Este artículo se publicó hace 14 años.
El hombre que tomó el pelo a Adolf Hitler
Edmon Roch, director de 'Garbo, el espía', desvela las claves de su documental
Españoles con medallas hay muchos. Pero sólo uno puede presumir de poseer la Cruz de Hierro alemana y la Orden del Imperio Británico: Juan Pujol García (Barcelona, 1912-Venezuela, 1988).
Es posible que su nombre no le diga nada. Y que esta historia sobre un hombre condecorado por los dos bandos rivales en la II Guerra Mundial suene a novelita de espías. Y razón no le faltará. "Ningún novelista de tramas de espionaje habría fabulado algo así para venderlo como real. ¡Y ya no digamos un historiador! Pero la realidad supera a la ficción. Solo algo verídico podría ser tan increíble", explica Edmon Roch, director de Garbo, el espía, filme sobre las desventuras del agente doble español que parte como favorita para ganar el Goya al mejor documental.
Roch tiene su propia teoría sobre por qué Pujol, conocido como Garbo por la inteligencia británica, era un completo desconocido: "Porque su historia estuvo clasificada hasta el año 2000, porque jamás tuvo afán de protagonismo, porque durante mucho tiempo estuvo oficialmente muerto por miedo a represalias, porque era un español luchando para los aliados en la guerra... Si hubiera sido inglés o americano, tendría varias películas".
Roch recuerda que Graham Greene se "inspiró en su caso para configurar el héroe de Nuestro hombre en La Habana", novela en la que el escritor británico desmitificaba en clave paródica la labor de los espías. Para entendernos: no es que Garbo hiciera mal su trabajo, es que su engaño a los alemanes (les hizo creer que vivía en Inglaterra, pero escribía sus informes secretos sobre lo que se cocía en Londres ¡desde Lisboa!) suena a chiste.
"Incluso cuando se equivocaba, era tal su pasión y su pretendida fe en la doctrina nazi, que le perdonaban los errores. Además, Pujol revelaba a los alemanes precisamente lo que ellos querían oír", dice Roch. Y tanto: los aliados utilizaron a Garbo para que pasara informes falsos sobre la fecha y el lugar del desembarco de Normandía.Y los alemanes se los tragaron. El resto es Historia.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.