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Capellades vela por la supervivencia del último molino papelero "vivo" de Catalunya

El museo de este municipio de Barcelona es un espacio singular donde aparte de enseñar cómo se fabrica el papel de manera artesanal se explica la historia de esta industria, muy importante en el pasado en la zona.

06/2022 - El Museu Molí Paperer de Capellades.
El Museu Molí Paperer de Capellades. Museu Molí Paperer

Una raima es una unidad de medida para contar hojas de papel, concretamente una raima equivale a 500 hojas de papel. Y una filigrana o marca en el agua es un dibujo perceptible a contraluz en un papel obtenido durante su fabricación. Se utiliza como sistema de seguridad en documentos (billetes de banco, sellos...) y también como marca del fabricante. Estas son algunas de las cosas que se aprenden después de visitar el Museu Molí Paperer de Capellades, donde se sigue fabricando papel hecho a mano, porque es un "molino vivo" como les gusta subrayar a las responsables de realizar las visitas guiadas.

Durante los siglos XVIII y XIX, la zona de Capellades (en la comarca de Anoia, en Barcelona), gracias a sus recursos hídricos, era uno de los centros papeleros más importantes del Estado español, y para no perder la tradición, en 1958 un grupo de industriales papeleros fundaron este museo ejerciendo un trabajo de vanguardia en lo que se llama arqueología industrial. Desde entonces el museo fabrica papel para diferentes artistas y empresas como Jaume Plensa, Miquel Barceló, Ferran Adrià o Mango.

Ahora el molino fabrica un papel de calidad de diversas fibras (algodón, lino, cáñamo, abacán y sisal) con una amplia gama de tamaños, filigranas y colores. Pero el paño fue la materia prima para la fabricación del papel hasta finales del siglo XIX donde fue progresivamente sustituido por las fibras provenientes de la madera de los árboles y plantas vegetales.

Desde el inicio, este espacio se fundó como museo y como molino

Desde el inicio, este espacio se fundó como museo y como molino, uniendo así la difusión del patrimonio histórico y el industrial, gracias a la continuidad de la práctica de la actividad artesanal del papel realizado a mano. Esta dualidad lo hace un museo atípico, porque durante la visita se pueden ver los papeles realizados con granos de cacao que encarga Jordi Roca, u otros papeles para envolver ropa de una reconocida tienda de Barcelona.

Edificio del siglo XVIII

La gestión económica del museo se basa en la autofinanciación del 60-70% de los gastos de funcionamiento, y es un buen ejemplo de cómo una entidad cultural puede llegar a alcanzar la autofinanciación a partir de la comercialización del producto artesanal que produce y al mismo tiempo sumando los ingresos económicos derivados de las visitas.

El edificio del museo es un antiguo molino papelero del siglo XVIII

El edificio del museo es un antiguo molino papelero del siglo XVIII, de una superficie de 2.200 m² y consta de cuatro plantas y sótano, donde se encuentran las máquinas y los utensilios necesarios para hacer el papel. Junto al Molí se encuentra la Bassa, una fuente natural de la que brota un caudal de 12 millones de litros diarios, utilizados como energía para el funcionamiento de los 16 molinos papeleros que trabajaban en esta zona, de los que ya no queda cabeza en activo.

El museo cuenta con una sala de exposición permanente sobre el papel y los sistemas de impresión en los que se siguen los vínculos de una actividad económica que determinó el desarrollo económico y social de la zona. La última planta del museo es el secador, donde se seca el papel que se fabrica en el aire, siguiendo la tradición artesana, y también hay exposiciones temporales de artistas que trabajan el papel.

Una de las preocupaciones de este museo es la supervivencia de los molinos papeleros de las diferentes comarcas papeleras de Catalunya y la búsqueda de nuevos usos para evitar que se pierdan edificios tan singulares. Como primer paso para la documentación y conservación de este patrimonio industrial el Museo Molí Paperer de Capellades conjuntamente con el Museu de la Ciència i la Tècnica están realizando un inventario de molinos de Catalunya.

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