Este artículo se publicó hace 18 años.
Aventuras y desventuras de un iPhone en España
Un usuario español cuenta su experiencia con un teléfono de Apple 'liberado'

Este verano estuve en Nueva York y me traje un iPhone, el móvil de Apple. Desde que Steve Jobs lo presentó el pasado mes de enero pensé que podría ser mi próximo móvil. Tenía dudas, que venían sobre todo por las posibilidades de poder liberar el teléfono y usarlo en España, ya que por aquí no lo veremos hasta la primavera del 2008. Tres días antes de salir de viaje arranqué la última hoja de la margarita: “Lo compro”. El motivo fue que ya había varias alternativas diferentes para liberar el iPhone, dos mediante hardware y otras, más atractivas y menos arriesgadas, mediante software.
Así que, nada más llegar a la Gran Manzana, me fui a una tienda de Apple a por uno. Tras probarlo, me fui a una dependienta y lo pedí. Al notar que era extranjero, la chica me recordó que tendría que activar un contrato de dos años con la compañía de telefonía AT&T, a lo que yo respondí con un “yes, yes”. Los dos sabíamos que eso nunca iba a pasar.
Ya de nuevo en España y sin prisas comencé a recopilar información para desbloquear y liberar el iPhone (todo está en Internet). El proceso no es sencillo y requiere de una serie de pasos: primero hay que activarlo, abrirlo para permitir escritura (jailbreak), poner un instalador de programas externos a Apple (Installer.App) y, por último, liberarlo (unlock). Si algo falla, restauras el teléfono a su estado original con el iTunes y a volver a empezar (yo lo hice 20 veces).
Todo esto se complica con las nuevas versiones del software del teléfono (firmware) ya que, al actualizarlo, se anulará la liberación, llegando incluso a convertir tu teléfono en un caro pisapapeles (iBrick o iladrillo, lo llaman en EEUU), porque me costó 599 dólares (ahora está en 399). Pero todo es cuestión de tiempo.
Desde que Apple sacó la última versión de su firmware para el iPhone, la 1.1.1 el pasado 27 de septiembre, apenas pasaron 20 días hasta que ya estaban disponibles en Internet programas para liberarlo.
‘Early adopter’
Conozco a más de 30 personas que ya tienen iPhone en España y la tentación de ser un early adopter (usuario avanzado) será cada vez más grande con la llegada del móvil a Europa: el día 9 de noviembre a Reino Unido y Alemania, y el 29 a Francia.
Para los que no puedan esperar me permito hacer tres recomendaciones:
1.- Paciencia: liberar un iPhone no es complicadísimo, pero requiere nervios de acero si te bloqueas en alguno de los pasos.
2.- Atento a los detalles, documéntate, comprueba las versiones de todas las partes del proceso (firmware, iTunes, otros programas).
3.- No hace falta firmar nada. Si vas a traerte un iPhone desde otro país no deberías activar el contrato con ninguna compañía telefónica.
4.- No actualizar el iPhone hasta que no estés seguro de que las nuevas versiones de firmware no afectan a la liberación del móvil, o que ya haya soluciones para volverlo a liberar.
Cada dos o tres días recibo algún correo de amigos o desconocidos que me piden consejo sobre si comprarse o no el iPhone. A todos les cuento mi experiencia y les dejo claras las ventajas y los inconvenientes de ser un
early adopter. A veces sueño con un discurso de Steve Jobs, el presidente de Apple, que dice: “Y ahora, para reforzar nuestros lazos con las operadoras telefónicas vamos a anular todos los iPhones liberados”. Jobs se dirige hacia un gran botón rojo y cuando lo va a pulsar me despierto. Pero esto no va a pasar…El iPhone es revolucionario, pero no es el móvil perfecto, ni mucho menos.
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