Este artículo se publicó hace 3 años.
Una piara de jabalíes rescata a dos jabatos de una trampa en Chequia
Por primera vez se observa un comportamiento de empatía en estos animales en libertad.
Malen Ruiz de Elvira
Madrid-
Como en muchos otros países europeos, en Chequia preocupa la proliferación de jabalíes y su posible papel como transmisores del virus de la peste porcina africana. Por eso, investigadores de ese país llevan a cabo la captura, extracción de muestras y marcado individual de ejemplares de jabalí para estudiar sus movimientos, dentro de las medidas para evitar la extensión a las granjas de cerdos de la peligrosa enfermedad, para la que no existe vacuna. Lo hacen con trampas dotadas de cámaras de fotos activadas por el movimiento que toman una foto cada dos minutos.
Así quedó grabado un comportamiento que nunca se había visto en el jabalí. Dos animales juveniles quedaron atrapados hacia las 23.00 horas de la noche en una reserva natural cercana a Praga, atraídos por el maíz que contenía la jaula trampa. A las dos horas y 6 minutos de encierro llegó una piara de al menos ocho jabalíes, y 29 minutos después la jaula estaba abierta y ya había salido uno de los jabatos.
La operación la encabezó la única hembra adulta del grupo, tras examinar sus componentes la trampa por todos los lados y manifestar especial interés por el palo que la cerraba por delante. Con el pelaje erizado, la hembra embistió el tronco por el extremo derecho, según se deduce de las imágenes, y a los seis minutos ya estaba desplazado. Luego se acercó al tronco trasero, que en la foto siguiente se mostró ya desplazado por su extremo izquierdo. Minutos después, el palo delantero había desaparecido y la puerta estaba entreabierta, aunque los jabatos tardaron en salir un cuarto de hora, mientras la hembra pareció embestir al menos una vez desde el lado derecho la puerta, que solo se podía abrir desde dentro.
La última imagen disponible muestra a uno de los cautivos todavía dentro mientras los demás animales ya se han alejado, pero este tuvo que salir por la puerta sin que se disparara la cámara, ya que por la mañana la trampa estaba vacía.
Los científicos defienden que por primera vez se ha observado un comportamiento de rescate en jabalíes salvajes
Los científicos de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Ciencias de la Vida de Praga defienden en la revista Scientific Reports, en la que publican su trabajo, que lo que se ha observado por primera vez es un comportamiento de rescate en jabalíes salvajes.
"Este comportamiento representa una forma extrema de comportamiento pro-social que hasta ahora solo se ha demostrado en unas pocas especies", recuerdan. "Se trata de una situación en la que un individuo actúa para ayudar a otro que se encuentra en una situación peligrosas o estresante y es considerado por algunos autores como una compleja forma de empatía", añaden.
Entre los animales en los que se ha podido documentar comportamientos de rescate están los perros, el elefante africano, algunos roedores y pájaros, además de varios primates.
Los autores del estudio sobre los jabalíes creen que la forma en que se llevó a cabo el rescate —rápidamente y con movimientos precisos— sugiere una capacidad excepcional de resolución de problemas por parte de estos animales.
El rescate pudo estar motivado porque la hembra sea la madre de los atrapados
El rescate pudo estar motivado por empatía porque la hembra era probablemente la madre de los atrapados, ya que mostró el pelaje erizado y el lomo arqueado durante la operación, lo que es un síntoma de angustia e intimidación —la reacción estresante de lucha o huida cuando se siente una amenaza— que pudo indicar un estado emocional respecto a las víctimas.
La razón de abrir la trampa no fue interesada porque los jabalíes que participaron no aprovecharon los abundantes restos de maíz que había dentro.
El comportamiento cognitivo social de los jabalíes en libertad se ha estudiado poco porque se trata de una especie de hábitos nocturnos. Por eso la sorpresa es considerable, ya que este rescate es la primera vez que se observa en cualquier especie de artiodáctilos, en los que se engloba la familia de los suidos, a la cual pertenece el jabalí —especie Sus scrofa—.
No se puede descartar tampoco el papel de la experiencia previa y el consiguiente aprendizaje en la actuación de la hembra, ya que en al menos dos casos anteriores se dio el aviso de que había animales en las trampas y cuando llegaron los investigadores estas estaban vacías, pero no se dispone de material que documente lo que pasó.
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