Este artículo se publicó hace 16 años.
Sr. Chinarro: en la cima
Del culto a lo popular: el músico más respetado vuelve con nuevo disco.
Antonio Luque es Sr. Chinarro. Sr. Chinarro es Antonio Luque. Tras una década como francotirador en la sombra del indie nacional, pasto sabroso de fieles minorías, en 2004 este sevillano se puso en manos de Jota, cantante de Los Planetas, para dar un giro a su oscura y claustrofóbica obra musical. Las melodías, el calor y el color limaron su áspero pasado y el público se multiplicó a su alrededor.
Tras El fuego amigo (2004) y El mundo según... (2006), Luque sigue navegando sobre las olas de la accesibilidad en Ronroneando (2008), su nuevo disco. Sr. Chinarro es una mente libre, capaz de redimensionar la canción popular a partir de un personalísimo lenguaje y del sencillo uso de las melodías. Un nuevo disco consagrado al tema más manido del pop, las problemáticas amorosas, que en su voz resuena nuevo. Un ejemplo en tres versos: Suspendido en la autoescuela del amor platónico / no sirven de nada estas notas / sólo apruebas el teórico (El teórico).
Tres discos en cuatro años. Vaya velocidad, ¿no?
Yo no me marco plazos, cuando tengo diez canciones que me gustan las grabo. Hay pocas cosas en la vida que me den tanta satisfacción como terminar una canción que merece la pena. Además, uno nunca tiene la certeza de que va a seguir haciendo canciones.
Pero la impresión es que sus canciones surgen de forma bastante natural...
Supongo que tengo cierta facilidad para ello, por eso lo hago. Ojalá en la sociedad todo el mundo hiciera aquello para lo que está más capacitado. Muchas veces por cobardía, falta de oportunidades o decisiones erróneas hay gente que acaba en el sitio equivocado. Yo estoy en mi sitio y por eso puedo dar la sensación de no esforzarme mucho, pero bueno, no es poco esfuerzo dedicarse a la música. Uno tiene que estar permanentemente alerta.
¿Alerta en qué sentido?
Que no se me escape ninguna idea que pueda utilizar. Ahora estoy aquí, puede haber algo que me inspire y si no presto atención se me puede escapar. Incluso el mito de que te despiertas en mitad de la noche y coges la guitarra, no es tal mito. La otra noche tuve un sueño un poco raro y podría servirme para una canción.
¿De qué iba el sueño?
Había cenado un trozo de carne muy grande y soñé que era una persona que comía carne humana (risas).
¿Con qué Sr. Chinarro está más cómodo, con el oscuro y áspero de ‘La primera ópera envasada al vacío' o con el melódico y accesible de ‘Ronroneando'?
Con el de Ronroneando, claramente. Aunque son dos discos que guardan una relación. Los dos son discos de crisis. Incluso la portadas se parecen.
¿Qué tipo de crisis?
No sé. Hay épocas en la vida que uno está más feliz y otras que está un poco más apagadillo. Las crisis personales se reflejan en los discos, como no puede ser de otra manera. Pero no lo hago para que la gente vea cómo me va en la vida, sino porque no se puede evitar.
¿Qué ha inspirado este disco?
Muchas cosas. Desde el disco anterior vengo escuchando con atención y cariño a Antonio Machín, me encantan sus canciones. Lo que pasa es que son muy complicadas, pero adapto eso a mi discurso como puedo.
¿Se censura a sí mismo de alguna manera a la hora de componer?
En principio, no. Pero hay que tener en cuenta que te van a escuchar muchas personas y no es cuestión herir sensibilidades.
¿Por qué su música se volvió más accesible a partir de ‘El fuego amigo' (2004)?
Sobre todo por los consejos de Jota, cantante de Los Planetas, que produjo el disco. Me dio lecciones, como no complicarme demasiado. La misma cosa se puede decir de modo complicado o sencillo, y si lo haces sencillo llegará a más gente, e incluso me llegará más a mí mismo. Al final, yo no soy un tío tan raro, soy uno más.
Pero sí proyecta una imagen de personaje extravagante...
Cuando uno se convierte en un personaje más o menos público, empiezan a circular leyendas, algunas muy graciosas. Recuerdo que hubo alguien que dijo que yo estaba siempre de tripi. Y vamos, prácticamente ni sé lo que es eso.
También dicen que en una ocasión llegó al Festival de Benicàssim sin instrumentos y sin banda.
Bueno, llevaba una guitarra. (risas) Lo que sí es cierto es que fui en auto-stop. También en el 96 fui al BAM de Barcelona en auto-stop. De hecho, un colega de Sevilla fue en autobús y llegué yo antes. Por desgracia, es una forma de transporte en desuso, porque los medios de comunicación cada vez venden más miedo, y consiguen que la gente esté en su casa consumiendo y sin molestar.
¿Tardó mucho en dar el giro de ‘El fuego amigo'?
No sé, pasó cuando pasó, cuando dejé de trabajar en la fábrica y Jota puso a mi disposición su estudio y sus conocimientos.
Dígame algo que aprendiera en la fábrica.
Sobre todo aprendí qué era lo que no quería hacer en la vida. Y me di cuenta de que a los poderosos les interesa tener a la gente prisionera, descontenta. Y no sé por qué. Yo pienso que la sociedad iría mejor si todo el mundo buscara un poco más de felicidad y tranquilidad.
El hecho de vender más discos, que la gente cante en sus conciertos, ¿le hace más feliz como músico?
Claro. Una vez sacas un disco a la calle, lo que quieres es que la calle lo acoja con cariño. Yo he hecho conciertos delante de tres personas y es una sensación muy triste.
Su obra es alabada por la crítica, ¿qué le parece?
La verdad es que no encuentro mucho mérito en que digan que he hecho el mejor disco del año.
Valore el estado actual de la música en España.
Hay muchos más grupos que talento. Como dije antes, creo que la gente debería dedicarse a aquello para lo que está más capacitada. Un grupo es una gran inversión de tiempo y dinero.
1 ¿A qué altura sitúa a Sr. Chinarro?
2 ¿Cómo valora su repercusión?
3 ¿Qué le emociona de Sr. Chinarro?
4 ¿Cuál es su disco favorito?
Joaquín Reyes (Cómico)
1. Lo sitúo muy arriba. Es de esos artistas que suben el nivel, que propone cosas originales.
2. Tendría que tener mucha más repercusión.
3. Sobre todo las letras. No son típicas ni cae en lugares comunes. Y las melodías son muy chulas.
4. El mundo según... me encanta, pero creo que me gusta más este último.
Jota (Cantante de Los Planetas)
1 Es el número uno. No creo que haya músicos mejores que él. Como compositor, como letrista, como actitud...
2. Yo creo que tiene muy poca repercusión para su calidad. El mercado de la música está corrompido. Los que tienen más repercusión no son músicos, son títeres movidos por otras personas para llevarse el dinero. Artistas como Sr. Chinarro, más conscientes de su situación, no se dejan robar.
3. Tiene una capacidad lírica impresionante, transmite emociones e imágenes increíblemente vívidas. Es un talento natural para expresarse como músico. No necesita hacer esfuerzos, y no los hace.
4. No podría decirte, me gustan todos. Es un artista muy regular. El porqué de mis peinados, El fuego amigo, El mundo según...; son todos buenísimos.
Agustín Fernández Mallo (escritor)
1. Sr. Chinarro se mueve en un curioso extrarradio; está al máximo nivel, y sigue siendo un autor semioculto.
2. Si aplicas el criterio de la calidad musical, creo que debería tener mucha más repercusión.
3. Varias cosas. Los textos, que van a calambrazos, a impulsos o hachazos, pero conservando un hilo poético muy fuerte, están llenos de imágenes magistrales. Y la aparente despreocupación que hay en la composición de sus canciones, en la fusión de las letras con la música. Y por supuesto, porque le veo unas influencias muy claras del pop británico y español de los 80 (Joy División, The Smiths, The Cure, Golpes Bajos, Décima Víctima...).
4. Todos, pero si me obligas a elegir, digo La Primera Ópera Envasada Al Vacío, o el EP La Pena Máxima.
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