Este artículo se publicó hace 15 años.
La ultraderecha italiana, lista para patrullar las calles
Las patrullas callejeras están formadas por voluntarios ultras con ropa paramilitar dispuestos a "salvaguardar la integridad nacional"
De las rondas padanas a las rondas negras. Primero fue la xenófoba Liga Norte de Umberto Bossi, ahora el racista MSI-Derecha Nacional.
Ambas formaciones ultraderechistas ya cuentan con patrullas callejeras para limpiar las ciudades y pueblos trasalpinos. Los primeros usan gorras verdes y visten ropa convencional, pero la estética paramilitar de la llamada Guardia Nacional Italiana impone por su marchamo fascista.
Las camisas negras, ahora, son de color caqui. Llevan corbata, brazalete, escudo del aguila imperial romana y una aparatosa gorra de plato. De esta guisa, unos 2.000 voluntarios de Derecha Nacional patrullarán las calles, aunque no les estará permitido el uso de armas.
La Fiscalía de Milán —la ciudad donde fue presentado el nuevo cuerpo paramilitar— ya ha iniciado una investigación, aunque las rondas negras no podrán comenzar hasta la entrada en vigor de la nueva Ley de Seguridad.
Objetivo: proteger la "integridad nacional"Precisamente, el objetivo de esta guardia es colaborar con las fuerzas de seguridad del Estado y salvaguardar la "integridad nacional", según los responsables de la iniciativa. Para ello, harán rondas por zonas inseguras y darán cuenta de los delitos que se puedan cometer.
"Hay que expulsar a los inmigrantes, un peligro para la pureza de nuestra raza. Los maricas pueden trabajar, pero escondidos"Detrás de la Guardia Nacional Italiana se encuentra Gaetano Saya, un ultraderechista que se hizo con las históricas siglas del Movimiento Social Italiano cuando el posfascista Gianfranco Fini (ahora en El Pueblo de la Libertad, dirigido por Silvio Berlusconi) montó Alianza Nacional. Líder también del Partido Nacionalista Italiano, Saya ha tenido problemas con la Justicia por sus ideas racistas.
Así, no dudó en ilustrar su programa político de 2006 con proclamas como ésta: "Hay que expulsar a todos los inmigrantes, porque son un peligro para la pureza de nuestra raza. Los maricas, en cambio, pueden trabajar tranquilamente, pero deben permanecer lo más escondidos posible".
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