Baleares se transforma para que su oferta turística sea aún más líder

L. M. G.
-Actualizado a
El turismo es desde hace décadas la principal industria de las Islas Baleares, hasta el punto de que genera el 34,8% del Producto Interior Bruto de la región y además complementa otras actividades económicas. Por ello, y para seguir contando en el futuro con una oferta inigualable, Baleares está transformando su concepto del turismo, también para dar valor al conjunto de la economía. Así, la región estrena una ley de turismo que apuesta por la sostenibilidad y la circularidad y que permitirá al archipiélago ser de nuevo pionero y referente en su apuesta por conseguir transformar su sistema productivo para que sea sostenible, siempre en línea con los objetivos marcados por la Unión Europea de cara al futuro.
Las islas ya contaban con paisajes de ensueño, unas condiciones naturales envidiables y una ubicación privilegiada. Después llegó la visión de futuro para los emprendedores locales, el trabajo bien hecho de los trabajadores y trabajadoras y unos visitantes que supieron valorar todo este marco incomparable desde los inicios del fenómeno del turismo. Ahora, después de décadas estudiando fórmulas del éxito, había que dar un paso más para integrar aún más todos los factores que han convertido a las Islas Baleares en líderes mundiales en el sector: la experiencia inigualable del turista y la calidad de su trabajo.
Por ello las islas disponen de una nueva ley turística que supone una novedosa estrategia para abordar grandes retos, como la transformación para organizar su economía y redistribuir de la manera más justa la riqueza. Se trata de una reforma que va a permitir a Baleares liderar la transformación y modernización del sector turístico para convertirlo en motor de impactos positivos en toda la sociedad y el medio ambiente, un auténtico motor de regeneración y de fortalecimiento social.
Pensando en todos
El nuevo marco legal piensa por primera vez en todas las dimensiones de la actividad y permite a Baleares continuar en la vanguardia, adaptando sus estándares de calidad y servicio a los retos y exigencias del siglo XXI. Es una norma respetuosa con los derechos de los trabajadores y con los recursos y el medio ambiente, una reforma que implica medidas para modernizar y hacer aún más atractiva, rentable y competitiva la oferta turística, un sector en el que Baleares siempre ha innovado y gracias a ello ha podido estar a la cabeza.
La reforma mejora el modelo turístico desde la colaboración, desde la apuesta por un crecimiento inclusivo y sostenible, desterrando los excesos y promocionando el patrimonio, la riqueza ambiental y cultural de las islas. Es un cambio, una ley, que se pretende impulsar entre todos, que continuará mejorándose y que cuenta con 60 millones de euros en ayudas directas al sector turístico para su transformación, de los cuales 45 irán a circularidad y 15 estarán destinados a camas elevables.
El turismo tiene por delante un futuro extraordinario y Baleares es una región plenamente comprometida con el objetivo de ser plenamente sostenible, y que para conseguirlo se apoya en una triple vertiente: social, medioambiental y económica.
Apuesta por la calidad
En la vertiente social, la norma establece como punto de partida la calidad de la ocupación y la calidad de vida de las personas, con medidas que provocan que el turismo sea también sostenible en lo social. Se prevé la sustitución de todas las camas por camas elevables mecánica o eléctricamente. De hecho, está previsto renovar más de 300.000 camas en todo el
archipiélago y se aplicará a todos aquellos establecimientos turísticos que tengan obligación de limpieza diaria. La ley ofrece hasta 6 años para que los locales puedan adaptarse a la nueva normativa, teniéndolo que hacer más rápidamente los establecimientos de categorías superiores.
De esta manera se da cumplimiento a una reivindicación histórica de las camareras de piso, un colectivo muy castigado por la siniestralidad laboral, que sufre el 27,3% de los accidentes en el sector, de los cuales el 35% están relacionados con sobreesfuerzos que se reducirán gracias a esta sustitución de camas. La ley también incluye un grupo de trabajo presidido por el IBASSAL con los representantes del sector que evaluará las medidas y buenas prácticas en materia de ergonomía o carga de trabajo para todos los departamentos de los establecimientos. Igualmente se incluye la exigencia de mantener unas instalaciones térmicas que aseguren el bienestar y la confortabilidad de todos los usuarios de los establecimientos turísticos y de los trabajadores, y esto implica también a los espacios dedicados exclusivamente a los empleados, como las cocinas, sin perjuicio del cumplimiento de la normativa laboral y de protección de los usuarios y consumidores.
Sostenibilidad medioambiental
Se impondrán también una serie de medidas de obligado cumplimiento que implicarán a casi toda la cadena de valor turística. Se procederá a la sustitución de de calderas de fueloil por alternativas más sostenibles, eliminando así una de las principales fuentes de gases de efecto invernadero del sector de alojamiento, que expulsa más de 57 toneladas de CO2 anuales. Se prestará una especial atención a la trazabilidad de pescado y marisco, primando al producto local, al igual que se facilitarán instrumentos para el ahorro de agua. Se prohíben amenities desechables, excepto a petición del cliente, siempre que los recipientes sean reutilizables o reciclables, así como hacer uso de especies clasificadas como categorías amenazadas.
Las Islas Baleares serán el primer destino que exigirá a las empresas tener planes de circularidad y serán pioneras en la implantación de la circularidad. Los establecimientos de alojamiento que pertenecen al grupo de alojamiento hotelero, apartamentos turísticos y alojamientos de turismo rural (agroturismos y hoteles rurales) se les exigirá una estrategia circular plasmada en un plan de circularidad. Deberán realizar anualmente una evaluación de la gestión de los recursos y los residuos generados, enfocado en cuatro pilares con una serie de indicadores objetivos que estimen el consumo de energía, agua, materiales y alimentos.
A partir de esta evaluación, las empresas elaborarán una planificación cada 5 años donde estipularán los objetivos de reducción y las inversiones, prácticas y protocolos necesarios para lograrlos, y paralelamente se hace un mandato a la Conselleria de Turismo para que elabore un Plan Estratégico de Destino Circular. Con ello se pretende contar con una hoja de ruta que identifique la política general y los objetivos del Gobierno Balear para conseguir la transición a la economía circular.
Protección del territorio
El medio ambiente y la protección del medio ambiente son las dos grandes prioridades del tercer eje que marca la ley, que se basa en la sostenibilidad territorial. Con la nueva normativa, Baleares se impulsa como destino donde no solo importan los turistas, sino cada una de las personas que viven en las islas. Por eso, Baleares bloqueará el crecimiento de plazas turísticas en todo su territorio durante al menos cuatro años, tanto en el alquiler vacacional como en cualquier otro tipo de alojamiento. Cada vez que una plaza sea dada de baja, se incorporará a la bolsa, pero no volverá a abandonarla para garantizar una reducción de facto y gradual de las plazas turísticas.
Después, los consells insulares evaluarán la medida en función de la evolución respecto a los objetivos de la comunidad en materia de residuos y de emisiones de efecto invernadero marcados en la ley de cambio climático y la ley de residuos. Al margen de las modificaciones relativas a sostenibilidad social y económica, medioambiental y territorial, la nueva ley presenta una serie de mejoras en el ámbito de la simplificación y la modernización administrativa.
Un sector hotelero más competitivo
La nueva normativa balear de turismo actualiza también los criterios para conseguir un sector hotelero más competitivo, que apueste claramente por la calidad del servicio y no por la cantidad de pernoctaciones. Se incrementan los estándares de las categorías más bajas con la intención de elevar la calidad mínima y se modernizan las exigencias en las instalaciones. También se simplifican criterios, eliminando puntos que han quedado obsoletos, como por ejemplo disponer de un teléfono supletorio o un taburete en el baño, despertador en la habitación o servicio de fax en la recepción.
Se eliminan igualmente los criterios más subjetivos o de difícil valoración, se modernizan los criterios y puntuaciones de la clasificación hotelera en línea con los grandes ejes y objetivos de la ley, que pasan por lograr un parque hotelero más sostenible medioambientalmente y socialmente. Además, los criterios relacionados con ofrecer información regional a los visitantes han de pasar por un proceso de digitalización que elimine el papel de los hoteles y se valorarán aspectos como la disposición de oferta de vehículos eléctricos para impulsar la movilidad sostenible.
La gran finalidad de la nueva ley de turismo en las Islas Baleares no es otro que posicionar a la región donde merece, como un destino altamente comprometido con la sostenibilidad y la circularidad, un destino que apuesta por un futuro para todos y que tiene en cuenta a todos: turistas, residentes y trabajadores.