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Un clásico que puede marcar diferencias

El Barça tiene la opción de abrir una brecha de once puntos que podría convertirse en una bomba dentro del vestuario del Real Madrid. Piqué es duda hasta última hora y Mourinho se debate entre Modric y Kaká

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Abrir la brecha de ocho puntos que el Barcelona tiene de ventaja o minimizar la sangría por parte del Real Madrid son los parámetros del gran encuentro de este domingo (19.50, Gol T y Canal +) en el Camp Nou, un partido presidido por el gran momento de los dos equipos y las reivindicaciones independentistas.

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El Barça, que ha sumado los dieciocho puntos en juego disputados, tiene la posibilidad, en caso de victoria, de firmar su mejor arranque de la historia. El triunfo en Sevilla le permitió a Tito Vilanova igualar los números de Pep Guardiola, Johan Cruyff y Louis Van Gaal, y ahora tiene la posibilidad de hacer historia.

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Saben los azulgrana que un triunfo les daría mucho aire en la competición. Situarse a once puntos, con siete partidos disputados, supondría ubicarse en un escenario impensable, aunque tampoco sería un mal resultado mantener los ocho puntos de ventaja.

En lo deportivo, Vilanova tiene bastantes dudas. La principal es en la defensa. Lesionado Carles Puyol , que estará de baja un par de meses por una luxación en el codo, y tampoco está al cien por cien Gerard Piqué. El central se lesionó en un tobillo el pasado 19 de septiembre y desde entonces no ha jugado.

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Piqué estaría dispuesto a jugar infiltrado, pero hay que evaluar los riesgos. En el caso de que no esté disponible, el panorama defensivo no admite dudas en el eje: Song y Mascherano. Dani Alves y Jordi Alba apuntan como carrileros.

"Cualquier equipo notaría la baja de sus centrales. El peligro lo solemos tener en los balones a la espalda, porque saben que tenemos la defensa muy adelantada. Claro que lo puedes evitar renunciando al juego de posesión y tirando balones largos, pero eso no lo vamos a hacer", recalcó ayer Tito Vilanova en rueda de prensa.

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"Cualquier equipo notaría la baja de sus centrales"

La otra duda principal arranca en el centro del campo. Vilanova ha recuperado al brillante Andrés Iniesta, pero tiene que decidir si le da entrada en el equipo o si sigue confiando en Cesc Fábregas. El de Arenys, después de un largo periodo sin marcar, ha conseguido tres goles en los dos últimos partidos. Y su especial conexión con Messi le otorgan opciones de jugar como titular, incluso la posibilidad de dejar en el banquillo a Alexis o a Pedro.

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Aunque en el Real Madrid su técnico, el portugués José Mourinho, ha restado importancia al resultado del clásico, los jugadores saben que una desventaja de once puntos nunca ha sido remontada en un pulso por el título de Liga. Pese a que el duelo ante el gran enemigo llega a inicios de temporada, el cariz que adquiere el enfrentamiento roza lo decisivo.

Y se agarra el madridismo al crecimiento de su equipo con Mourinho para cambiar la dinámica en los duelos con el Barcelona. Ha pasado de encajar goleadas y perder títulos, a dar un golpe de autoridad en la última visita liguera al Camp Nou para sentenciar la Liga o vencer en la Supercopa de España.

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Juega al despiste el técnico portugués con su equipo titular. Sin querer desvelar nada pero admitiendo que seguirá un patrón respecto a los últimos clásicos. En ellos nunca apostó por el trivote y aunque planea la idea de juntar a Sami Khedira, Michael Essien y Xabi Alonso para aumentar el músculo en la zona de creación del fútbol azulgrana, quien tiene más opciones de jugar es Luka Modric.

"Han pasado cosas desde el inicio de la temporada pero nadie en el Madrid ha abierto la boca y no seré yo el que lo vaya a hacer"

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Es la duda por despejar. La presencia de Modric, Kaká o Mesut Özil para enganchar con la velocidad de Cristiano Ronaldo y Ángel Di María, dos balas que intentarán hacer daño al Barcelona con Karim Benzema en punta para el remate.

"Me pagan para elegir alineaciones, soy yo el que lo hago e intento hacerlo lo mejor posible. Hay jugadores que se quedan fuera y punto. El mundo se para y todos disfrutan de este gran partido", dijo ayer Mourinho en rueda de prensa. El luso también mandó un recado al club por los árbitros: "Han pasado cosas desde el inicio de la temporada pero nadie en el Real Madrid ha abierto la boca. Nadie ha hecho un solo comentario y no voy a ser yo el que lo vaya a hacer".

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El Real Madrid marcó en sus cinco últimas visitas al Camp Nou. Cristiano lo hizo en las cuatro últimas. El portugués llega en plena racha goleadora tras mejorar su físico. Dos 'hat-tricks' seguidos y en el fondo la lucha con Leo Messi por un nuevo Balón de Oro. El argentino, por su parte, lleva tres partidos sin marcar. A la hora de la verdad nunca fallan. Un nuevo capítulo del duelo que paraliza el mundo del fútbol asoma en el Camp Nou.

El partido, además, llega envuelto en una atmósfera política. Las alusiones de los dirigentes culés en favor de la independencia de Catalunya, al igual que el mosaico que hay preparado para los instantes previos al encuentro, en el que los aficionados formarán la senyera, han alejado un poco el partido del mundo del fútbol. Por ello, Tito quiso ayer quitar hierro a todo esto:  "Siempre hay banderas catalanas cuando jugamos en casa. Mañana (por hoy) solo se juega un partido de fútbol. Lo demás no importa. Esto es deporte y no tiene nada que ver con la política".

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Barcelona: Valdés; Alves, Piqué o Song, Mascherano, Alba; Busquets, Xavi, Iniesta, Cesc, Messi y Alexis.

Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Khedira, Xabi Alonso; Di María, Modric, Cristiano Ronaldo; y Benzema.

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Árbitro: Delgado Ferreiro (colegio vasco).

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