Público
Público

Berlín da la bienvenida a la campeona Alemania

REUTERS

Cientos de miles de jubilosos alemanes dan la bienvenida a su casa a la selección de fútbol germana en Berlín, agitando banderas y vistiendo los colores nacionales, tras conseguir la cuarta Copa del Mundo.

Tras aterrizar en el aeropuerto de la capital, el capitán Philipp Lahm bajó las escaleras del avión con el trofeo de oro entre las manos, con el mediocampista Bastian Schweinsteiger tras él envuelto en una bandera alemana.

Casi medio millón de personas en Berlín han acompañado a la selección alemana en un tramo de 1,3 km de la carretera, la cual va desde el oeste de la capital hasta la emblemática Puerta de Brandenburgo, para una fiesta masiva. Muchos más se alineaban en las calles en el centro de la ciudad a lo largo de la ruta del equipo.

Los aficionados con las elásticas de Alemania, muchos de ellos con sus caras pintadas de negro, rojo y oro, con algunas pelucas y pañuelos con los colores nacionales, habían empezado a beber cerveza horas antes de la toma del equipo.

'Es un ambiente increíble, no hay nada mejor que esto', dijo Lukas Klein, de 19 años, uqe condujo por la noche desde la norteña ciudad de Bremen para estar en Berlín. Le dijo a su jefe que estaba enfermo.


Un rugido se elevó de la multitud cuando el avión del equipo sobrevolaban la zona. '¡El fútbol vuelve a casa!', gritaban los alemanes que allí esperaban.

'Estoy muy emocionado de dar la bienvenida a los ganadores del mundial. Yo soy de Alemania del Este y esto es importante', dijo Guenther Richter, de 51 años.

La victoria del domingo por 1-0 sobre Argentina en Río de Janeiro fue la primera vez que una Alemania reunificada ha sido campeón del mundo, con Alemania Occidental después de haber ganado el trofeo en 1954, 1974 y 1990.

Los canales de televisión cubrieron las ondas con la cobertura y periódicos dedicados ediciones enteras a la victoria.

'Esto es lo que les gusta de cada cuatro sufre!' Bild salpicado de mayor venta en su portada, con una foto del equipo con sus manos levantadas. Por debajo de él describió lo que consideraba los cuatro atributos del equipo: seguro de sí mismo, juntos, feroz, moderno.

Alemania le arrebató la victoria en el tiempo extra con un gol impresionante del joven Mario Goetze, de 22 años de edad, niño prodigio de la nación.

Las multitudes coreaban el nombre de Goetze junto con la de Schweinsteiger, quien recibió una paliza durante el partido final y terminó con un corte sangriento bajo su ojo.

'Bienvenido, Campeones del Mundo!', se podía leer en la portada del Berliner Zeitung.

Incluso el sobrio diario económico Handelsblatt publicaba en su portada la fotografía del entrenador alemanán, Joachim Loew, conocido cariñosamente como Jogi, bajo el título 'Modelo Alemania'.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?