1. Utiliza repelentes

Lo primero que pensamos a la hora de querer mantener a los mosquitos lejos es utilizar productos específicos para ello. Los repelentes no matan, pero mantienen lejos a estos insectos. 

Existen repelentes en muchos formatos. Se pueden aplicar directamente sobre la piel (sprays, roll-on, toallitas, cremas, etc.), pero también los hay que se pueden pulverizar sobre la ropa sin dañarla. Estos últimos pueden llegar a ser muy duraderos.

De igual manera, también se pueden utilizar las míticas pulseras que se venden en farmacias o algunos supermercados, pero no son el método más eficaz.

2. Evita los hábitats de los mosquitos

El agua estancada en verano, por lo general, es sinónimo de mosquitos. Por eso, siempre que puedan intenta mantenerte lejos de piscinas cuya agua no se ha cambiado en mucho tiempo, fuentes o, si tienes alguna mascota, procura cambiarle su bebedero a menudo.

De igual manera, también puedes evitar que tu casa se convierta en un lugar accesible para estos bichos. Es tan sencillo como instalar mosquiteras en las ventanas, más aún en verano, cuando apetece dormir con todo abierto para no pasar tanto calor.

3. Viste con colores claros

Los colores claros reflejan más la luz en la noche, cosa que los mosquitos no soportan. Evitando vestir de negro aumentamos la probabilidad de que sea otra persona la que sufra las consecuencias de sus picaduras.

También en relación con la ropa, cuanto más tapados estamos, menos superficie de nuestra piel está expuesta a estos insectos. A pesar del calor, no está de más una sábana fina por las noches para evitar que te piquen.

4. Evita olores que los atraigan

Olores dulces, que simulen los del azúcar, las gominolas o el chocolate son muy atrayentes para estos insectos tan molestos. Por eso mismo, se recomienda no utilizar champús, jabones, colonias o cremas de este tipo.