Verano de suegras, de yernos y de humor incorrecto
Boda en la familia de 'Padre no hay más que uno', suegras a la gresca en una coproducción con México, incorrección gamberra en 'Mala persona' y 'Cuerpo escombro', estafas e infidelidades francesas… en el humor que llega a los cines este verano.
Madrid-
Al Santiago Segura de las comedias familiares le llueven las malas críticas al mismo tiempo que le aplauden miles de espectadores en los cines. "Humor cuñado", "como cine es insignificante" o "una obra llevada por el camino del cliché" son algunos de los calificativos que ha recibido la saga Padre no hay más que uno, que ya lleva 14,2 millones de euros recaudados y que espera seguir esa buena racha con la cuarta entrega que se estrena ahora.
Padre no hay más que uno 4: campanas de boda, con el mismo reparto que las anteriores, apunta un éxito parecido, de nuevo construido sobre el interés del público infantil. Si los filmes de Torrente metieron en los cines sobre todo a una clase de especímenes de macho adulto, los de las aventuras de la familia de Javier y Marisa encandilan a las niñas y niños, que son los que realmente empujan a los padres a las salas.
Escrita junto a Marta González de Vega y Juan Vera, la nueva película llega cinco años después que la primera y ese es un tiempo que en los niños y adolescentes se aprecia especialmente. La actriz Martina Valeria de Antioquía, muy joven cuando arrancó la saga, con la que ha crecido, es hoy, en la realidad y en la ficción, mayor de edad y, como tal, una persona con total autonomía para tomar sus propias decisiones… incluso si una de ellas es casarse nada más cumplir los dieciocho.
Guerra en la familia
La familia, ese "nido de perversiones" al que se refería Simone de Beauvoir, da para alguna comedia más en el cine este verano. La cineasta Chus Gutiérrez dirige a Carmina Barrios y a la mexicana Patricia Bernal en Tu madre o la mía: guerra de suegras, una coproducción con el país latinoamericano que encuentra el humor en las obsesiones de dos mujeres por controlar hasta el más mínimo detalle de la boda de sus hijos.
Presión extrema, extorsión, chantaje emocional… Todo vale en el enfrentamiento que se ha creado entre Carmen y Regina, los dos personajes principales de esta ficción. "Es una comedia extrema que lleva al límite a sus personajes para mostrarnos un mundo distorsionado del amor de dos madres y dos mujeres opuestas, pero con un objetivo común: controlar a su hija y a su hijo", ha dicho la directora, que ha contado también con Salva Reina, Paulina Goto, Saúl Lisazo y Laura Galán en el reparto.
Pisando brasas encendidas
"Que los tullidos están de moda y encima desgravan". Javi se ha quedado sin curro y su hermano Fermín le convence para que aspire a un puesto destinado a una persona con discapacidad. No es tan fácil como parece fingir parálisis cerebral, pero puede ser muy divertido. Al menos eso es lo que han pensado el director y guionista Curro Velázquez, al frente de Cuerpo escombro, protagonizada por Dani Rovira y Ernesto Sevilla, y con la participación, entre otros, de El Langui y Antonio Resines.
De nuevo las personas con discapacidad, en el centro de una ficción producida por Morena Films, compañía detrás de Campeones y Campeonex. Esta vez, la película enfrenta al espectador con la realidad de las personas con discapacidad física buscando el humor desde "situaciones sorprendentes y extremas donde el protagonista sufrirá como si a cada instante estuviera pisando brasas encendidas".
"Quiero ser el malo"
Y lo incorrecto es también la clave de la comedia en Mala persona, película de Fer García-Ruiz, que hace doblete este verano. Protagonizada por Arturo Valls, aquí la risa surge de lo mezquino del ser humano, de lo intolerante y violento de un tipo que de pronto decide ser malo. "Que me odien antes de que me muera, para que no sufran. Quiero ser malo, muy malo", es lo que Pepe dice a su amigo después de conocer que tiene una enfermedad terminal. Que olvide sus principios, se convierta en un delincuente, destroce su matrimonio… son los consejos de su colega, interpretado por Julián Villagrán. En el reparto, con los dos actores mencionados, están también Malena Alterio y José Corbacho, entre otros.
Odio el verano es la otra comedia de este director que llega estos días a las salas. En ella, mucho más que del mal interior, de lo que se ríe el guionista David Marqués es del mal ajeno, del follón que el que se encuentran sus personajes en sus vacaciones en Canarias. Cada uno por un lado ha alquilado una casa en la isla para pasar el mejor verano de sus vidas. Lo que pasa es que la agencia les ha alquilado a todos la misma casa y ahora están obligados a marcharse o compartirla.
A los franceses deben hacerles más gracia los líos de infidelidades o los problemas sentimentales porque las dos comedias galas que se estrenan estos días de calor buscan ahí la fuente del humor. El barco del amor, de Bruno Podalydès, y Niégalo siempre, de Ivan Calbérac, son sus propuestas veraniegas. Un "fin de semana original" a bordo de un barco por una canal fluvial, que en realidad es una estafa que derivará en una fábula del cazador cazado, es la primera. El veterano André Dussollier protagoniza la segunda, el descubrimiento de un engaño matrimonial cuarenta años atrás. "Esto no va a terminar bien".
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