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El veredicto del juicio contra Fritzl se espera para el jueves

Reuters

Josef Fritzl, el austriaco que engendró a siete bebes con su hija, a la cual encerró en un sótano durante 24 años, será sentenciado el jueves y podría ser condenado a cadena perpetua.

Fritzl, de 73 años, se declaró culpable de mantener relaciones incestuosas con su hija Elisabeth, pero niega haber asesinado a su hijo recién nacido y haberla esclavizado en un sótano sin ventanas construido bajo su casa.

El jurado formado por ocho personas estaba el martes cerca de terminar de revisar un vídeo de 11 horas con el testimonio de Elisabeth, que ahora tiene 42 años, en el cual describía cómo fue su vida bajo tierra durante más de dos décadas.

"La (grabación) tardó algunos días y de hecho fue una experiencia muy estresante para la víctima", expresó en una conferencia de prensa el portavoz del tribunal, Franz Cutka.

Al jurado del juicio, realizado principalmente a puerta cerrada, se le ofreció ayuda psicológica, agregó.

También se proyectó un vídeo de uno de los hermanos de Elisabeth.

"(Fritzl) vio las grabaciones de vídeo con gran atención y preocupación", comentó Cutka.

El veredicto debería ser leído un día antes de lo esperado, agregó.

Fritzl entró en el tribunal el martes escondiendo su cara detrás de una carpeta azul, al igual que el lunes, el primer día del juicio. Sin embargo dejó caer la carpeta brevemente, permitiendo que se realizaran las primeras fotografías de su cara demacrada en la sala.

El ingeniero retirado se enfrenta a cadena perpetua si es hallado culpable de la muerte de un gemelo a causa de negligencia. El bebé murió poco después de nacer en el sótano en 1996.

Los fiscales dijeron que Fritzl abusó en repetidas ocasiones de su hija frente a los niños aislados bajo tierra, utilizándola como si fuera de su propiedad.

El hombre de declaró "parcialmente culpable" del cargo por violación.

El abogado de Fritzl dijo que su cliente se preocupaba por su hija y los niños que tenía encerrados, como si fueran "una segunda familia".

"Sin duda gran parte de sus actos fueron monstruosos", precisó el lunes el abogado de Fritzl, Rudolf Mayer, a la televisión austriaca, describiendo a su cliente como "muy nervioso" y "avergonzado" antes de entrar en el tribunal.

Mayer sostuvo que Fritzl había llevado a Kerstin de 19 años, la mayor de sus hijos nacidos bajo tierra, al hospital en abril cuando estaba gravemente enferma, acción que llevó al descubrimiento del sótano.

Rechazó las descripciones de Fritzl como profundamente malvado.

"Un monstruo simplemente se hubiera deshecho de todos los testigos", explicó Mayer, haciendo referencia a Elisabeth y a los niños cautivos.

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