Cómo purgar los radiadores correctamente paso a paso
Se trata de un mantenimiento básico para tener un invierno lo más confortable posible en casa.

Zaragoza-
Con la llegada del frío, mantener la casa caliente se convierte en una prioridad. Un asunto en el que la calefacción juega un papel fundamental. Claro que no siempre basta con darle al botón de encendido y dejar que los radiadores hagan lo suyo. En muchas ocasiones, sobre todo en instalaciones viejas, aunque no solo en ellas, es necesario purgar los radiadores para que estos funcionen de una manera eficiente. Al fin y al cabo, si los calefactores no funcionan al máximo de sus capacidades no solo vamos a desperdiciar energía, sino que vamos a tener fría la estancia.
Es por ello que, cuando se acerca el otoño y antes de que las temperaturas comienzan a descender, es recomendable purgar todos los radiadores de la casa. Obviamente esto solo aplica a aquellos calefactores que funcionan por medio de agua caliente, ya que son los que se pueden ver afectados por las bolsas de aire repartidas por el circuito.
¿Qué es purgar un radiador?
Purgar un radiador es la acción de extraer el aire acumulado que posee en su interior. Con el paso del tiempo es habitual que se acumulen bolsas de aire dentro del circuito de la calefacción. Esta circunstancia impide una correcta circulación del agua caliente, que es la encargada de dar temperatura a los radiadores. Si la cantidad de aire es muy alta, de hecho, puede hacer que el radiador quede inutilizado en la práctica.
Cómo purgar un radiador paso a paso
Para evitar este extremo, todos los radiadores poseen una válvula que permite vaciarlos por completo. De agua, sí, pero también del aire que llevan dentro. Es recomendable realizar esta tarea, al menos, una vez al año.
1. Preparar la herramienta
Lo primero, antes de comenzar a purgar los radiadores, es asegurarnos de tener a mano todas las herramientas necesarias para ello. Por norma general con un destornillador plano bastaría para abrir la válvula de cualquier radiador. Aunque en algunos casos se puede necesitar de una llave específica que está a la venta en ferreterías. Además, tenemos que aprovisionarnos de un cubo y, al menos, una toalla, pues al mismo tiempo que el aire también va a salir agua.
En el trabajo de preparación previa también es recomendable apagar la calefacción y esperar a que se enfríe el agua. Esto es, sobre todo, por seguridad, ya que el agua que circula por el sistema puede producir quemaduras en contacto con la piel. Además, se recomienda comprobar que el circuito tenga una presión de 1,5 bar.
2. Identificar la válvula del radiador
Una vez que tenemos todo preparado, el siguiente paso es identificar la válvula de purga del radiador. Generalmente se encuentra en uno de los dos extremos superiores del aparato, en el lado que no está conectado al circuito. Consiste en un pequeño saliente con una hendidura que poder girar con un destornillador. Esta no debe estar muy apretada, ya que con media vuelta aproximadamente debería comenzar a salir aire.
Lo recomendable es comenzar a purgar por el radiador más cercano a la caldera y, a partir de ahí, ir siguiendo el circuito del agua. No obstante, si por desconocimiento esto no es posible, tampoco debería influir en exceso en el resultado final.
3. ¿Cuánta agua hay que sacar para purgar un radiador?
Al abrir la válvula del purgado lo normal es que salga aire primero y, posteriormente, el agua que había en su interior. Aunque también se pueden alternar una y otra, provocando salpicaduras. De ahí el cubo que hemos preparado previamente, y que situaremos bajo la válvula; también la toalla, que nos servirá para que no se mojen la pared y el suelo.
No hay un tiempo establecido para purgar un radiador. La idea es sacar todo el aire de su interior, por lo que tendremos la válvula abierta hasta que este deje de salir y el flujo de agua sea continuo. El ruido que ejerza el radiador también nos ayudará a saber cuándo parar.
4. Repite la operación en todos los radiadores
Una vez hayamos terminado de purgar el primer radiador, lo siguiente es repetir el proceso en todos los radiadores de la casa. Hay que entender la calefacción como un todo, por lo que una bolsa de aire situada en uno de los radiadores puede afectar al rendimiento en conjunto del sistema.
5. Comprueba la presión de la calefacción antes de terminar
En el proceso de perder los radiadores la calefacción habrá perdido bastante agua, lo que afecta a la presión del sistema. Por ello, una vez que hayamos terminado, antes de proceder a recoger es importante comprobar que la caldera está a 1,5 bar (o la cantidad que recomiende el fabricante).
Finalmente, después de poner la calefacción en marcha, llega el momento de comprobar que todos los radiadores funcionan a la perfección. Es muy sencillo de probar ya que los radiadores obstruidos por el aire tienen a calentar de una manera irregular. En caso de que un calefactor alterne partes calientes con otras frías, o si hace un ruido de borboteo al encenderse, es probable que necesite ser purgado de nuevo.
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