Este artículo se publicó hace 13 años.
Un minino bipolar
A diferencia de la sucesión de sketches de Shrek, el filme posee continuidad argumental
EN SÍNTESIS
Adoptado por una bondadosa mexicana, el Gato con Botas es feliz. Hasta que todo se tuerce.
COMENTARIO
Desde su aparición en Shrek 2 quedó claro que la franquicia se le quedaba pequeña al carismático minino. El Gato sobresalía entre la miríada de colegas de los cuentos tradicionales por su personalidad de héroe de acción. Esta bipolaridad late aquí. A diferencia de la sucesión de sketches de Shrek, el filme posee continuidad argumental: la reparación del honor mediante una serie de enfrentamientos, muy bien solventados a ritmo de spaghetti western. Pero el frenesí se detiene para dar paso a la aburrida deconstrucción del cuento popular. El final nos hace fantasear con lo que pudo ser y no fue: la mejor película de aventuras del año.
Director: Chris miller
Género: animación
Nacionalidad: EEUU
Reparto (voces): Antonio banderas, Salma Hayek
Duración: 90 minutos
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