Médicos expertos en gestión sanitariaNo parece que la remuneración de la investigación justifique la diferencia enorme entre el coste de producción y el precio de venta de los medicamentos.¿Cuál sería el precio razonable de estos medicamentos? De forma lógica el precio cubre el coste de producción más el beneficio industrial. Según algunos expertos (Hill A et al. Clinical Infectious diseases 2014) el coste de producción para un tratamiento de 12 semanas con sofosbuvir es inferior a 110 euros. El precio de venta, superior a los 25.000 euros, resulta una cantidad extremadamente alta y desproporcionada. Así lo entendieron algunos gobiernos europeos que, respondiendo a la iniciativa del gobierno francés en junio 2014, plantearon que los precios de los fármacos deben tener en cuenta la sostenibilidad de los sistemas de salud para que los pacientes puedan acceder en condiciones de igualdad a los tratamientos innovadores. Y así lo ha entendido también la Southeastern Pennsylvania Transportation Authority (EEUU) cuando el pasado 9 de diciembre presentó una demanda ante los Tribunales por el daño causado por los “precios exorbitantes” que ha tenido que pagar por Sovaldi para sus asegurados, dificultando el acceso al tratamiento. Los gobiernos europeos deberían plantear la revisión de las patentes y/o la aprobación de licencias obligatorias permitiendo la fabricación de genéricos.Este caso, como el de otros medicamentos de precios elevadísimos (con riesgos aún mayores en el futuro) que son necesarios para abordar problemas de Salud Pública de primera magnitud, como el cáncer o enfermedades emergentes, requiere el establecimiento urgente por los gobiernos de un sistema de precios justos y viables para los Sistemas sanitarios. En el caso de no llegar a acuerdos razonables con la industria los gobiernos europeos deberían plantear la revisión de las patentes y/o la aprobación de licencias obligatorias permitiendo la fabricación inmediata de genéricos, para permitir así el acceso de los pacientes a los medicamentos imprescindibles para mejorar su salud y evitar su muerte prematura. En relación con los medicamentos innovadores la Unión Europea debería hablar con una sola voz y garantizar a sus ciudadanos y a los sistemas de salud precios razonables.