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Déjà vu en el Bernabéu

El Madrid necesita otra vez tirar de épica para lograr la remontada ante un equipo alemán que le ha batido en dos de los tres duelos este año. Cristiano, pese a estar tocado, es la gran arma de los blancos para volver a una final d

EDUARDO ORTEGA

Otra vez la remontada, inevitablemente. Y los alemanes, una vez más. Y también el Borussia. El Madrid vive esta noche (20:45 horas, La 1) en la vuelta de semifinales de la Champions todo un dejà vu. De las grandes noches europeas donde se levantaron resultados casi imposibles. De un equipo cuya nacionalidad hace temblar a los merengues. Y de ese conjunto, el Borussia, que se cruzó con los blancos en la misma eliminatoria el año de la séptima Copa de Europa.

La debacle de juego y en el resultado de Dortmund (4-1) obliga al Madrid a apelar a esos partidos europeos de remontada. No se sabe bien si lo hace convencido, pero en realidad no le queda otra. Para lograrlo, eso sí, deberán cambiar radicalmente lo que ofrecieron hace una semana, que fue prácticamente nada, y no dejar ni media oportunidad a los alemanes.

Realmente, que los blancos hagan tres goles no parece muy complicado; le hicieron dos al Bayern el año pasado en los primeros minutos y capacidad y pegada les sobra. Lo que necesitan es ser la versión que eliminó al Manchester United y que Mourinho acierte con su planteamiento. Cosa que no ha ocurrido en ninguno de los tres duelos que les han medido esta temporada. En todos ellos, Klopp, entrenador del Borussia, le dio una lección técnica, con dos victorias y un empate para los teutones.

Por tanto, el Madrid se enfrenta primero a la necesidad de imponerse al dibujo de los alemanes. Si lo logran, los tres goles y la final estarán más cerca. Para ello necesitarán también la indispensable ayuda de Cristiano. No se entiende la remontada sin él. El luso lleva entre algodones desde el mismo partido de Dortmund, lo que en cambio no le fue obstáculo para marcar el gol al que se agarra el madridismo.

Su presencia, pase lo que pase, está más que asegurada. También se espera que vuelva Ramos a su posición habitual de central y que deje a Pepe -poco acertado en Alemania- en el banquillo. El resto del equipo será el habitual, aunque se especula con la posible inclusión de Modric, esta vez en lugar de Khedira, y no de Di María como ocurriera en la ida. Mourinho, experimentado en estas lides, pidió ayer a sus jugadores tranquilidad y 'agresividad mental'. 'Hay que ir minuto a minuto y gol a gol, y hasta el último suspiro del partido. Si jugamos contra el Dortmund como la semana pasada, a lo mejor pierdes el partido y ni remontada ni victoria', advirtió, al mismo tiempo que pidió a los suyos jugar como lo han hecho 'muchos partidos' y con el 'espíritu de equipo' necesario para 'ganar un partido grande'. 

Los alemanes se encuentran ante el partido soñado, pero en el escenario menos adecuado, aunque no es algo nuevo para ellos. Disponen de la gran ventaja de la ida y han demostrado que saben cómo hacer daño al Madrid. Esta noche esperarán pacientemente en su campo, sin jugársela, pero presionarán para que no sea Xabi Alonso quien saque el balón. Y, por supuesto, evitarán cualquier atisbo de contragolpe del Madrid, su gran arma. Los germanos saben, además, que no es una cualidad de los blancos el atacar desde el principio, con posesión y por ello les cederán el balón.

Como los merengues, han demostrado tener mucha pólvora arriba y saben que un gol en Madrid casi sentenciaría todo. Para ello tienen al 'hombre póker', Lewandowski, que les acribilló con cuatro goles en Dortmund. Pero no sólo es el polaco. Sin apenas contar con Götze, Reus y Gündogan también les hicieron un traje hace seis días.

La principal duda de Klopp es la de su lateral derecho, Piszczek. Su presencia será una incógnita casi hasta el último minuto. El técnico alemán fue prudente ayer, pese al favorable resultado con el que cuentan: 'Nuestra sensación no es estar con un pie en la final. El resultado de la ida fue mejor de lo que esperábamos, pero tenemos que luchar con todas nuestras fuerzas'. 'Estoy seguro de que mis jugadores no se paralizarán. La única forma de alcanzar el sueño es ser valiente', añadió, advirtiendo de que, en cualquier caso, morirán con las botas puestas. Todo sea por volver a una final que ninguno de los dos pisa desde hace demasiado tiempo.

Real Madrid: Diego López; Essien, Varane, Sergio Ramos, Coentrao; Modric o Khedira, Xabi Alonso; Di María, Özil, Cristiano Ronaldo; e Higuaín.

Borussia Dortmund: Weidenfeller; Piszczek o Grosskreutz, Subotic, Hummels, Schmelzer; Bender, Gündogan; Blaszczykowski, Götze, Reus; y Lewandowski.

Árbitro: Howard Webb (ING)

Estadio: Santiago Bernabéu.

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