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"El Nacional es un premio a la supervivencia"

El impulsor del realismo histórico en España recibe el Premio Nacional de las Letras por su trabajo constante para tender puentes entre Catalunya y España

LÍDIA PENELO

'Supongo que por mi actitud', decía un risueño y sorprendido Josep Maria Castellet (Barcelona , 1926) para explicar el motivo por el que le han concedido el Premio Nacional de las Letras, dotado con 40.000 euros. Cuando le dieron la noticia ayer, antes de las cinco de la tarde, este editor y crítico literario en quien primero pensó fue en el poeta Josep Vicenç Foix (18931987), primer autor distinguido con este galardón creado en 1984 para reconocer la trayectoria literaria de los premiados.

Una amiga psiquiatra de Castellet define el talante del que fue compañero de Juan Goytisolo, Carlos Barral y Jaime Gil de Biedma como militante de la evitación del mal. 'Siempre he procurado que no haya catástrofes y eso me predispone a procurar el diálogo entre las culturas', argumentó el autor de La cultura y las culturas, un libro de 1985 que compila textos sobre temas de debate cultural.

Impulsó el realismo histórico y renovó la literatura en los setenta

'Me interesa el intercambio y no la oposición. La cultura está por encima de todo eso. El flujo entre culturas siempre ha formado parte de mi trabajo', argumentaba con humildad uno de los intelectuales que en los años setenta ayudó a renovar la literatura española y promovió el realismo histórico.

'Aunque para no caer en el autoelogio, admito que mi carácter es un poco esponjoso, vamos que si me pinchan no sangro', añadió con la sonrisa de pillo que le caracteriza.

Inconformista por naturaleza, Castellet mostró sus cartas desde el principio de su carrera. En su primer libro, Notas sobre literatura española contemporánea, publicado en 1955 por la editorial Laye, escribió una justificación en la que se cualificaba de 'trabajador incansable para enriquecer una situación cultural anómala y confusa'.

'Me interesa el intercambio y no la oposición', explica el autor

Desde los límites que marcaba el franquismo, Castellet ha trabajado y todavía lo hace como director literario del Grup 62, para establecer diálogo entre autores catalanes y castellanos. Para ello, no dudó en implicarse en el homenaje a Antonio Machado de 1959; en el Congreso para la Libertad de la Cultura y en los diálogos Catalunya-Castilla. Impulsó también la Comunidad Europea de Escritores y los premios internacionales de literatura de Formentor y otros muchos proyectos que pretendían unir a escritores y pensadores de misma ideología pero diferente lengua.

En opinión del premiado con el Nacional de las Letras, en la actualidad todos los puentes tendidos han desaparecido: 'Las razones para que esos lazos sean inexistentes son políticas, pero no quiero entrar en esas consideraciones'. Castellet prefiere hablar de libros y considera que la literatura española vive un momento de normalidad y la catalana un auge cualitativo.

'Yo empecé a escribir en castellano, que quede claro que yo vengo de antes de la Guerra Civil. Pero en los últimos años he escrito en catalán. Me siento cómodo con ambas literaturas', aclaró el autor de Veinte años de poesía española, publicado por Seix Barral en 1960.

'Con Barral, Jaime Gil y Goy-tisolo nos reuníamos en mi casa para seleccionar poemas que luego publicábamos', recordó el autor de Nueve novísimos poetas españoles, que apareció en Barral editores en 1970. Uno de los títulos que más reconocimiento le ha merecido.

Afirma que Josep Pla y Mercè Rodoreda fueron decisivos en su formación intelectual. Más allá de su vertiente como crítico, Castellet también ha querido contar la historia a través de todo lo que vivió y con sus amigos. Dice que del título que se siente más satisfecho es de Los escenarios de la memoria.

Cuenta que perder a Carlos Barral y Jaime Gil de Biedma, dos de sus mejores amigos, con una semana de diferencia, cambió el concepto que tenía sobre cómo tenían que ser sus memorias. Y en ese primer volumen, aparecen algunos de los que formaban parte de su tropa de amigos literarios como Rafael Alberti, Josep Pla, Pier Paolo Pasolini o Giuseppe Ungaretti.

Castellet bromeó con el hecho de que otros compañeros suyos como Rafael Sánchez Ferlosio y Juan Goytisolo cuenten con la distinción del Nacional de las Letras: 'Puede desprenderse una interpretación generacional un poco triste, porque la mayoría de los que formaban parte del grupo han muerto', comentó.

'Supongo que el Nacional es un premio a la supervivencia', sentenció quitando importancia a su brazo derecho en cabestrillo. El pasado lunes Castellet sufrió una caída en el Paseo de Gràcia, un leve accidente que no ha interrumpido sus ganas de leer y escribir.

Antología catalana. ‘Poesía catalana del Segle xx'

Escrita en 1963 en colaboración con Joaquín Molas, esta compilación señala a los poetas catalanes más importantes del pasado siglo, como Carles Riba o Josep María Segarra.

Antología general. ‘Nueve novísimos poetas españoles'

Esta antología trajo polémica desde su publicación en 1970. Castellet seleccionó a poetas más interesados en el aspecto formal que en contenidos relacionados con el realismo social. Entre ellos estaban Vázquez Montalbán, Pere Gimferrer, Ana María Moix, Félix de Azúa, Vicente Molina Foix y Antonio Martínez Sarrión.

Biografía. ‘Josep Pla o la razón narrativa'

Con este libro sobre el escritor catalán, Castellet ganó el Premio Josep Pla en 1978. Precisamente, en el momento de la muerte del autor de ‘El cuaderno gris' en 1981, este era el único ensayo que existía sobre su figura.

Autobiografía. ‘Los escenarios de la memoria'

Este título, publicado en 1988, constituye el primer volumen de su obra memorialística. Ahora acaba de editarse su segunda parte, ‘Seductores, ilustrados y visionarios', en la que a través de los perfiles de Manuel Sacristán, Carlos Barral, Gabriel Ferrater, Joan Fuster, Carlos Comín y Terenci Moix muestra el mundo cultural catalán de los sesenta.

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