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El 'suicidio' homeopático no mata

Un grupo de personas ingiere una sobredosis para demostrar la ineficacia de la técnica

AINHOA IRIBERRI

Alrededor de 200 personas participaron ayer en varias ciudades españolas en la primera convocatoria internacional de la campaña 10:23, una acción de protesta consistente en la ingesta masiva de fármacos homeopáticos que los participantes denominaron suicidio homeopático ya que, explican, si se hiciera con fármacos efectivos causaría graves efectos secundarios o la muerte a sus consumidores.

Mediante esta acción, los organizadores pretenden demostrar que estas 'mal llamadas medicinas' no tienen ninguna utilidad y, por lo tanto, 'no deberían formar parte del tratamiento médico de nadie', señaló el portavoz de la iniciativa en España, Fernando Frías.

Durante la jornada, se registraron varias anécdotas, como la visita en Madrid a los concentrados de una persona que se identificó como presidente de la Asociación de Pacientes Españoles de Homeopatía. 'Se dirigió a nosotros de forma muy cordial, pero sin bajarse de su burra', comentó Yaiza Sesé, organizadora del encuentro en Madrid, la ciudad en la que se juntaron más personas unas 50. 'Nos contó que a él le parece que funciona, pero nosotros lo que creemos es que hay que razonarlo', añadió Sesé.

Esta manifestante comentó que el ambiente durante la reunión fue muy bueno y que no se registraron incidentes, pesé a haberse convocado la protesta en la puerta del único hospital homeopático de España, el Hospital San José.

Cada uno de los asistentes ingirió 40 comprimidos de Sedatif PC, un producto homeopático para la ansiedad, que adquirieron en farmacias al precio de siete euros y medio. 'Paradójicamente, hemos hecho ingreso al fabricante', bromeó Sesé.

Precisamente el director médico de Laboratorios Boiron que elabora el producto, Gualberto Diaz, explicó a este diario que no considera la acción de protesta celebrada ayer como 'muy científica'. 'En todo caso, se trataría de una prueba de toxicidad y, si a nadie le ha sucedido nada, de lo que me alegro, lo que demuestra es algo que ya sabíamos, que nuestros fármacos son muy seguros', comentó el homeópata.

Guillermo Hernández, uno de los coordinadores de la protesta en Zaragoza cuya facultad de Medicina acoge la única catedra de Homeopatía del país explicó que, en su reunión, se colocó una camiseta conmemorativa de la iniciativa a la estatua de Hahnemann (médico sajón del siglo XVIII fundador de la homeopatía), 'el iniciador de toda esta farsa'.

A pesar del ambiente festivo, los organizadores recuerdan que la homeopatía puede acarrear riesgos, sobre todo porque 'se puede animar a pacientes graves a buscar ahí una alternativa a la atención médica real'.

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