Álex Montoya indaga con 'La casa' en las emociones tras la muerte de un familiar
Adaptación al cine de la novela gráfica de Paco Roca, la película está protagonizada por David Verdaguer, Óscar de la Fuente y Luis Callejo. Es una historia de familia, de pérdida y de herencias, físicas y emocionales, compartidas.
Madrid-Actualizado a
A menudo nos damos cuenta, cuando ya es tarde, de que queda poco tiempo y cuando los padres mueren, nos persiguen las palabras que no hemos dicho, los sentimientos que no hemos compartido, la triste certeza de que dejamos pasar la oportunidad de conocerlos mejor… y nos aferramos a espacios y objetos ligados a ellos. Álex Montoya rastrea con su cámara estas inesperadas emociones que llegan con la pérdida de un ser querido en La casa, adaptación al cine de la novela gráfica de Paco Roca, que se alzó con los premios a mejor guion, banda sonora y Premio del Público en el Festival de Málaga.
Con David Verdaguer, Óscar de la Fuente y Luis Callejo encabezando el reparto artístico, la película, rodada sobre un guion del director junto a Joana M. Ortueta, presenta a tres hermanos reunidos tras la muerte de su padre para decidir qué hacer con la casa en la que pasaron los veranos de su infancia. Un reencuentro triste que en manos del cineasta se convierte en un retrato emocionalmente preciso y de alcance universal.
La película habla del valor que tienen las cosas, no solo el económico...
Todos queremos ser muy racionales con los objetos y los espacios, pero en realidad estamos mucho más atados emocionalmente a ellos de lo que nos gustaría pensar. Por ejemplo, con mi hija ahora, cada vez que tiramos un mueble de casa o cambiamos algo es un problemón, tenemos que hacer fotos porque si no, no lo quiere soltar. Pero, claro, es una parte de su vida.
Me acuerdo también de que de pequeño nos mudamos mucho mi familia y yo y me agobié al no recordar muchas de las casas donde vivimos entonces. Me regalaron una cámara de video en un momento dado y yo hacía vídeos de las habitaciones vacías. En principio somos muy fríos, pero en realidad nos apegamos mucho a los espacios.
¿Con 'La casa' intenta una reflexión sobre entender de dónde venimos y comprender a los padres y cuánto tenemos de ellos?
Sí, sí. Es curioso porque yo quiero hacer el ejercicio con mi padre de sentarle y preguntarle cosas de su vida, porque solo sabes datos vagos normalmente y tampoco quieres indagar demasiado porque te da pudor o porque le da pudor a tu padre o a tu madre.
A mi padre no conseguí sacarle gran cosa. A Paco (Roca) le pasó lo mismo y no pudo hacerlo con su padre. Creo a su madre sí que la sentó y le preguntó. Las mujeres, en ese sentido, creo que son más abiertas. Es lo que refleja en la siguiente novela gráfica a La casa, que se llama Retorno al Edén.
La idea viene del cómic de Paco Roca, pero, una vez en sus manos, ¿la película es su propio universo y sus propias emociones?
Sí. Al principio sí que iba a estar mucho más pegado al cómic. Pero, claro, empecé a trabajar en el guion en 2016 o 2017. Entre tanto iba haciendo Asamblea y luego Lucas y eso me daba espacio para olvidarme una temporada y luego volver.
Se me fueron ocurriendo ideas que iban bien para nuestro objetivo principal, que era tensionar un poco la historia, que hubiera un poco más de conflicto sin que fuera nunca artificial ni exagerado. Ahí se nos ocurrió el tema de la comida, la discusión entre los hermanos abiertamente…
Pero ¿cuánto hay de su propio universo familiar?
"La gran parte de historias en España son de gente de clase trabajadora y de herencias pequeñas y de familias bastante bien avenidas"
Básicamente en el cómic, los hermanos son gente que no discute, gente muy tranquila, bastante bien amueblada emocionalmente. En mi familia no es tanto así, sobre todo la parte catalana que es más de discutir, por ejemplo, en una comida y luego volvemos a ser todos amigos, pero por lo menos se han dicho directamente las cosas. También están cosas con mi padre y con mi abuelo materno… y luego está mi hija.
¿El dinero puede dividir hasta a las mejores familias?
Por supuesto. La suerte que tenemos en esta película es que hablamos de una familia que no tiene mucho dinero, porque cuando hay una herencia importante, depende mucho de los hijos por supuesto, pero las apuestas suben. Y así puede haber historias totalmente terroríficas, de hermanos haciendo barbaridades…
Sin embargo, creo que la gran parte de historias en España son de gente de clase trabajadora y de herencias pequeñas y de familias bastante bien avenidas. La película no entra en esos casos más duros, que los hay, sería un poco una película de terror.
¿Todas las historias se pueden contar desde dentro de una familia?
Sí. Lo que he visto con la película es que la gente sale como descargada, como si se hubiera quitado un peso de encima y yo creo que es porque la película recuerda que todos somos más parecidos de lo que creemos o de lo que nos quieren hacer creer los medios de comunicación y las redes sociales.
La película lo que plantea es algo que le pasa a todo el mundo y la familia es un grupo de personas, así que sí, todas las historias se cuentan con la interacción humana, entre gente que vive al mismo tiempo dentro de un grupo.
Las cosas que no se han dicho cuando un ser querido muere son para algunas personas un tormento en la época de duelo. Eso también está en su película.
Es inevitable. Mi madrina, que además estaba sola porque era cubana y se había venido aquí a trabajar, murió en pandemia. Y claro que piensas en eso. Con mis padres yo lo pienso mucho. El tema de despedirse en persona, pues yo creo que efectivamente puede dejar un poso amargo si no lo consigues. Y luego está también lo que no nos han contado antes o no hemos hablado con ellos. Aunque te digo que también es una cosa un poco egoísta.
'Asamblea' y esta película, las dos son grupos cerrados, en un único espacio… ¿qué encuentra en eso para su cine?
"José es mucho más caótico, mucho más como yo"
Era más joven en aquella época, más arrogante también, y ya tenía los tres proyectos a la vista. Ya estábamos hablando de La casa y me llegó el guion de Asamblea. Quería hacer una comedia, un thriller y un drama, películas que fueran un poco diferentes. Pero, volviendo a la pregunta, también me he dado cuenta de que tengo muchas manías, como la relación paterno filial que no es biológica y muchos abrazos en todas partes.
O sea, ¿se va descubriendo a sí mismo gracias a su cine?
Sí, mi visión o mis tics… y empieza a preocuparme, no quiero repetirme.
'La casa' contagia emoción ¿era el objetivo principal al contar esta historia o había otros?
Yo creo que la emoción ya está en la novela gráfica. Tenía la sensación de que si transmitía bien en imágenes los momentos que me emocionaron más a mí al leerla, iba a funcionar. Porque vamos con dos ideas compartidas, la de Paco Roca y la mía. Pero lo que sí me interesa mucho es mantener la atención, sobre todo en una película con tanto recuerdo y tanta conversación.
Me he esforzado mucho en eso. La relación entre los hermanos es un poco diferente en el cómic. Vicente es un poco más cuñado, con corazoncito de oro, y José es mucho más caótico, mucho más como yo, pero siempre he intentado ajustar mucho en esto para no pasarme con los conflictos ni hacer un Falcon Crest.
Entonces, usted se identifica con el personaje que interpreta David Verdaguer, ¿no?
Totalmente. Soy muy desastre, como él. Me gusta mucho escribir y mi mujer, la pobre, me tiene que crear un espacio seguro y tranquilo alrededor.
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