"El árbitro tiene derecho a equivocarse"

"Mateu es un árbitro fantástico porque no le gustan los artistas de la piscina y como en mi equipo no hay artistas de piscina...". En contra de lo que se podía esperar, sobre todo después de que el Madrid se quedara con uno menos al minuto de juego, Mourinho se deshizo en elogios hacia el árbitro. "Me parece un grandísimo árbitro y tiene el derecho a equivocarse, si es que se ha equivocado, me gusta que no pique en faltas. Sigo queriendo a Mateu en todos los partidos, a lo mejor se ha equivocado o no en la roja o en el posible penalti", añadió el portugués.

"Cinco puntos son cinco puntos, ya me gustaría a mí tener cinco puntos más que el segundo, pero este triunfo es muy importante", dijo Mourinho al ser preguntado por la diferencia que le separa a su equipo del Barça. Por su parte, Marcelo, autor del gol que a la postre dio los tres puntos al Madrid, comentó que "las ganas que hemos puesto han sido decisivas. Somos una gran familia. Me alegro de marcar pero lo importante es la victoria".

Jorge Valdano también destacó la imagen que dio el Madrid para derrotar al Espanyol en inferioridad numérica tras la expulsión, que calificó de "decisión severa", a los dos minutos de Casillas. "Nos hemos sabido adaptar a las dificultades. Podíamos haber ganado por más diferencia, con ocasiones suficientes. El resultado tiene mucho mérito porque hemos tenido que doblar el esfuerzo con un grado de concentración alto", opinó.

"Me gusta analizar colectivamente al equipo. Hemos jugado con mucha entereza siendo un equipo solvente y sólido. Pongo una nota muy alta al colectivo porque individualmente cada jugador ha estado de notable", añadió el dirigente madridista.

Tras recortar a cinco puntos la distancia con el Barcelona, Valdano auguró luchas hasta el final por el título. "El Madrid siempre pelea hasta el último aliento. Es una característica de este club. No olvidamos los valores que defendemos. En febrero no vamos a renunciar a ningún campeonato, todo lo contrario. Estamos conectados a todas las competiciones. Hemos demostrado que estamos preparados. Hay banquillo suficiente y el equipo tiene un estado de ánimo adecuado para encarar todo. No podemos traicionar la historia y pelearemos la Liga hasta el final", concluyó el director general.

Casillas fue el primero de los 22 protagonistas que saltó al césped a realizar ejercicios de calentamiento. Su aparición fue recibida con la pitada de rigor con la que se recibe a todo futbolista rival, aunque también acompañada por unos cuantos aplausos. Otro dato significativo eran algunas a favor del conjunto blanco. "Cristiano eres el mejor, dame tu camiseta" o "Mourinho tráeme la Champions" eran los mensajes que rezaban algunas. ¿Y durante el choque? Cara y cruz. Porque cuando Lahoz dio el pitido inicial, Cornellà se convirtió en una auténtica caldera.

A Casillas no le expulsaban desde el 2006, en el Reyno de Navarra frente a Osasuna y por doble cartulina amarilla. La de ayer fue la tercera de toda su carrera y la más tempranera en la historia del Madrid. Iker encaró el túnel de vestuarios, se vistió con su traje y siguió el resto del partido desde la grada, sentado justo detrás del banco madridista. Se olvidó de ceder su brazalete a Marcelo, que no se lo pudo colocar hasta la segunda mitad.

Al filo del descanso, Florentino Pérez apareció en Cornellà. El presidente blanco llegó con retraso al palco blanquiazul debido al partido de final de la Copa del Rey de baloncesto entre Madrid y Barça disputada en la capital. El equipo de fútbol sí le dio una alegría.