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Las olas de calor asfixian al hemisferio norte

El presidente de EEUU, Joe Biden, envía a John Kerry a China a buscar fórmulas que alivien el calentamiento.

Un hombre se refresca en una fuente en el centro de Barcelona, este martes.
Un hombre se refresca en una fuente en el centro de Barcelona, este martes. Quique García / efe

Las olas de calor están afectando a todo el hemisferio norte, que sufre actualmente seis veces más olas de calor que en los años ochenta.
A principios del mes de julio se alcanzaron los días más calurosos de la tierra en la historia moderna.

Estas temperaturas de récord están producidas por las emisiones de gases, sobre todo por la quema de combustibles fósiles y por el retorno del fenómeno El Niño, que se produce cíclicamente, según recoge el New York Times

En Asia, John Kerry, enviado por el presidente de EEUU, Joe Biden, se entrevistó esta semana con uno de los hombres fuertes del presidente chino, Xi Jingping, para buscar fórmulas de colaboración que permitan aliviar la intensidad del calor que también afecta a China y todo el sudeste asiático.

Pekín lleva este año ya registrados 27 días con temperaturas por encima de los 35 grados, la mayor cifra de la que se tiene registro.

En EEUU, las previsiones hablan de que Phoenix, en Arizona, va a batir el récord de 19 días consecutivos por encima de los 43 grados. Según el servicio del clima estadounidense, las condiciones climáticas empeorarán además en el Golfo y el sudeste del país.

El calor sofocante que también asfixia a media Europa estos días, con temperaturas diurnas de récord y noches tropicales, ha despertado una creciente preocupación por las consecuencias que pueda tener en la salud, sobre todo después de que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) alertara del riesgo de las noches tórridas.

Europa se calienta a doble de velocidad que la media mundial y en lugares donde se superan los 45 grados las temperaturas pueden permanecer en los 40 grados durante la noche, lo que es más peligroso para la salud que la temperatura diurna, dijo este martes un especialista de la OMM.

"Las temperaturas nocturnas son particularmente peligrosas para la salud humana porque el cuerpo es incapaz de recuperarse del calor permanente, lo que lleva a un aumento de ataques al corazón y a muertes", indicó el experto en calor extremo de la Organización, John Nairn.

Problemas en la salud

El problema de estas altísimas temperaturas es que buena parte de los habitantes del continente no están acostumbrados a ellas y a las autoridades les preocupa los problemas que pueda haber en la salud, sobre todo de los más vulnerables.

Ya el verano pasado, en el que el mercurio batió récord de calor en algunas partes de Europa, murieron 61.672 personas a causa del calor, según un reciente estudio dado a conocer por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), después de que la oficina estadística europea Eurostat ya notificara días antes un exceso de mortalidad inusualmente alto ese verano.

Trece regiones de España están en alerta por temperaturas muy altas, con especial incidencia en Aragón, Catalunya y Balears, donde hay aviso rojo, de riesgo extremo, por valores que alcanzarán hasta 43 grados.

El Mediterráneo, a 28 grados

La temperatura del Mediterráneo ya se sitúa en torno a los 28 grados frente a la costa mediterránea e, incluso, podría alcanzar los 30 antes de que llegue el mes de agosto, cuando lo normal era no alcanzar nunca esa cifra o hacerlo a finales del verano.

Italia no escapa al infernal calor, y de hecho es allí donde han bautizado Caronte al potente anticiclón que impulsa aire muy cálido desde África y que estos días dejará máximas históricas de 47 grados que se esperan en las islas de Sicilia y Cerdeña y noches tórridas, en las que es difícil conciliar el sueño.

Tan inusuales son estas temperaturas en algunas partes del continente que el presidente de la Federación de Médicas y Médicos del Servicio Público de Salud (BVÖGD) de Alemania, Johannes Niessen, dijo este martes que su país debería introducir costumbres habituales en el sur de Europa durante los meses de verano para adaptarse, como por ejemplo la siesta.

"Nos deberíamos fijar en los países del sur con respecto al calor en el ámbito del trabajo: madrugar, trabajar productivamente durante la mañana y siesta al mediodía es un concepto que deberíamos introducir en los meses de verano", según Niessen.

El presidente de la federación alemana de médicos afirma en declaraciones al grupo de medios RedaktionsNetzwerk Deutschland (RND) que "con calor elevado la gente no es tan productiva". "Dormir mal por la falta de refresco por la noche conduce a problemas añadidos de concentración".

Una recomendación que llega en una etapa de calor en Alemania que, sin embargo, no ha alcanzado todavía temperaturas récord y que en los próximos días presentará registros diferenciados a lo largo del país. El servicio meteorológico alemán prevé al comienzo de esta semana máximas de 24 grados en el norte y los niveles incluso quedarán por debajo de los 20 grados junto al mar del Norte.

Las máximas se prevé que se alcancen en el sur, con entre 28 y 27 grados. En Berlín este martes la previsión es que se alcance una temperatura máxima de 25 grados.

En Francia, las temperaturas van a subir hoy hasta los 40 grados en zonas interiores de la fachada mediterránea francesa, así como en Córcega, por la ola de calor que va a persistir varios días en esa isla y en la Provenza, según la previsión del servicio meteorológico francés, que ha declarado la alerta amarilla por calor este martes en la mitad del país, esencialmente en el sur y en el este y, sobre todo, la alerta naranja en siete departamentos en el Mediterráneo.

Sin embargo, el norte de Francia va a quedar al margen de esta ola de calor. Así por ejemplo, en la costa de Normandía y de Bretaña, las temperaturas apenas superarán los 20-21 grados este martes y este miércoles. En París, el termómetro subirá hasta los 29 grados este martes y hasta 26 este miércoles.

Incendios

Las altas temperaturas, unidas a la sequía, también alimentan los incendios forestales que arden a veces sin control incluso a las puertas de grandes ciudades.

Es el caso de Atenas, donde sigue la lucha contra tres grandes incendios desatados este lunes, que se propagaron con rapidez, que obligaron a la evacuación de miles de personas y calcinaron viviendas y automóviles.

Las imágenes difundidas este martes por los medios griegos muestran la devastación sufrida en la citada región, densamente poblada, con numerosas casas, locales comerciales y automóviles calcinados por completo.

También en España, concretamente en la isla de La Palma, del archipiélago de las Canarias, en el Atlántico, hay un incendio forestal que ya ha calcinado unas 3.500 hectáreas, que obligó a desalojar a miles de personas de poblaciones cercanas -que ya han podido regresar a sus viviendas- y que se ha introducido en un parque nacional de gran valor ecológico, el de la Caldera de Taburiente.

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