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Chavela Vargas, una voz incombustible

A sus 91 años y después de dos sin cantar en un escenario, la cantante mexicana ofrece en su país un concierto de una hora y media

MAJO SISCAR BANYULS

A sus 91 años, la Vargas volvió a demostrar quién es Chavela. Después de dos años sin cantar en un escenario, este viernes dio el do de pecho durante una hora y media. Aunque no abrió los brazos como sólo ella hacía, ni se levantó en ningún momento del sofá donde apareció sentada con uno de sus característicos ponchos, acarició el alma del público con el mismo desgarro de siempre. Desgarradora, irreverente y risueña. Así se mostró en el escenario, junto a su apadrinada La Negra Chagra, una cantante de música folclórica del noroeste de Argentina.

Después de un largo preludio de coplas, chacareras, milongas y tangos de La Negra, la dama de poncho rojo se arrancó con un estremecedor Un mundo raro, una de las míticas canciones escritas por su gran compañero José Alfredo Jiménez. Pero el recuerdo de su queridísimo amigo no fueron suficientes para que volviese aún la Chavela de siempre. Le hizo falta seguir calentando la voz con No soy de aquí ni soy de allá y Las simples cosas, las tres a dúo con La Negra.

Para la cuarta canción apareció un invitado sorpresa, el compositor Mario Ávila, quién hizo los arreglos de Adónde te vas paloma, una canción que le rondaba por la cabeza a Chavela desde niña y que escribió ahora para su último disco ¡Por mi culpa!, que está a punto de salir a la venta en España. Lo ha llamado así porque lo ha hecho 'como me ha dado la gana y con quien me ha dado la gana'. Además de este tema propio, su nuevo compacto recoge sus canciones preferidas y las interpreta con sus amigos Joaquín Sabina, Lila Downs, Eugenia León, Jimena Giménez Cacho, La Negra Chagra y la banda Pink Martini.

Fue al interpretar Piensa en mi cuando despertó la verdadera Chavela, esa que canta con las entrañas y no con la garganta. A partir de ahí se soltó, y vinieron Clavel del aire que cantó acompañada con mariachis, Vámonos, La noche de mi amor, Luz de Luna y una apoteósica Macorina.

Canciones que ya son inmortales gracias a la Vargas. Ella recuperó las rancheras y los boleros de los grandes, pero se propuso cantar 'lo menos parecido a ellos', porque 'no quería hacer el ridículo', comentó pasado martes.

Ahora, después de superar los problemas de salud que la han mantenido apartada de los focos los últimos meses, afirma sentirse 'como un coche nuevo' y puede ser que hasta repita concierto. De hecho, mientras la pelona la muerte no la venga a buscar quizás cruce el charco; 'a la edad mía ya no planeó nada por hacer... tal vez una vuelta por ahí a España y ya, tranquila'. No descarten volver a ver a Chavela cerca de su casa.

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