Público
Público

Polémica en Londres por un ciclo dedicado a las 'zorras' del cine

El British Film Institute defiende que sus jornadas, tituladas 'Playing the Bitch' ('Interpretando a la Zorra'), “celebran y exploran algunos de los personajes femeninos más cautivadores de la pantalla” pero 330 profesores, cineastas y críticos tachan el ciclo de misógino y el término elegido de “insultante”.

Imagen de archivo del British Film Institute.

Mavis se ha enterado de que su antiguo novio del instituto acaba de ser padre y los celos la están matando. Aquella chica popular ya no es la reina del baile; ahora está sola y necesita sentirse el centro del mundo otra vez, así que se convence a sí misma de que él no es feliz, que está “como si fuera un rehén; atrapado con mujer, un hijo y un trabajo de mierda” y decide volver al pueblo para rescatarlo. Pero al personaje que interpreta Charlize Theron en Young Adult en realidad no le importa nadie salvo ella: “Nacimos para estar juntos y he venido a recuperarlo”, dice en un momento de la cinta.

Para el British Film Institute (BFI) Mavis forma parte de ese grupo de mujeres “libres, independientes y desafiantes pero siempre anti-heroínas carismáticas” del cine y, como asegura su directora creativa Heather Stewart, supone un ejemplo de “estereotipo en el que la mujer protagonista es un monstruo malintencionado, traicionero y una controladora compulsiva”. Esa es la filosofía con la que han diseñado el ciclo en el que han decido incluir la película y que lleva por nombre Playing the Bitch, cuya traducción más acertada en este contexto podría ser Interpretando a la zorra pero literalmente también podría utilizarse perra o incluso puta. Y eso, el que no haya una definición clara del significado de la palabra bitch y que esté llena de connotaciones, es el origen de la polémica; aunque no toda la polémica en sí. Vayamos por partes.

El polémico significado de ‘bitch’

A falta de una Real Academia que edite su propio diccionario, como referencia en estos casos en Reino Unido se utiliza el de la Universidad de Cambridge, así que a él que vamos; las definiciones que da de bitch son: "Hembra del perro" y "mujer cruel". El de la Universidad de Oxford prefiere el adjetivo "malévola" y añade que también puede ser la "hembra del lobo, zorro u otros".

Cuando el pasado mes de diciembre se anunciaron por primera vez estas jornadas –que tendrán lugar el próximo mes de junio en Londres e incluirán varias proyecciones y debates– sólo se llamaban Bitches (perras, zorras o putas, según interpretaciones). Fue entonces cuando un grupo de 330 profesores de cine de universidades de distintos países, cineastas, críticos y escuelas como la Elías Querejeta Zine Eskola de San Sebastián, firmaron una carta que enviaron al BFI mostrando su rechazo al planteamiento pero, como aseguran a Público, nunca contrarios a la celebración del ciclo.

Mantenían, por ejemplo, que el término elegido era "insultante, no empoderante”, a diferencia de lo que sostiene la programadora del ciclo, Anna Bogutskaya, que se reunió entonces con ellos para abordar el tema aunque “parece que el único cambio que han hecho es alterar ligeramente el título”, sostienen las profesoras del King’s College de Londres Erika Balsom y Elena Gorfinkel, que han encabezado la protesta.

Seis meses después, Bogutskaya insiste en que el ciclo “está diseñado para considerar la maldad de los personajes femeninos como una reacción a los sistemas patriarcales y que se trata de empoderar a figuras femeninas subversivas que perturban las normas sin tener miedo de usar métodos cuestionables para lograr sus objetivos”.

Reconoce que es consciente de que “el término bitch resulta ofensivo para mucha gente” y desde el propio BFI añaden: ”Hemos pensado mucho en el uso de esta palabra y entendemos que es un término provocativo con diferentes significados que vienen determinados por el género, la generación, el origen y la cultura de cada persona”.

The Big Bang Theory no forma parte del ciclo pero es un buen ejemplo. En el capítulo titulado La Nomenclatura Neonatal, Penny practica yoga con su vientre plano al descubierto cuando Bernadette, en bata y pijama y con una barriga que supera los nueve meses de embarazo le grita: “¡Ve a ponerte más ropa, putón!”. Así lo oímos en la versión doblada al castellano pero en la versión original la llama bitch. No es la primera vez que se lo llama ni será la última y aunque otras veces lo hayan traducido por zorra o perra, en ninguna de las situaciones supone un drama. Nada que ver con la idea de bitch que William Wyler tenía en la cabeza cuando en 1941 dirigió a Bette Davis en La loba, otra de las películas incluidas en el ciclo.

Todas las películas están dirigidas por hombres

Esto nos lleva al segundo motivo de la queja: los firmantes de la carta pedían al BFI que considerara su decisión de incluir sólo películas dirigidas por hombres, algo en lo que tampoco les han hecho caso. Además de los ya mencionados, entre los títulos programados también están Perdida (David Fincher), La muerte os sienta tan bien (Robert Zemeckis), Todo por un sueño (Gus Van Sant) o Eva al desnudo (Joseph L. Mankiewicz). Anna Bogutskaya responde asegurando que hay muchas mujeres guionistas detrás de estas historias y que en lo que quieren poner el foco es en las interpretaciones de las actrices.

Pero para los críticos todos estos personajes ”no subvierten las normas de género sino que cohabitan en los estereotipos” y refuerzan un "status quo lamentable" al presentar "representaciones masculinas de mujeres locas, dañadas y rencorosas”.

En su carta añadían además que el ciclo en sí “repite sin crítica alguna la lógica misógina tan presente en el cine de Hollywood” porque las películas seleccionadas provienen todas de la meca del cine, y eso es un dato objetivo exento de cualquier interpretación.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?