El museo Thyssen expone réplicas de los retratos femeninos más icónicos del arte con pechos con mastectomías
Con motivo del Día internacional contra el cáncer de mama, el centro artístico colabora con la Fundación Cultura en Vena para reinventar tres famosos desnudos de mujeres y concienciar sobre esta enfermedad.
Madrid-Actualizado a
Una Venus presumida
Los cuerpos voluptuosos tan característicos de Rubens protagonizan el primer cuadro de la exposición Arte y salud del museo Thyssen. Este fotomontaje de Jorge Salgado de Venus y Cupido muestra a la diosa romana del amor mirándose al espejo. En la pintura original, la mujer sujeta con delicadeza una tela blanca que deja ver un pecho.
Pero nuestra Venus ha pasado por una mastectomía, y en su lugar aparece una cicatriz. Sin embargo, la patrona de la belleza está muy por encima de los complejos físicos. Se mira al espejo y reconoce a sí misma en una mirada de cariño. En el reflejo que sujeta el querubín del amor, Venus se sabe hermosa, con todas las heridas del cuerpo que marcan su historia.
Cuerpos sin pecado original
Esta obra de Hans Baldung Grien muestra dos elegantes desnudos de Adán y Eva. El autor retrata un perfecto conocimiento de la anatomía masculina y femenina, los progenitores bíblicos de la humanidad llenan de fuerza una imagen que Jorge Salgado matiza: a ambos personajes les falta un pezón. Salgado da cuenta de una realidad minoritaria: el cáncer de mama en hombres. De este modo, Adán acompaña a Eva en este camino.
La pintura de Baldung Grien representa el pecado original, con Eva sujetando la manzana y la demoníaca serpiente acechando las figuras. El fotomontaje cambia por completo el significado. La pareja es ya libre de la enfermedad y, por tanto, del mal que les ha seguido tanto tiempo. La complicidad de sus miradas refleja vitalidad y esperanza, a las puertas de un mundo —el terrenal— que desean fervientemente descubrir y disfrutar.
Muy maja y muy desnuda
La Marilyn Monroe del Romanticismo. Su exuberante belleza estuvo dispuesta en el palacio de Godoy para goce de todas y todos los amantes del arte. A lo largo de la historia, muchos críticos y estetas se han referido a La Maja desnuda como Venus, ya que no es erróneo comparar la hermosura de la deidad con la modelo de Goya. Calificada como obscena por la Santa Inquisición Española, esta imagen simboliza la libertad y la audacia femenina.
Por supuesto, los estudios de género reconocen las condiciones patriarcales de la época, pero el fotomontaje de Salgado posiciona a la mujer como icono de una seguridad apabullante. Mientras que la Venus de Rubens reconoce su propia belleza, la Maja de Goya reclama —con éxito— las miradas de los otros. El personaje no tiene miedo de ocupar un espacio que siempre ha sido suyo.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.