Este artículo se publicó hace 3 años.
Ayuntamiento de MadridMedialab Prado: un futuro incierto para uno de los proyectos culturales más innovadores y participativos de Madrid
La decisión de prescindir de Marcos García, director del centro desde 2014, dispara las sospechas de que el Ayuntamiento de Madrid esté preparando un "nuevo rumbo". "Va a cambiar significativamente. El equipo de Gobierno habla de un proyecto ambicioso, de una nueva etapa mejor, pero no concreta nada", denuncian desde Más Madrid.
Jorge Otero Maldonado
Madrid-Actualizado a
Después de casi dos años de legislatura si algo ha quedado claro en la ciudad de Madrid es que el equipo de Gobierno que encabeza el alcalde José Luis Martínez-Almeida ha puesto en su diana a los movimientos sociales y vecinales que fomentan la participación ciudadana. El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid arrancó con el desalojo de emblemáticos espacios autogestionados, el más emblemático de ellos el de La Ingobernable, y ha seguido con asociaciones vecinales a las que ha dejado sin sede como son los casos, más recientes, del colectivo Espacio Vecinal Arganzuela (EVA) o la Casa de Cultura en Chamberí.
"Este Gobierno se ha dedicado a procurar la desaparición de espacios ciudadanos de manera selectiva y con motivación ideológica, sin transparencia ni respeto a los concursos públicos, y han echado de los espacios vecinales a las despensas solidarias sin darles ninguna alternativa. Todo ello señala un evidente prejuicio ideológico", afirma Pilar Perea, concejala de Más Madrid y portavoz de esta formación en la comisión de Cultura, Turismo y Deporte del consistorio madrileño.
Medialab Prado no es una asociación vecinal, ni tampoco un espacio autogestionado. Es una institución oficial que depende de la empresa Madrid Destino y del Área de Cultura del Ayuntamiento de Madrid y es quizás el proyecto cultural más innovador, participativo e inclusivo de toda la ciudad. Un espacio público atípico que lleva 18 años dinamizando la vida cultural de Madrid gracias a su apuesta por la cultura libre, por la experimentación y por la producción de proyectos de todo tipo que mejoren la vida en común, que generen redes de cooperación y que, en definitiva, construyan comunidad. Un proyecto moderno e internacionalmente reconocido cuyo futuro también se presenta ahora más incierto que nunca después de que el pasado 31 de enero Marcos García, director del centro desde 2014, tuviera que dejar su puesto tras no ser renovado su contrato mercantil por parte del Ayuntamiento de Madrid.
Una decisión, la de no renovar a García, que ha llenado de dudas y de incertidumbre el futuro de Medialab Prado. Tanto Marcos García como Pilar Perea y un grupo de ciudadanos que impulsa un manifiesto en favor del centro denominado We are the Lab, temen que Andrea Levy, máxima responsable del Área de Cultura del Ayuntamiento madrileño, esté preparando un cambio de rumbo en la institución. Un cambio que supondría una involución.
De momento todo son dudas. Principalmente, porque el Ayuntamiento guarda un mutismo casi absoluto sobre este asunto. Tanto es así que Marcos García, con una amplia y acreditada experiencia, todavía no sabe por qué no le renovaron el contrato el pasado mes de enero. "No me dieron ninguna explicación", subraya. Al tener un contrato mercantil, García se quedó sin indemnización y sin derecho a paro.
García se muestra cauto sobre los eventuales planes de futuro del Ayuntamiento de Madrid, pero lamenta la falta de claridad del consistorio: "Entiendo que pueda haber un cambio de rumbo o intentar mejorar cosas que no se han hecho; eso es perfectamente comprensible. Pero en realidad nadie sabe qué tiene el Ayuntamiento en mente. La única información que tengo es la que tiene todo el mundo, la que hemos podido ver y escuchar el pasado martes en la Comisión de Cultura del Ayuntamiento, en la que se anunció que querían hacer de Medialab Prado algo así como un hub de industrias culturales. Pero nada concreto".
"Medialab va a cambiar significativamente. El Ayuntamiento habla de un proyecto nuevo y ambicioso, de una nueva etapa mejor y con más proyectos, pero no concreta nada", dice Pilar Perea, quien sí estuvo presente en la Comisión de Cultura el pasado martes.
Perea subraya la falta de apoyo político y de interés por parte del Ayuntamiento de Madrid hacia Medialab Prado y lamenta, al igual que García, esa falta de concreción y transparencia: "La delegada de Cultura, Andrea Levy, ni se ha posicionado sobre su futuro; de hecho en la última Comisión de Cultura fue el director de el director de Madrid Destino, Fernando Benzo Sáinz, el que respondió a las preguntas de la oposición sobre el futuro de Medialab".
La concejala de Más Madrid tiene su propia teoría acerca de por qué el Ayuntamiento ha prescindido de Marcos García, un acreditado y reconocido profesional que llevaba 17 años en Medialab Prado —siete de ellos como máximo responsable– y al que ni siquiera el consistorio ha querido reintegrar en el puesto que ocupaba antes de ser director aduciendo que esa plaza no está vacante. "El problema que tiene el Gobierno municipal es que no entiende el proyecto Medialab Prado, porque éste no es un espacio de consumo cultural, sino de producción cultural, en comunión con la sociedad", añade la representante de Más Madrid.
"El Gobierno municipal no entiende el proyecto: no es un espacio de consumo cultural, sino de producción cultural"
"Por eso, porque no continúa en el puesto de dirección Marcos García y porque no han escuchado a los que actualmente conforman ese laboratorio ciudadano, desde Más Madrid desconfiamos totalmente del nuevo rumbo que, de una manera muy poco clara, apuntan desde el equipo de Gobierno", explica Pilar Perea.
Desde la prudencia –"No quiero anticiparme a valoraciones, vamos a ver", afirma– Marcos García espera que ese "nuevo rumbo" que prepara el Ayuntamiento no esté vinculado a políticas culturales más institucionalizadas y convencionales, más dependientes de la industria, más mainstream, en definitiva. "Yo creo que Medialab Prado ha sido un espacio de producción cultural muy rica no necesariamente ligado a lo que suele entenderse como las industrias culturales, aunque también ese es un campo muy amplio".
"En principio saltan las alarmas por las diferencias entre cultura de base y la industria cultural. En Europa ya no utilizan prácticamente la denominación industrias creativas en sus programas. Se evita eso porque la palabra industria te liga a determinadas prácticas, y yo creo que la política cultural debe ir más allá", añade el exdirector de Medialab Prado.
En ese sentido, García también reivindica lo realizado hasta ahora: "Medialab Prado ha demostrado ser un modelo muy rico en cuanto a la diversidad y la calidad de los proyectos, pero también por ser muy inclusivo, para que cualquiera pueda desarrollar sus capacidades. La idea es que sean los propios usuarios, los ciudadanos, los vecinos, los que propongan los proyectos y luego otros se sumen como colaboradores. Cada proyecto se lleva a cabo con equipos de trabajo que están formados por los que han propuesto las ideas y por los que han querido sumarse. Son personas que antes no se conocían y que vienen de mundos distintos, de disciplinas diferentes. Incluso se generan redes de colaboración y espacios de convivencia que van más allá de los proyectos concretos. Esa es la potencia de Medialab Prado".
"El Ayuntamiento no ha consultado ni conversado con la sociedad civil sobre el futuro del centro"
De momento, Medialab Prado sigue funcionando con el programa diseñado por Marcos García y su equipo. El Ayuntamiento todavía no ha nombrado al nuevo director y las funciones que ejercía García están siendo ejercidas por varias personas dentro del centro. Por la vaguedad de las respuestas del Ayuntamiento, Pilar Perea sólo puede sospechar algunas cosas, entre ellas que el nombramiento del sustituto de Marcos García se hará a dedo, "con lo que se volverá a la injerencia política en la cultura, en línea con lo ocurrido con otros centros culturales".
La oposición de Más Madrid sostiene que la no renovación del que era director hasta hora es una prueba de que el Ayuntamiento "no cuenta con la comunidad de Medialab Prado". "No han consultado ni conversado con la sociedad civil sobre el futuro del centro, en línea con lo que ocurre en los espacios vecinales de los distritos", se queja Perea, quien ve detrás de estas actuaciones la larga mano de Vox: "¿Por qué hacen esto? Porque es una de las condiciones del apoyo de la extrema derecha, junto al desmantelamiento de la participación ciudadana", concluye la concejala de Más Madrid.
¿Qué es Medialab Prado?
Desde su creación en 2002, Medialab el Prado es sinónimo de innovación cultural. El espacio ya estuvo en riesgo en 2014, en la época en que Ana Botella era alcaldesa de Madrid. Ese año, Madrid Destino, la empresa municipal de la que depende Medialab El Prado, inició conversaciones con Telefónica para ceder la sede de este centro cultural, un inmueble situado a la espalda del Paseo del Prado. Finalmente aquello no prosperó, pero el proyecto estuvo en peligro.
Desde 2014, año en el que Marcos García tomó los mandos, Medialab El Prado ha crecido en peso e influencia. Su ya exdirector, define así el el proyecto: "Medialab Prado no ha puesto el acento en convertir proyectos culturales en proyectos de carácter empresarial que operan en el mercado, sino más bien en la experimentación. Esa experimentación ha dado lugar a proyectos sostenibles. Creo que lo más importante de Medialab Prado es entender la cultura no como un sector cerrado a unos géneros determinados, sino entenderla en un sentido amplio: por ejemplo, proyectos de ciencia ciudadana, proyectos relacionados con la participación, con convivir con movilidad, con cultura de proximidad en los distritos".
García destaca un proyecto del que siente muy orgulloso: los laboratorios ciudadanos distribuidos. "Este ha sido ha sido el proyecto mas importante que se ha hecho Medialab Prado", afirma.
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