca' había pedido 'nada que no tuviera alcohol'.

De su lado, otra testigo ha dicho que el día de los hechos se encontraba en frente del hotel esperando a su marido y pudo observar al procesado saliendo del hotel. 'Me llamó la atención el estado en el que iba, tambaleándose, por lo que pensé que había bebido, porque era algo notorio'. Al día siguiente, la testigo fue al hotel por la mañana y escuchó al gerente del local diciendo que, la noche anterior y dado el estado en el que se encontraba el exganadero, su mujer le ofreció pasar la noche allí, invitación que el acusado declinó porque tenía que volver a su finca. El abogado del acusado, Enrique Trebolle, ha pedido entonces un careo entre esta testigo y el gerente del hotel La Alquería.

En cambio, otros dos testigos que han declarado este miércoles han asegurado que el acusado estaba 'totalmente normal' y 'para nada borracho', en contra de lo dicho hoy mismo por otras tres personas. El testigo Estanislao M.M., que había invitado a la hija del torero, estuvo con él hacia las 21:00 horas del 28 de mayo de 2011 y ha asegurado a la juez que Ortega Cano estaba 'en condiciones totalmente normales' y que en su casa de Villaverde del Río (Sevilla) le sirvió una coca cola. Ha relatado el detalle de que pidió a Ortega Cano el favor de que lo llevase en su coche a una fábrica y le llamó la atención de que pasó por una calle estrecha donde tuvo que recoger los retrovisores y no rayó ningún coche. A continuación el imputado se dirigió a Burguillos (Sevilla) en un trayecto de diez minutos por una carretera donde su supuesta conducción en zigzag y peligrosa llevó a los ocupantes de otro coche a denunciarlo al 112.

Jose A.M., gerente del hotel de Burguillos donde a continuación paró Ortega Cano, ha asegurado que el acusado solo tomó una coca cola, en contra de la declaración del camarero que dijo que iba acompañada de güisqui, y ha asegurado que lo vio 'en perfectas condiciones para conducir'. Esta discrepancia ha llevado a la juez a ordenar un careo entre el gerente y la testigo que al día siguiente le oyó decir que el toreo llevaba 'una cogorza como un mulo', diligencia en la que ambos se han ratificado en sus versiones. 

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