Este artículo se publicó hace 17 años.
El rostro de Tutankamón se exhibirá por primera vez
El Gobierno egipcio expondrá la momia en su tumba del Valle de los Reyes.
La momia de Tutankamón, el más popular y mitificado de los faraones egipcios, se mostrará por primera vez al público a partir del próximo mes de noviembre, cuando se haga efectivo su traslado desde el Museo Egipcio de El Cairo, donde reposa actualmente, a su tumba original, en el Valle de los Reyes, cerca de Luxor.
El anuncio lo ha realizado el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, Zahi Hawass, quien no concretó la fecha prevista del traslado.
Según Hawass, los restos del niño-rey, que permanecen en el interior del sarcófago, están hoy sometidos a la humedad ambiental generada por los 5.000 visitantes que cada día recorren las salas del museo cairota. El nuevo destino del faraón será una vitrina climatizada, en la antecámara de la tumba. El responsable egipcio espera también que el flujo de turistas al nuevo emplazamiento ayude a financiar otras excavaciones en curso en el Valle de los Reyes.
La momia de Tutankamón ha sido estudiada por expertos en cuatro ocasiones, pero nunca se ha mostrado al público, y sólo las fotografías tomadas durante estos estudios han revelado al mundo cuál es el aspecto del monarca 3.300 años después de su reinado.
Sigue vivo
La decisión del Gobierno egipcio llega en un momento en que la fascinación que ejerce el faraón no ha decaído, ni tampoco su insólita capacidad de generar noticias. A las recreaciones de su rostro emprendidas hace más de dos años por tres equipos de investigadores —egipcio, estadounidense y francés— siguió la polémica por los tonos elegidos para sus ojos y tez, a juicio de algunos, demasiado claros para su origen.
Hace tres semanas, Hawass defendía esta elección en declaraciones a AFP, e insistía en la idea: “Tutankamón no era negro, y el retrato de la antigua civilización egipcia como negra no tiene ningún elemento de veracidad. Los egipcios no son árabes ni africanos”.
Hawass respondía así a grupos de activistas negros estadounidenses, que con ocasión de una conferencia de Hawass en Filadelfia, el pasado 6 de septiembre, se manifestaron, reivindicando una presunta pertenencia de los antiguos egipcios a la raza negra.
La intervención de Hawass en Filadelfia tuvo como marco la exposición itinerante Tutankamón y la edad dorada de los faraones, una ambiciosa muestra que reúne numerosos objetos relacionados con el personaje –sin incluir la momia ni la famosa máscara de oro, cuya salida de Egipto está prohibida–, situándolos además en el contexto histórico y social de su época.
La exhibición abrirá sus puertas en el pabellón O2 de Londres el próximo 15 de noviembre y, durante su estancia en la capital británica, contará con el valor añadido de un acontecimiento excepcional: en señal transmitida en directo por televisión, Hawass abrirá veinte vasijas de cerámica procedentes de la cripta del faraón que hasta ahora han permanecido cerradas.
Las vasijas fueron descubiertas por el propio Hawass a finales del pasado mes en la sala de los tesoros, adjunta a la cámara funeraria de la tumba de Tutankamón. El diario londinense The Times apunta que el hallazgo se produjo mientras el responsable del patrimonio egipcio actuaba como cicerone para una cadena de televisión japonesa.
Según informa la web oficial de Hawass, las cestas contenían 60 cartuchos con el sello del faraón y gran cantidad de dátiles en muy buen estado de conservación. Junto a las cestas aparecieron las vasijas selladas, que Hawass abrirá ante las cámaras.
Tutankamón ascendió al trono cuando contaba nueve años, sobre el 1332 A. C., y murió a la edad de 19. La tumba con su legendaria momia fue encontrada milagrosamente intacta por el arqueólogo británico Howard Carter, en 1922.
Continúa el mito de las maldiciones
Según informa la web de Zahi Hawass un ciudadano alemán ha devuelto a Egipto varias piedras decoradas que su suegro sustrajo del Valle de los Reyes en 2004. Lo más chocante es el motivo de la devolución. El interesado, que prefiere permanecer anónimo, sostiene que el ladrón, al regresar de Egipto, sufrió una parálisis y enfermó de cáncer. Murió el mes pasado. “Es una maldición”, afirma su yerno.
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