Este artículo se publicó hace 14 años.
La periodista que destapó a la Cosa Nostra
La alemana Petra Reski publica en español el libro 'Mafia'
La llaman la Saviano alemana, pero la periodista Petra Reski (1958) prefiere no etiquetarse. Es cierto que, al igual que el autor de Gomorra, está amenazada por desnudar a la Cosa Nostra en su libro Mafia ahora editado en castellano por Seix Barral, sin embargo no se atribuye ningún martirio: "En Italia hay muchos Savianos. Periodistas como Rosaria Capacchionne y Gianni Lannes, que tienen que vivir con protección oficial. Además, donde yo estoy amenazada es en Alemania", admite. Y hay otra diferencia: "Saviano en ningún momento relaciona a la mafia con la política. Su problema fue que habló de un clan que no se conocía. Pero, si no te metes con los políticos, no pasa nada".
Ella sí que lo hizo. Mafia es un glosario con nombres y apellidos de jueces, fiscales y políticos alemanes e italianos que han coqueteado con la Cosa Nostra. De ahí que cuando esta historia, una mezcla de reportaje y novela que partió de sus investigaciones sobre la matanza de seis calabreses en un restaurante de Duisburgo en 2007, fue publicada en Alemania, comenzaron las amenazas.
Reski sintió miedo, "aunque no tanto como que la justicia alemana me llevara a juicio y me declarara culpable por desvelar relaciones entre la política y la mafia. Es absurdo", lamenta. De momento, el libro está censurado en su país y ninguna editorial ha comprado los derechos de su próximo trabajo, también sobre el mismo tema.
Jamás lo habría imaginado de su país de origen. Reski lleva 20 años viviendo en Italia. Allí se ha convertido en una de las periodistas que mejor conoce a la Cosa Nostra. La respetan. "Desde el principio me interesaron sus relaciones familiares, sus normas tan arcaicas", cuenta. También le fascinó cómo han sabido integrarse en la sociedad. Cómo los hijos van a la universidad y cómo las mujeres son tan activas como los hombres, aunque en otro tipo de trabajos sucios. "Ellas suponen el 50% de los mafiosos. Se encargan de educar a los hijos en los valores de la organización, gestionan el dinero, las armas. Y hacen mucha labor de propaganda. No son para nada víctimas pasivas", explica.
Los tentáculos de la familiaA Reski lo que más la preocupa es cómo han lanzado sus tentáculos por todo el planeta. Por eso, le irrita que apenas haya interés por hablar del tema fuera de Italia. "Antes del atentado de Duisburgo, me pedían que escribiera sobre Toscana. Y cuando aquello ocurrió, los alemanes se echaban las manos a la cabeza: ¡Pero si aquí no hay mafia!, decían", recuerda ahora con ironía.
Para la periodista, esta indiferencia es la causante de que mantenga su influencia. "En Alemania están desde los sesenta y en España, desde los setenta con todo el contrabando de heroína y cocaína. Y, sin embargo, los legisladores prefieren centrarse en leyes contra el islamismo que contra estos grupos. En Europa no es delito pertenecer a la mafia", remata.
La caída de Silvio Berlusconi tampoco sería una solución: "Es verdad que desde 1994 los mafiosos viven mejor, pero la izquierda también tiene sus lazos con ellos. No es un asunto ideológico", zanja Reski.
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