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Un paseo por la historia de Doñana

La vida en el parque natural, narrada en los cuadernos de campo de sus investigadores durante 50 años, se publica en internet. Los datos contienen información clave sobre cómo han cambiado las marismas y las especies protegidas

NUÑO DOMÍNGUEZ

Hace casi 40 años, cerca de las marismas de Doñana, un milano negro planeaba con una culebra entre las garras. El ave estaba dispuesta a posarse y devorar su presa, pero otro milano llegó por detrás, hizo una pirueta en el aire y le arrebató la caza. El segundo milano intentó recuperarla, pero nunca lo consiguió. Este lance podría haber pasado al olvido pero quedó detallado con fecha, hora, lugar e incluso una excepcional ilustración. La realizó uno de tantos voluntarios que, desde que Doñana se hizo reserva natural en la década de los sesenta, han recorrido la zona apuntando en sus cuadernos de campo cada detalle de sus paseos.

Ha tenido que pasar medio siglo para que toda esa intrahistoria de Doñana se haga pública y accesible. Desde hace unos días, varios cuadernos completos pueden leerse página a página en la web. Además, los datos recogidos en 200 libretas durante cinco décadas han sido recopilados, organizados y digitalizados para que cualquier investigador del mundo pueda consultar, por ejemplo, las costumbres de anidamiento del negrón careto, un tipo de ánade muy difícil de ver por estas marismas.

Los primeros proyectos eran realizados por voluntarios

'Soy un pobre pastorcito que cuido un rebaño de cabras', dice una de las entradas de esta enciclopedia digital. Así comenzaba la carta que Juan Calderón, investigador del CSIC y líder del proyecto de recopilación, recibió desde Extremadura. 'El hombre decía que se había encontrado un grande pájaro muerto' tras una mata y que, al ver que llevaba un anillo en una pata, se arrodilló y se puso a rezar', relataba ayer Calderón en el patio del palacio de Doñana donde Felipe González pasaba las vacaciones, y que hoy forma parte de la Estación Biológica de Doñana (EBD) del CSIC.

Calderón nunca ha rellenado un cuaderno de campo, pero comenzó la tarea de digitalizarlos hace 20 años. 'No me consta que haya otro caso en el que se hayan recogido y organizado como hemos hecho nosotros', comenta.

El grueso de los datos sitúa más de 4.000 especies en un gran árbol taxonómico. Contiene información clave sobre cómo han cambiado las marismas, las lagunas, las dunas móviles que se comen los pinares lentamente y que, en su conjunto, componen el mayor paradero de aves migratorias de Europa.

La acumulación de apuntes concretos 'un pato muerto en la Vuelta de la Arena', '12.40, águila calzada, Pinar del Vicioso, zona E' se convierten en la mejor crónica de las aventuras de un enclave declarado Patrimonio de la Humanidad pero que vive atenazado por la presión de las localidades vecinas, con cientos de miles de habitantes.

Esa presión se ha hecho especialmente patente en los últimos días, tras la muerte de tres linces, uno de ellos abatido a tiros por un furtivo. También por el proyecto de construir un oleoducto de Huelva hasta Extremadura, que podría provocar un vertido que empañase las marismas. 'Me parece un disparate', clama Francisco Hiraldo, director de la EBD. 'Si algo se vierte en Huelva, la marea acaba aquí', advierte.

Su objetivo es aliviar la presión haciendo el parque más accesible, con iniciativas como la web Cuadernos de Campo de Doñana que presentó ayer junto a la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, y el presidente de la Fundación BBVA, Francisco González, que patrocina el proyecto. Todos viajaron ayer en autobuses todoterreno por los arenosos caminos del parque mientras los ciervos machos corrían frenéticos detrás de las hembras. 'Parece que ha comenzado la berrea', anuncia el conductor del vehículo.

La web de los cuadernos de campo presentada ayer incluye miles de imágenes tomadas con cámaras web que monitorizan muchos puntos del parque. También contiene una ficha de cada especie emblemática de Doñana, como la amenazada águila imperial y sus zonas preferidas dentro de la reserva. La joya de la corona son siete cuadernos íntegros, dos de la década de los sesenta, uno para cada una de las tres décadas posteriores y dos realizados en los primeros años de este siglo.

'Los primeros cuadernos los hacían voluntarios extranjeros que venían al parque sin cobrar un duro', recuerda Miguel Delibes de Castro, investigador de la EBD cuya vida ha estado ligada a Doñana desde su juventud. Trabajaban anillando pájaros y haciendo censos de poblaciones, pero, con el tiempo, se les obligó también a mantener un diario de apuntes que, después de su estancia en el parque, tenían que devolver al CSIC.

Muchos eran aficionados a la ornitología o el arte. Era el caso de Viggo Ree, el pintor noruego que, en 1971, dejó aquel dibujo a mano alzada de un milano robando la comida a otro. El español Fernando Ibáñez, un empleado de la EBD que 'echa 12 horas al día recorriendo Doñana', según Hiraldo, es otro de los autores cuyos cuadernos están totalmente accesibles en la web. En una de sus páginas dejó los diseños del plumaje en la cara de 16 aves que nadaban en la laguna de Santa Olalla en 1987. 'Me llevó más de tres horas llenar esa página', comenta. En sus cuadernos más recientes, las fotos han sustituido a los dibujos. Pero la práctica de rellenar cuadernos ha desaparecido, lamenta Ibáñez. 'Al cuaderno lo ha sustituido la PDA, se ha acabado aquello de salir al campo a ver lo que había y apuntarlo', comenta.

Cada autor ha reseñado los datos de forma diferente, con dibujos o sin ellos, con un estilo lacónico o emotivo. Calderón ha adaptado la información de su base de datos al estilo de cada naturalista, y no al revés. 'Los cuadernos son un tercio de intimismo, un tercio de naturalismo y un tercio de información científica', explica Hiraldo.

352.000 anotaciones

Es el número total de entradas que contenían los 200 cuadernos de campo cuyos datos sobre movimientos de especies en Doñana ha digitalizado el equipo de Juan Calderón para formar una base de datos para investigadores.

48 años

Los siete cuadernos abiertos al público, visitables página a página, abarcan casi medio siglo de historia de la reserva natural de Doñana.

7.314 grupos

Miles de organismos están registrados en la base de datos.

215.000 registros

La información está estructurada en 215.000 registros, que incluyen tablas y gráficos, entre otros. 

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