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España impone su dictadura en Europa

EDUARDO ORTEGA

Este mes de mayo que a punto está ya de cerrar los ojos pondrá el broche perfecto al mejor ciclo de la historia del fútbol español. La primera final española de la Champions desde la que en 2000 jugaron Real Madrid y Valencia es, de momento, un punto y seguido, a la espera de la actuación de La Roja en el Mundial de Brasil que alza el telón en dos semanas y media.

Esta gloriosa época, que pocos soñaron por los palos -uno tras otro- de la selección en cada campeonato al que acudía, fue posible porque aquel grupo dirigido por Luis Aragonés fue un verdadero bloque que se creyó a pies juntillas todo lo que el Sabio les gritaba. Como una religión. Fue el origen del cholismo, y por eso Simeone lo invoca en cada alocución, en cada celebración. Rompió ese 2008 España todas las maldiciones que arrastraba con los penaltis frente a Italia, y en cuartos. Y en Viena se coronó campeona de Europa más de cuatro décadas después de aquel gol de Marcelino a la URSS en el Bernabéu.

Inició también ese mismo año la mejor era de su historia el Barcelona, con Guardiola en el banquillo. Y bebió de ella La Roja. Del Bosque relevó a Aragonés y apostó por una columna vertebral que prácticamente era la que Pep había formado con los azulgranas. Con el equipo de los bajitos se plantó la selección ante el mayor reto de su historia, el Mundial. Con un estilo de juego patentado, inigualable y envidiado por todos, logró el cetro mundial ante Holanda en la final de Sudáfrica. Un gol de Iniesta y un par de paradas de Casillas que quedan ya guardados para siempre en la memoria de todos los españoles.

Se presentó dos años después en Kiev ante un desafío al alcance sólo de los mejores equipos que han existido y salió como la única selección en toda la historia del fútbol en conseguir ganar tres grandes torneos consecutivos (Eurocopa en 2008, Mundial en 2010 y otra vez la Eurocopa en 2012). Una rotunda goleada ante Italia en la final para certificar que los futbolistas españoles y la selección forman el mejor conjunto del continente. La bestia cambiaba de lado.

Al calor del éxito jamás pensado de La Roja, han alcanzado esta temporada la gloria, otra vez, los equipos españoles. En la Europa League el Sevilla; en la Champions el Madrid. Vencieron los hispalenses en la final de Turín al Benfica en un partido emocionante, pendiente de un hilo, que se decantó en la tanda de penaltis. Se repitió así el guión del duelo de Glasgow contra el Espanyol en 2007. En la ciudad transalpina, los de Emery consiguieron su tercera Europa League, cuarto título continental en nueve años.

Lisboa ha cerrado, de momento, el exitoso círculo del fútbol español con el Madrid como campeón de la Champions . España reina tanto con sus equipos como con su selección en Europa y goza de la oportunidad de revalidar el título Mundial que alzó hace cuatro años. La Roja tiene la palabra dentro de poco más de dos semanas.

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