Este artículo se publicó hace 4 años.
'Brexlit': novelas para entender la ruptura
La larga despedida del Reino Unido de la UE ha emborronado cientos de páginas y no sólo de periódicos. La siempre altiva literatura ha querido abordar el divorcio, reputados autores británicos se han servido de la ficción para contextualizar este adiós.
Madrid-Actualizado a
La trama empieza con una sacudida. La que se produjo el 24 de junio de 2016 cuando los resultados del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea convierten al incauto lector en testigo de un hito contemporáneo. Luego la trama se va enturbiando, el barrizal contiene asuntos varios: democracia, independencia, bienestar, inmigrantes. Y sus opuestos: dependencia, tiranía, pobreza y purismo racial.
Con semejantes ingredientes no es de extrañar que los más ávidos escritores británicos tuvieran a bien salir, por fin, de su cabeza y picotear en la realidad. Una realidad que se antojaba histórica e invitaba al más pintado a fabular (y también especular) sobre lo ocurrido. Es así como algunos de los más reputados representantes de la prosa británica fueron pergeñando sus ficciones con un pie puesto en la calle y otro en el pasado. Los anglosajones, siempre al quite en cuestión de neologismos, bautizaron el asunto como brexlit.
Los resultados de ese girar la cabeza a lo que acontece en la pérfida albión han ido nutriendo progresivamente los estantes de novedades. Hablamos, por ejemplo, de El corazón de Inglaterra (Anagrama) una auténtica radiografía sobre el abismo que separa la cosmopolita Londres de la región central del país, esa que mira la urbe con desdén fruto de siglos de olvido y clasismo. Es en esa clave, a través del choque de dos mundos aparentemente irreconciliables, donde Coe va licuando la historia reciente de su país.
El corazón de Inglaterra no se olvida de la irreverencia de clase que se gestionó toda una generación de políticos. Niños bien que, procedentes de las mejores universidades, convirtieron la arena política del país en un sálvese-quién-pueda, caldo de cultivo de la fragmentación y el clima de tensión que viviría el país y que desembocaría en el asesinato a manos de un exaltado de una joven diputada laborista, madre de dos hijos.
Otro de los que ha encontrado su punto de partida narrativo en el brexit es Ian McEwan. La Cucaracha (Anagrama), su última publicación, aborda el largo adiós del Reino Unido a la UE revisitando el comienzo de La metamorfosis de Kafka. Solo que el autor de Expiación decide invertir los términos, de tal forma que aquí es la cucaracha la que amanece convertida en humanoide, más concretamente en el primer ministro del Reino Unido, que en su fabula recibe el nombre de Jim Sans. Un recurso literario para nada baladí en tiempos kafkianos.
La Cucaracha funciona como un disparo al centro de gravedad de la clase política y sus tejemanejes. McEwan ha sabido como pocos retratar esa suerte de ruleta inglesa que es el brexit, un proceso comandado por la estulticia en el que sólo a través de la sátira y la perplejidad se puede sacar algo en claro.
Entre los textos más literarios de esta hornada de historias que merodean el brexit, nos topamos con lo nuevo de John le Carré –Un hombre decente (Planeta)– y Autumn, de la celebrada autora escocesa Ali Smith (Inverness, 1964). Un libro que, según se mire, vaticinó lo que luego sucedería más tarde. Publicada en Gran Bretaña tan solo dos meses después de la votación, puso sobre el tapete algunas de las claves de lo que ya se intuía, a saber; un nacionalismo exacerbado y esa atmósfera de recelo entre conciudadanos que marcó los días previos. Autumn (Otoño) –publicada en catalán por la editorial Raig Verd– se enmarca dentro de una tetralogía que se ajusta al ritmo de la estaciones y que por el momento no se ha traducido al castellano.
Ampliando el foco argumental nos topamos con The wall (El muro), cuya publicación en España está prevista para 2021, y que ofrece un escenario distópico en el que el despertar nacionalista del brexit alcanza una dimensión internacional. Las naciones ya no son naciones, sino megalópolis que alzan sus fortalezas para evitar injerencias foráneas y que conforman una derivada infausta de esas políticas migratorias que tanto airea la extrema derecha. Vaticinios, crónicas, sátiras... El brexit ha espoleado la imaginación de la prosa británica dejando a su paso una buena ristra de lecturas.
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