Este artículo se publicó hace 17 años.
Zapatero fuerza la máquina para pactar la financiación
El presidente persigue una reunión inminente con Montilla para escenificar el acuerdo
Con los presupuestos aprobados bajo el brazo, José Luis Rodríguez Zapatero, viró sus ojos hacia Catalunya y puso la quinta marcha para resolver en los próximos días el espinoso asunto de la financiación autonómica. Durante todo el día de ayer circuló la posibilidad de un inminente encuentro en Moncloa este mismo sábado entre Zapatero y Montilla, posterior a otra reunión entre los equipos de Solbes y Castells, para cerrar el acuerdo. Al final la fecha queda pendiente de la agenda de ambos presidentes, pero es evidente que el proceso está "muy avanzado", según fuentes conocedoras de las negociaciones, y que ahora se está en los flecos finales y en un apartado no menos importante: la escenificación. De hecho no se descarta que finalmente sea el sábado el día escogido.
El propio Zapatero indicó, después de votar los presupuestos, que "estamos trabajando". Más explícito fue el vicepresidente económico, Pedro Solbes, que se mostró "optimista" y reveló que "tengo a todo mi equipo trabajando" en pro de un acuerdo. "Antes del 31 de diciembre espero que tengamos alguna noticia", añadió. En Moncloa daban por seguro que antes de esa fecha habría un "preacuerdo político" que incluiría a Catalunya y las comunidades con gobierno socialista.
Suspicacias en el PP
Las noticias sobre la reunión Zapatero-Montilla despertaron suspicacias en el PP. Su vicesecretario general de Política Autonómica, Javier Arenas, tildó de "inaceptable" que el presidente Zapatero y Pedro Solbes "quieran pactar el nuevo modelo de financiación autonómica con una comunidad, Catalunya, y luego imponérselo al resto de las autonomías".
Lo cierto es que el Gobierno ya ha dado pasos para sumar al PP al consenso. Ayer mismo Solbes reveló que el martes mantuvo una primera reunión con el responsable económico del PP, Cristóbal Montoro. Hay que tener en cuenta que el País Valenciano y la Comunidad de Madrid, gobernadas por el PP, comparten la misma problemática de falta de recursos que Catalunya. No así otras como Castilla y León.
Eso no impidió que el presidente valenciano, Francisco Camps, criticara ayer las negociaciones del Gobierno con Catalunya y pidiese que se busque la "unanimidad" del resto de comunidades ya que no se puede pactar "de forma bilateral" con el president de la Generalitat de Catalunya, José Montilla, "la financiación para sanidad y educación de todos los españoles". Por el contrario, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, instó a Montilla a dimitir si no consigue un "buen" acuerdo para Catalunya antes del 31 de diciembre.
Recelos en la Generalitat
La postura oficial del Govern no cambió en el día de ayer. Desde el departamento de Economía, que dirige Antoni Castells, se insistía en que "el acuerdo está lejos de estar cerrado" aunque se reconocía que los contactos eran "constantes". Otras fuentes del Govern decían "no entender" las prisas que le han cogido a Zapatero y advertían de que ellos no participarían en una "política de fotos". Aunque sí que se admitía que había "una aceleración evidente" del proceso negociador. Se trata de una frialdad que podría responder a una simple estrategia negociadora (para no rebajar el listón de la exigencia) o bien al temor, expresado en privado por varios miembros del Govern, de ser víctimas de una "envolvente" para que les sea cada vez más difícil oponerse al acuerdo.
Por contra, otras fuentes apuntaban en sentido contrario y se mostraban mucho más optimistas. "Estamos en la recta final, habrá reunión para escenificar el pacto y sólo queda decidir si será el sábado, el domingo u otro día", afirmaban.
Como nota significativa ayer no hubo ninguna reacción negativa por parte del resto de comunidades socialistas al anuncio de la reunión Zapatero-Montilla. Para algunos éste es el signo definitivo de que el PSOE está conjurado para desencallar la cuestión y rescatar así su relación con el PSC.
Las claves de la negociación
FINANCIACIÓN ACTUAL
El sistema fue acordado en su práctica totalidad por PPy CiU en 2001 y aprobado luego por el resto de comunidades después de negociaciones y ajustes bilaterales. Entre sus principales defectos está que no previó la actualización de la población (se cogió como referencia el censo de 1999) y eso ha provocado grandes desfases presupuestarios en las comnuidades que más han crecido los últimos años como Madrid, País Valenciano o Catalunya.
EL ESTATUT DE CATALUNYA
En la negociación sobre el Estatut, la parte catalana incluyó un capítulo sobre financiación que fue aceptado por el PSOE aunque Catalaunya está sometida al régimen común . El Estatut prevé un aumento de los porcentajes del IRPF, IVA e impuestos especiales que se ceden a las comunidades para asegurar su suficiencia financiera y la creación de la Agencia Tributaria propia para Catalunya.
LOS PUNTOS CALIENTES
Los puntos calientes de la negociación son los mecanismos de nivelación entre comunidades. Catalunya quiere que esa nivelación se circunscriba a la educación, la sanidad y los servicios sociales esenciales, que tienen que ser iguales en todo el territorio, de manera que si una comunidad es capaz de generar más recursos propios se pueda beneficiar de ellos. Y también que nadie baje posiciones en el ranking de recursos por cápita después de la nivelación.
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