Este artículo se publicó hace 13 años.
Yemen acude a las urnas para decidir si respalda el plan de transición
Los yemeníes están llamados mañana a las urnas divididos entre quienes consideran que la segura elección como presidente de Abdo Rabu Mansur Hadi es un triunfo de la revolución y aquellos que lo ven como una continuación del régimen anterior.
Hadi, vicepresidente del país y actual presidente en funciones, es el único candidato en estos comicios presidenciales anticipados, de carácter plebiscitario, que implican la salida definitiva del poder de Alí Abdalá Saleh tras más de un año de protestas.
"Juntos construimos el nuevo Yemen" es el lema más utilizado en los carteles electorales con la imagen de Hadi, que inundan los espacios publicitarios de las principales calles de Saná y de otras ciudades yemeníes.
Esta idea de comienzo de una nueva etapa es compartida por el activista de derechos humanos y opositor Fathi Abu Ras, quien dijo a Efe que "los comicios conducirán a Yemen por el camino correcto y sacarán al país del conflicto actual".
"Los que apoyan la revolución tienen que participar en las elecciones, porque derrocar a Saleh era el primer objetivo de la revolución", subrayó Abu Ras.
Estos comicios, organizados conforme al plan del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) para el traspaso del poder en el Yemen, pondrán fin oficialmente al mandato de más de 33 años de Saleh.
Pero este cambio de gobernantes no es visto por muchos como una realidad. El manifestante Mohamed al Shumairi, acampado en la plaza Taguir (Cambio) de Saná, epicentro de la revolución, aseguró a Efe que "las elecciones son un mero trámite y el régimen de Saleh seguirá en su totalidad después de ellas".
Aunque la ausencia de candidatos rivales convierten las elecciones en un referéndum sobre la legitimidad de Hadi, los distintos partidos yemeníes integrados en el Gobierno de unidad nacional formado el pasado diciembre han instado a votar a sus seguidores.
Sin embargo, la cita electoral se enfrenta al boicot de los separatistas sureños, que abogan por la secesión del sur del Yemen, y de los rebeldes chiíes del movimiento hutí, que controlan zonas del noroeste del país.
En los últimos días, miembros del movimiento secesionista del sur han atacado varios colegios que se utilizarán mañana como centros de votación en la ciudad meridional de Adén.
Hoy, un soldado yemení resultó herido grave por disparos de hombres armados en un colegio electoral en esa ciudad, capital del Yemen del Sur hasta su unión con el Yemen del Norte, en mayo de 1990.
Los atacantes, que no fueron identificados pero se cree son separatistas, hicieron primero estallar un artefacto explosivo en el centro de votación.
Debido a estos llamamientos al boicot, se espera que la participación en los comicios sea baja en las ciudades meridionales del país y en la provincia de Saada, bastión de los rebeldes hutíes.
Más de 10 millones de yemeníes están llamados a las urnas mañana, según los datos de la Comisión Suprema Electoral, que prevé una participación masiva en el resto de las zonas del país.
El órgano electoral señaló que un total de 29.000 colegios abrirán sus puertas a las 08.00 hora local (5.00 GMT) y cerrarán a las 18.00 (15.00 GMT).
Los centros de votación serán supervisados por unas 89.000 personas, mientras que las autoridades yemeníes han desplegado a más de 100.000 soldados para garantizar la seguridad durante el plebiscito.
Saleh instó hoy de nuevo a los yemeníes a "participar activamente en esta madurez democrática", en su último discurso a la nación, leído por la televisión estatal.
Por su parte, Hadi expresó ayer en un comunicado su esperanza en "un futuro mejor en el que los pilares sean la justicia, la libertad, la igualdad y el respeto a los derechos humanos".
El mariscal Hadi, de 66 años y vicepresidente desde 1994, se convertirá así en el primer presidente del país unido procedente de la antigua República de Yemen del Sur.
Es una personalidad de consenso aceptada por los seguidores de Saleh y por la mayoría de los opositores, ya que no participaba en la toma de decisiones de manera directa.
Ante la ausencia de candidatos entre los que elegir, estos comicios son un paso más para legitimar al nuevo gobernante que sustituye a Saleh, cuya caída era la principal exigencia de los manifestantes que salieron por primera vez a la calle hace más de un año.
Por ello, el objetivo de los votantes está claro para la profesora Samah al Mushki: "Quien vota a Hadi en realidad vota por la salida de Saleh del poder", aseguró.
Jaled Abdalá
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