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Un negro con piel blanca que ama la diferencia

Salif Keita culmina una trilogía con La différence y aborda la lucha de los negros albinos contra la discriminación

CARLOS FUENTES

Nació con linaje de emperador, descendiente de Sundiata Keita, fundador del Imperio Mandinga en el siglo XIII. En Malí, donde los nobles tienen vetada la vida artística, Salif Keita (Djoliba, 1949) tuvo que empezar desde abajo, en las calles de Bamako. A finales de los sesenta entró en la Super Rail Band, que lideró hasta que en 1973 se unió a Les Ambassadeurs. Desde 1982 vuela en solitario, a veces con más éxito comercial que enjundia artística. Cerrada su etapa de exilio en París, donde vivió 15 años, Salif Keita regresó a su país, a la mina musical africana. Ahora publica La différence, que culmina la trilogía acústica abierta con Moffou (2002) y M´Bemba (2005).

e_SDLqLa différence es lo que soy como músico. He intentado profundizar en la música acústica para hacer algo emocionante, regresar a la esencia y nada mejor que la música acústica para lograrlo', explica el cantante maliense. ¿Supone esta trilogía, en cierto modo, una rectificación de su etapa europea? 'Sí, es una especie de rectificación, por supuesto. De hecho, hemos realizado dos cosas: canciones eléctricas y acústicas. Pero siempre he pensado que con la música acústica se pueden hacer muchas cosas bellas'. ¿Y se arrepiente de su marcha a París? 'No, no. Mi estancia fue muy buena. Viví buenos momentos, y siempre tuve claro que no me fui de Bamako con idea de no regresar jamás'.

'La différence es una especie de rectificación de mi etapa europea'

Producido en parte junto a Joe Henry, La différence rescata tres clásicos de Salif Keita. 'Papa está dedicada a mi padre. Él hizo todo por mí, me ayudó al arrancar mi carrera. Hemos sido grandes amigos. Tenemos un único padre, y es quien te enseña los caminos de la vida', explica. 'En Folon hablé de la democracia en África cuando eso no era tan corriente', recuerda el cantante maliense. 'Es absolutamente necesario que los africanos se den cuenta de que la democracia es un concepto vivo. Es la mejor forma de gobernar un pueblo y hay que hablar de ella para que no se olvide su valor. En muchos países no tuvieron oportunidad de vivir en democracia, y ahora que la tenemos, estamos obligados a cuidarla cada día', mantiene.

Para Keita, África 'necesita el compromiso de los africanos', insiste. 'El día que seamos conscientes de que somos nosotros los que debemos construir el continente será el día en que veamos el sol. En Malí ahora vivimos en democracia, tenemos más libertad y estabilidad si miramos otros países de África. Hemos empezado bien y tenemos un gran futuro por delante. Pero el primer problema actual es que en muchos países aún no se permite una oposición real y la verdadera democracia se crea con la existencia de alternativas al poder político. En todo país es necesario que haya oposición fuerte porque sin pluralidad política no hay verdadera democracia'.

'En Malí tenemos más libertad y estabilidad que otros países'

¿Y puede ayudar la música a crear conciencia? 'La situación del continente es consecuencia directa de la presencia y de la actitud de los gobiernos coloniales europeos. Si desde entonces no se han preocupado de que África funcione, las posibilidades de que el continente prospere son verdaderamente escasas. Pero para los jóvenes africanos, la música representa los valores de su cultura y de sus raíces; es importante que esté presente. Y para los europeos, las músicas africanas son un buen vehículo para entender mejor todo lo que ocurre aquí'.

La différence se abre con una canción homónima que reivindica la última lucha emprendida por Salif Keita. Africano de raza negra, el cantante albino conoce el riesgo que afrontan los africanos con falta de pigmentación en la piel. Víctimas de agresiones por ser vistos como transmisores de mal fario y enfermedades.

'Es una lacra cultural que viene de antiguo. En los pueblos no hay información sobre qué es un albino y muchos aún nos ven como una maldición. Tradiciones macabras nos ponen en riesgo, incluso para la vida, porque hay quienes ven mágico estrangular o arrancar un brazo al albino', explica el promotor de una fundación para defender a los albinos. 'Debemos informar mejor en los pueblos para que se crea que el albino no es una maldición y que nuestra piel tiene un origen genético normal', abunda Salif Keita, que en su disco proclama ser 'un hombre negro, mi piel es blanca, y me gusta. Es mi diferencia. Soy blanco, mi sangre es negra, y me gusta. Porque la diferencia es bonita'.

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