Bojan: "No quiero hablar mal de Pep, pero a veces no ha sido justo conmigo"

El nuevo delantero de la AS Roma, Bojan Krkic, se despidió este viernes del FC Barcelona y de su afición tras hacerse oficial su traspaso al club italiano por 12 millones de euros. El jugador aseguró vivir una sensación "agridulce" al irse contento por cumplir el sueño de ser blaugrana y a la vez mal por no tener la confianza de Guardiola, lo que le ha impedido ser feliz.

Bojan, emocionado sobre todo al hacer referencia a los presentes Carles Puyol y Xavi Hernández, desgranó los motivos que le han llevado a aceptar la oferta italiana y dejar el club que lleva en el corazón. "El club me ha demostrado cariño pero en el terreno de juego no he tenido minutos", lamentó. "Quiero volver a ser feliz en el fútbol", subrayó.

"Son doce años en los que he estado a un gran nivel, pero en los últimos años no había confianza en mí, no se me daban opciones de continuidad y esto duele, aunque no hace que me marche dolido del todo porque me siento privilegiado de haber formado parte de este equipo", se sinceró.

Sin duda, el no poder disfrutar en el césped ha sido clave, algo que depende de Josep Guardiola. "No era feliz porque no tenía minutos. Cuando no juegas no estás contento y eso depende de Guardiola", espetó, aunque quiso dejar claro que no tiene nada en contra del de Santpedor.

"No quiero irme dando la sensación de que culpo al entrenador o de que me voy con polémica. No quiero hablar mal de él", aseguró un Bojan que sí reconoció tener alguna diferencia a nivel de entrenador-jugador con Guardiola, pero que reiteró que no hay "mejor técnico posible" para el Barça que él.

Eso sí, se va con la espinita clavada de no poder jugar, por decisión técnica, las dos últimas finales de Champions. "En muchos momentos no se ha sido justo conmigo, es uno de los motivos de mi marcha, sobre todo en la final de Wembley. Me dolió mucho no jugar", manifestó.

"No se me daban opciones de continuidad y esto duele"

Y es que no jugar en Londres fue la gota que colmó el vaso para el de Linyola, quien reconoció que la falta de minutos le desbordó. "Este año ha sido difícil, ha habido momentos en que estaba en buena forma y no se me dio la oportunidad, y otros en que mi rendimiento no era bueno. Al final la situación se desbordó", lamentó.

Por otro lado, quiso dejar claro que ha sido feliz en los doce años que ha sido blaugrana, más allá de esta última campaña en la que no entiende la situación. "Soy una de las personas más felices del mundo por estos años, los últimos cuatro magníficos en el primer equipo", añadió.

Así, se lleva muchos buenos recuerdos del Camp Nou, sobre todo los primeros partidos y goles con la camiseta blaugrana y la convivencia con sus compañeros, que le han hecho sentirse un "privilegiado" por haber formado parte del "mejor equipo del mundo".

"Soy del Barça, siempre. Estoy triste por dejar el club, pero muy contento de ir a la Roma, que me ha demostrado mucho este mes. Para mí merecen un gran respeto, se han ganado parte de mi corazón. Espero poder devolver con el tiempo toda la ilusión y darles alegrías. Visca el Barça y visca la Roma", se despidió.