Herederos del neorrealismo italiano, los hermanos Luc y Jean-Pierre Dardenne miran el mundo que les rodea y se lo cuentan a los espectadores. Desde su cine muestran también lo que deberíamos tener pero no tenemos. Y en este siglo XXI, en medio de la depresión laboral y social, escasea la solidaridad. Así que en su nueva película, la magnífica Dos días, una noche, los cineastas belgas siguen los pasos de una mujer, una trabajadora que cree en la solidaridad y la busca entre sus compañeros. Película de inauguración de la 59 Semana de Cine de Valladolid, está protagonizada por Marion Cotillard y es un brillantísimo retrato de cierta realidad europea hoy.

La situación que plantean los hermanos Dardenne es, desgraciadamente, muy real. Una trabajadora vuelve a la fábrica después de una baja por enfermedad y se encuentra con que la empresa ha obligado a los empleados a elegir entre su puesto de trabajo o una prima de 1.000 euros para cada uno. Ha ganado el dinero. Con el apoyo de dos compañeros, Sandra convence al jefe para que se repita la votación. Dedica todo el fin de semana a visitar uno a uno a los dieciséis trabajadores y convencerles de que voten a favor de que ella conserve el empleo. "Queríamos crear una historia sobre alguien que cree en la solidaridad -dicen los directores-.  En su aventura, el personaje se va encontrando con personas que tienen miedo a ser solidarias... y todas tienen razones para ello".

Cine de suspense

"La situación económica y social actual nos incitó a hacer la película, pero la idea es de hace diez años""La situación económica y social actual nos incitó a hacer la película, pero la idea es de hace diez años. Lo que pasa que ahora era el momento para hacerla. Por otro lado, lo que queremos es que el espectador se ponga en el lugar de Sandra y también que cada espectador se pregunte si es una persona solidaria o no", explican los cineastas, que avanzan paso a paso con su personaje principal, sin evitar ni uno solo de los encuentros con sus personajes y sin emitir ningún juicio sobre ellos.

Es una narración que aprovecha elementos del cine de suspense para ir avanzando en el propósito de sus creadores. "La idea de la película era la de ir viendo cómo esta mujer iba cambiando la opinión de los demás y conseguir que cada encuentro fuera un momento de suspense. Que hubiera intriga también en saber si ella iba a seguir o no, en ver cómo iba a pedir que cambiaran de opinión sus compañeros. Tiene que ver uno a uno".

Situación real en un mundo despreciable

"El trabajo es un derecho, por supuesto, pero es un derecho que hoy no se respeta"Sandra quiere volver a trabajar, lo necesita, pero no quiere perder su dignidad mendigando entre sus compañeros, no quiere piedad, quiere solidaridad. Objetivo arduo en un mundo en el que casi se ha conseguido hacer olvidar que el trabajo es un derecho. "El trabajo es un derecho, por supuesto, pero es un derecho que hoy no se respeta. Sandra intenta conservar su trabajo y rechaza la piedad de los demás, lo que busca es crear la solidaridad. Es una mujer muy digna, aunque finalmente en algún momento tiene que mendigar".

Dos días, una noche plantea una situación real en un mundo despreciable. Sandra se pregunta si ella es igual a 1.000 euros, si eso es lo que vale, "es terrible enfrentarse a eso". Y es una pregunta que se va contestando a medida que recibe la respuesta de sus compañeros. Su autoestima crece o decae conversación tras conversación. "No creemos que la conciencia de clase se haya perdido en el mundo, de hecho, Sandra es un ejemplo de que se mantiene. Ella es una mujer que se levanta de la cama y empieza su combate, y su valor esencial es que cree en la solidaridad", dicen los hermanos Dardenne, que añaden: "Hoy la solidaridad es algo muy difícil de encontrar, porque hay muchos individuos sin recursos en el mundo y que tengan miedo es casi normal. A cada uno de nosotros nos cuesta mucho ir más allá de nuestros intereses. Sandra es una más, pero es una persona que se transforma transformando a los demás".

"Hoy la solidaridad es algo muy difícil de encontrar, porque hay muchos individuos sin recursos en el mundo"Y es una mujer "porque las mujeres son más frágiles en el mundo laboral", afirman los cineastas que, además, reconocen que desde el principio pensaron en una mujer para el papel y que querían trabajar con Marion Cotillard. Leales a un cine que crece con intérpretes poco conocidos, los Dardenne se dejaron llevar por la fascinación que les produjo la actriz cuando la conocieron. Como coproductores de la película de Jacques Audiard De óxido y hueso, Luc y Jean-Pierre Dardenne vieron un día en un descanso del rodaje a Cotillard saliendo de un ascensor con su bebé en brazos. "Nos quedamos embelesados", confiesan. Y así entró en su cine por primera vez "toda una estrella".

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